Una seguidilla de balaceras que tienen como eje la amenazas a familias para que abandonen sus viviendas se vienen dando en distintos puntos de la ciudad. En tanto sólo una semana, se registraron al menos cinco ataques que poseen la misma modalidad. El último fue este miércoles cuando un joven de 26 años denunció que dos hombres llegaron en moto a su casa y le dieron un teléfono a su mujer. Del otro lado, el interlocutor la amenazó para que se fueran. Un rato mas tarde y cuando la víctima salió a hacer un mandado lo balearon el la puerta de la propiedad, en barrio Alvear.
Según contó la víctima este martes, dos hombres en moto llegaron hasta su casa en Cagancha al 3300. Los recién llegados le entregaron un celular a su pareja para que hablara con alguien. Del otro lado un hombre que dijo apodarse Churrito le ordenó que se fuera de su propia casa y si no: “Iba a haber tiros”.
Al día siguiente, José, pareja de la mujer, salió de la casa para ir hasta el quiosco. Cuando estaba por entrar a la vivienda se apareció una moto con dos ocupantes. Al verlos, el joven intentó abrir la puerta pero no llegó. Los disparos resonaron en el lugar y uno de los proyectiles le impactó en el glúteo. El herido fue trasladado al hospital donde brindó su declaración y se recupera de la lesión sufrida.
Otros hechos
Esta balacera para usurpar el domicilio, no fue la única, ya que a finales de mayo en barrio Acindar un vecino sufrió un ataque similar.
Poco antes de la medianoche del miércoles 27 de mayo una familia que habita en Ramón Lista al 3700 estaba de sobremesa cuando un proyectil entró por la ventana e impactó en el marco de un cuadro cerca de la cocina donde estaba un familiar.
En el frente de la casa quedaron otras dos marcas de impactos. A las 24 horas, deslizaron por debajo de la puerta una nota que decía que la familia tenían un día para dejar la casa o los mataban. Los moradores no se explican de dónde viene la agresión, aseguraron que no tenían problemas con nadie.
El otro tiroteo tuvo lugar el último jueves de mayo en pasaje Cristal al 7000 cuando el frente de una casa desocupada fue atacado con una ametralladora. En el lugar personal policial levantó 27 vainas servidas.
En tanto, el 1º de junio las balas fueron para una vivienda ubicada en Doctor Riva al 6000, los plomos impactaron en un portón donde el dueño de casa abrió una verdulería y en la vereda de la propiedad. El propietario contó ante las cámaras de televisión que hacía dos meses que había comprado la propiedad y que antes de la balacera, les habían ordenado que les entreguen la casa.
Ese mismo día, la fachada de una vivienda de barrio Rucci también fue rociada a balazos. En el lugar constataron más de 30 disparos. De milagro no hubo heridos. El personal policial pudo entrevistar a la propietaria, de 37 años, quien manifestó que no tenía intenciones de hacer la denuncia por temor a sufrir una represalia, aunque contó que el pasado lunes cerca de las 20.30 se encontraba en su casa cuando escuchó disparos efectuados por dos hombres a bordo de una moto, sin poder identificarlos a ninguno de ellos.
Si bien se negó a firmar el acta, hizo referencias a que recibió amenazas previas de un sujeto apodado Colita, el cual le exigió que abandonara su casa, y ante su negativa dado que convive con su marido y cinco hijos, el masculino se presentó con otra persona y efectuó una violenta ráfaga de disparos de arma de fuego, incluso introduciendo sus manos por la ventana hacia adentro del domicilio y efectuando no menos de 30 tiros, y retirándose en el rodado ya mencionado.