El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, justificó ester martes la decisión del gobierno nacional de intervenir la cerealera Vicentín por la grave situación que atraviesa la empresa, al tiempo que descartó una ola de estatizaciones.
«No tenemos una herramienta de estatizaciones en sentido general, ni creemos que lo estatal es superior a lo privado, todo lo contrario, pero tampoco somos dogmáticos en el sentido de que nunca el Estado tiene que intervenir», dijo el ministro en diálogo con radio Mitre.
Kulfas sostuvo que la expropiación «no es una metodología», descartó una ola de estatizaciones y explicó que el caso de Vicentín «es una excepción, no un cambio de rumbo, para solucionar un tema puntual» en el que se ven afectados más de 3.000 productores.
El ministro recordó el apoyo del Estado al sector privado a través del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que beneficia a empresas pequeñas y grandes, «como fue el caso de Toyota, que recibió la ayuda en abril y la había solicitado para mayo, pero como volvieron a producir desistió de ese aporte».
Kulfas recordó que los problemas de Vicentín se presentaron en diciembre cuando entró en convocatoria de acreedores y «hubo un tiempo prudencial para que se pudiera ordenar», lo cual no ocurrió, la empresa no devolvió lo adeudado al Banco Nación «y eso es plata que no se le pudo prestar a las pymes».
Destacó luego que la expropiación permitirá asumir un rol de «testigo con mirada estatal vinculada con el desarrollo» y actuación en los mercados de granos y de cambios, en una actividad «concentrada en la fase de comercialización».
Kulfas descartó similitudes con el rol de la Junta Nacional de Granos en el pasado, «que buscaba un sistema de acopio», y resaltó la capacidad de YPF para gestionar a Vicentín.