A través del decreto 456, publicado este viernes en el Boletín Oficial de la provincia, la gobernación de Omar Perotti autorizó la ampliación de 5 a 10 trabajadores a las obras privadas en el Gran Rosario y el Gran Santa Fe.
Una decisión análoga había sido firmada este miércoles por el jefe de la Casa Gris, pero ese decreto autorizaba la ampliación de trabajadores de la construcción para el resto de la provincia excluyendo a los dos mayores aglomerados, que fueron incorporados este viernes.
Tal como figura en el Boletín Oficial, la nueva medida dispuesta abarca a todas las “actividades en obras privadas que ocupen hasta diez trabajadores encuadrados en el régimen legal de trabajo para el personal de la industria de la construcción”.
El decreto establece ciertas medidas para la nueva excepción: deberá informarse la localización de la obra, sus características, las tareas a realizar, horarios de trabajo, el número de trabajadores, profesionales o contratistas de distintos oficios a ocupar simultáneamente en las distintas tareas, y el tiempo por el que se solicita la excepción; acreditar el vínculo laboral o contractual con las personas a ocupar en la obra privada; presentar el Protocolo de Seguridad e Higiene particular de la obra, informar sobre las medidas previstas para la limpieza y desinfección general; la modalidad de traslado de los trabajadores –con la sugerencia de buscar alternativas al uso del transporte público de pasajeros–, y la autorización del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, previo asentimiento del Ministerio de Salud de la provincia.
Casa adentro todavía no, bares vemos
En otro instrumento, el decreto N°455, también publicado este miércoles, quedó autorizada “la actividad laboral de las empleadas de casas particulares” en territorio santafesino. Pero la disposición, que se hace efectiva este sábado, la actividad aún no alcanza al Gran Rosario.
En tanto, la Casa Gris confirmó que la provincia pidió también al gobierno nacional la habilitación para permitir la reapertura de gimnasios, un sector que protagonizó una manifestación para ser tenido en cuenta, y de la actividad de bares y restaurantes, que el propio gremio del sector, la Uthgra, admite que iba a ser «uno de los últimos» en reactivarse, por lo que implica.
En este caso, según trascendió, el protocolo que se puede poner en vigencia es la ocupación hasta un máximo del 50% de la capacidad de los locales, y la atención sólo con reserva previa. Y si bien en el esquema se atiende el cuidado del distanciamiento social, es una incógnita cómo se puede trasladar la premisa a la práctica.
En todos los casos talla la permanencia de los buenos indicadores que presenta Santa Fe, incluso en los mayores conglomerados, donde la ralentización de los contagios primero, y la no aparición de nuevos casos después –los últimos declarados no se sopesan como de circulación comunitaria dentro del territorio sino «importados» de otras regiones– abren la posibilidad de una mayor apertura, pese a que la pandemia de coronavirus sigue aún lejos de estar resuelta.