A un paso del juicio oral y público la Fiscalía adelantó en una audiencia preliminar que pedirá 11 años de cárcel para Lolo Laferrara. Este hombre es hijo de Jorge y hermano Mauricio sindicado gatillero de Esteban Alvarado, e imputado por 6 crímenes entre ellos el del prestamista Lucio Maldonado. El pedido de pena para Lolo se exteriorizó el fiscal Matías Edery que lo acusó por un crimen ocurrido en 2012. Lolo fue detenido en La Paz, Entre Ríos, tras permanecer siete años prófugo. Tenía un pedido de captura activo por un homicidio ocurrido en una fábrica de ladrillos en noviembre de 2012 en Rosario. Fue arrestado gracias a un dato que surgió en la investigación por el homicidio del prestamista.
Miguel Ángel “Lolo” Laferrara, fue detenido a fin de octubre en el ingreso a un departamento de Echagüe al 1700 en La Paz. Sobre el hombre de 39 años pesaba un pedido de captura por un crimen ocurrido el 26 de noviembre de 2012, cuando en un horno de ladrillos apareció muerto Ricardo Barrera tras una presunta pelea con Lolo. En aquel momento el Juzgado de Instrucción 2° dicto la orden de captura que estuvo vigente hasta el año pasado cuando personal policial de la ex PDI junto a TOE y la División de Investigaciones de La Paz lograron detenerlo.
Maldonado
El prestamista Lucio Maldonado fue asesinado tras ser “chupado” de la puerta de su casa en la zona sur en noviembre de 2018. Según la investigación su cuerpo fue arrojado en un descampado en Circunvalación y bulevar Oroño, cerca de la autopista Buenos Aires – Rosario. Estiman que para ello se utilizó una camioneta Volkswagen Amarok. Con algunas intervenciones telefónicas que se hicieron sobre el teléfono del padre de Lolo se determinó que esta camioneta podría estar en La Paz y en junio pasado la encontraron a dos cuadras del departamento ddnde vivía Lolo en su interior encontraron rastros de manchas de sangre. Este dato puso la lupa sobre la localidad entrerriana y unos meses más tarde dieron con Lolo. El hombre está en prisión preventiva y quedó a un paso del juicio oral y público.
El clan Laferrara
Jorge Alberto Laferrara tiene 58 años y es un conocido de las crónicas policiales por su vinculación con el clan Cantero, primero como socio y luego como enemigo. Por los 150 kilos de marihuana incautados en el 2000 fue condenado a seis años de prisión, mientras que Ariel “Viejo” Cantero recibió cuatro años. Tras su reclusión en un penal de Resistencia, Laferrara recuperó la libertad a finales de 2004, aunque no duró mucho en la calle: en los primeros días de 2005 volvió a prisión acusado de una tentativa de homicidio junto a su hijo Lolo por el hecho ocurrido en la madrugada del 23 de enero de ese año en Balcarce al 4300, donde al menos cinco hombres bajaron de un Volkswagen Gol bordó y un Fiat 147 y enfilaron en búsqueda de René F., de 26 años. El joven se había peleado con Lolo, quien le juró venganza y tras la emboscada quedó varios meses en terapia tras recibir golpes, puntazos y disparos, explicaron en su momento los pesquisas.
A finales de agosto de 2005, Jorge también fue detenido junto a Lolo por estar sindicados como los autores del homicidio de Agustín González, un pibe de 15 años atacado a golpes y acribillado de un disparo en Moreno al 6400, de barrio Las Flores, a unos metros de la casa del Clan Cantero. Por este homicidio, Jorge fue condenado a 14 años que se sumaron a otra sentencia en el fuero federal por la ley de drogas, por lo que quedó con 19 años de cárcel. El móvil del brutal crimen del adolescente fue el robo de dos caballos del predio de su chatarrería de bulevar Avellaneda al 5200, dijeron en ese momento las fuentes policiales.
Este crimen le valió a los Laferrara el enfrentamiento con Los Monos; incluso en 2014 y mientras estaba prófugo de una transitoria una balacera lo mandó al Heca y todos sospecharon del clan de la Granada. En 2015 volvió a desaparecer hasta el 21 de junio pasado, cuando fue detenido en un control en la ruta 18 a la altura de la localidad de Piñero. Iba a bordo de una Toyota Hilux e intentó coimear a los uniformados, según la acusación. Desde esa fecha quedó preso ya que le faltaba cumplir condena por el homicidio de González, a lo que se le sumó otra imputación por cohecho.
En esa camioneta estaba otro de sus hijo: Mauricio, a quien presentó como su sobrino y el cual tenía el pedido de captura en la causa que lo tiene a Alvarado como instigador del asesinato de Maldonado y como el líder de una asociación ilícita integrada por jefes policiales y civiles para cometer diferentes delitos. En octubre, Mauricio fue detenido e imputado por seis crímenes, uno de ellos resultó ser el de Maldonado.