Aslam Baba se presentaba como un hombre santo, con poderes para curar los males de la salud en el distrito de Ratlam, del estado Madhya Pradesh de la India. Entre sus promesas, incluía la inmunización contra el covid-19 por medio de besos en las manos. Como era de esperar, la práctica contraria a todas las recomendaciones sanitarias ante la pandemia salió mal: el profeta se infectó y murió el jueves 4 de este mes por el nuevo coronavirus. Fue al día siguiente que confirmaran que se había contagiado. Al menos otras 24 personas que lo visitaron dieron positivo a los tests diagnósticos, de acuerdo a lo que informaron autoridades de Salud locales.
Aslam, que para algunos medios indios era un cultor tántrico hindú y para otros profesaba el islam, promocionaba una suerte de exorcismo contra el covid-19 y cualquier enfermedad. El Jefe de Policía de la ciudad de Ratlam, Gaurav Tiwari, informó que luego de conocerse la muerte del hombre, 50 personas que estuvieron contactadas con él fueron rastreadas y puestas en cuarentena.
Se aisló también a otras 150 personas que vivían cerca del fallecido, y la zona se acordonó para evitar la circulación.
Un informe del Departamento de Salud de Madhya Pradesh señala que al menos 19 personas de las que habría besado Aslam dieron positivo tras el test de coronavirus. Otras cinco lo habían consultado. Varios contagiados son familiares del baba, un término que refiere a «honorífico» y tiene connotaciones de sabiduría.
Los contagios fueron confirmados por el oficial nodal de salud Pramod Prajapati. El distrito registra 46 pacientes con covid-19 y cuatro fallecidos por el virus sars-cov-2. En el Estado de Madhya Pradesh, suman más de 10 mil los casos confirmados de la infección, y 427 las muertes.
Las autoridades estatales de Madhya Pradesh difundieron campañas de prevención y de cuidado para intentar contener los contagios, pero muchos residentes siguen acudiendo a quienes ofrecen salvaciones místicas.
Otros 32 babas como Aslam fueron aislados en la misma región. Los seguidores de esos sanadores violan las normas del aislamiento y comprometen la salud de ellos y el resto de los habitantes.
El funcionario de Salud Prajapati advirtió que el método que utilizan los sanadores es potencialmente transmisor del virus: generalmente soplan en el agua que hacen beber a sus pacientes, además de los besos en las manos.
