Search

En Wall Street hay bancos que estiman recuperación de la economía argentina a tasas chinas en 2021

El Barclay´s difundió una proyección optimista, del 9,3%, que descuenta el acuerdo con los acreedores privados. Se basa en la hipótesis de que el entramado productivo atravesará la pandemia sin heridas letales. El gobierno argentino es más conservador. Las variables que se escapan

Parece chiste pero no lo es: uno de los bancos de inversión emblemáticos de Wall Street, el Barclay´s, estimó que la economía argentina crecerá en 2021 hasta un 9,3 por ciento respecto al desplome por todos previsto para este año a causa de la pandemia, un retroceso que no es exclusivo sino global. Es decir, la recuperación del daño provocado por el nuevo virus detectado por primera vez en China será, también, a tasas chinas.

La proyección de Barclay´s está fundada en argumentos técnicos pero, como todas las estimaciones económicas, tiene condimento político: y se difunde en medio de la negociación argentina por la refinanciación de su deuda soberana con los acreedores privados. El argumento central del gobierno para proponer reducciones de intereses y plazos de gracia –en menor medida, quita de capital– es que el país no puede pagar en el estado de cosas que lo dejó la anterior administración nacional y, menos aún, con el parate económico que le siguió, obligado, para contener el avance del covid-19. Por eso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, es mucho más conservador en las expectativas: calcula que el PBI local aumentará un 3 por ciento el próximo año tras caer 6,5 al cabo de éste.

Otra consideración de contexto es que cualquier tasa de crecimiento se basa en la comparación con un año para el olvido, y no sólo en términos económicos, en todos los países. Y que las proyecciones o modelizaciones que sustentan las cifras están atadas a la evolución de la pandemia y las medidas diseñadas para afrontarla. Ni los epidemiólogos se atreven a dibujar un horizonte con alguna certeza.

Un argentino valorado en la city

El informe del Barclay’s lleva la firma del economista Sebastián Vargas. Es argentino, y en Wall Street lo tienen por confiable porque sus diagnósticos sobre la economía nacional en los últimos años se alinearon con lo que ocurrió. Fue uno de los pocos que el mismo día en que el ex presidente Mauricio Macri anunció el acuerdo con el FMI en 2018 –tras el cierre de la canilla financiera privada y la creciente fuga de capitales, que no se detuvo– auguró que ese salvataje récord del Fondo no modificaría la caída libre argentina. En base a ese diagnóstico, recomendó vender bonos argentinos porque el camino apuntaba al default.

El informe de Vargas evalúa que la economía se empezará a recuperar a partir del tercer trimestre de este año. Lo justifica en que, a su criterio, el entramado productivo de la Argentina no sufrirá heridas mortales al cabo de la crisis y podrá retornar a los –bajos– niveles previos a las medidas restrictivas tomadas por la pandemia.

Variables sueltas

Como otros economistas, el argentino que ficha en Barclay´s deja abierta la puerta a variables de difícil medición. Una es la de la extensión de la cuarentena, con su correspondiente estado de malestar social y conflictividad laboral. Otra, la de cómo finalmente el gobierno gestionará la desactivación de los efectos de la elevada emisión monetaria con la que solventa, al igual que otros muchos países, la ayuda social y a empresas, tanto como el despliegue sanitario, durante los tiempos de contagios. De ello depende en parte, advierte, la evolución del tipo de cambio y con ello del mercado externo y las predisposiciones de los inversores.

Otro factor, que Vargas da por descontado en su análisis, es el de un acuerdo final con los acreedores privados de la deuda, sobre lo que hay optimismo en medio de las prolongadas negociaciones y las idas y vueltas de contrapropuestas. Si es así, agrega en favor de su proyectado rebote del 9 por ciento en 2021 un «shock de expectativas» favorables sobre la Argentina.

 

10