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Trabajadores de apps de delivery hicieron un paro internacional y en Rosario marcharon a Gobernación

Salieron por tercera vez a las calles para reclamar por sus condiciones laborales. "Las patronales son empresas multinacionales que se llenan los bolsillos en la pandemia a costa de nuestra precarización y de nuestras vidas", expresaron. En asamblea decidieron solicitar una reunión con el intendente

Los repartidores que integran la Red de Trabajadorxs Precarizdxs y que trabajan para empresas de delivery como Rappi, Glovo y PedidosYa, realizaron este miércoles un paro internacional de tres horas para reclamar por sus condiciones laborales y sus salarios. La medida, que se replicó en otros países como Brasil, México, Chile y Costa Rica, tuvo en Rosario además una movilización que fue desde el cruce de Córdoba y Presidente Roca –adonde funcionan sucursales de multinacionales de comidas rápidas– hasta la plaza San Martín, frente a la sede local de Gobernación, adonde realizaron una asamblea para analizar su situación y organizarse: resolvieron pedir una reunión con el intendente Pablo Javkin para exponerle sus reclamos. Pero además, incluyeron en sus agendas otros reclamos: se manifestaron en contra de la xenofobia, el racismo y la represión policial. También pidieron Justicia por Emma, un compañero haitiano que murió en un siniestro vial en abril pasado cuando realizaba un reparto en la zona de avenida Francia y Cerrito.

La convocatoria en Rosario era para este miércoles a las 11 en el cruce de Presidente Roca y Córdoba. Los repartidores que trabajan para las empresas Glovo, Rappi y PedidosYa hicieron una pausa de tres horas en sus actividades para sumarse a un paro internacional de trabajadores de estas y otras multinacionales que operan de modo similar en distintos países.

Juntos, marcharon desde la zona en la que funcionan sucursales de Mc Donlad’s y Burger King hasta la plaza San Martín, Frente a la sede local de Gobernación. Allpi realizaron una asamblea en la que decidieron solicitar una reunión con el intendente Pablo Javkin para que sus reclamos sean recogidos por el Ejecutivo local. También pusieron fecha y lugar para continuar visibilizando su reclamo: la convocatoria es para el 21 de julio a las 16 en plaza San Martín.

Es la tercera vez que la Red sale a las calles en Rosario para visibilizar sus reclamos. “Estuvimos articulando esta actividad con trabajadores de Brasil, Costa Rica, y Chile en reuniones preparatorias. Somos todos trabajadores de aplicaciones que tenemos reclamos comunes. Somos trabajadores esenciales, nunca dejamos de trabajar desde el inicio de la pandemia, y estamos en exposición permanente ante el virus. La empresa no nos da nada, no tenemos ART, si nos contagiamos o nos pasa algo no tenemos obra social para el tratamiento, se incumplen muchos de nuestros derechos”, dijo a El Ciudadano Cuyén Perreta, integrante de la Red de Trabajadorxs Precarizadxs de Rosario.

La dinámica con la que estas empresas reclutan a su personas tiene pequeñas variaciones entre una y otra: a todos los trabajadores que deciden incorporar a su plantel de repartidores, los hacen adquirir sus propios insumos, como la caja para transportar los pedidos, o bien se los descuentan del sueldo a la hora de cobrar por los viajes que realizaron. Y como el funcionamiento de estas aplicaciones no está regulado ni en Rosario ni en el país, no cumplen con las obligaciones que cualquier empleador tendría con un empleado: no se paga ningún tipo de carga sociales como obra social, jubilación, vacaciones o salario familiar.

“Desde que empezó la pandemia seis compañeros fallecieron trabajando. En Rosario está el caso de Emma, un compañero haitiano por el que pedimos Justicia”, remarcó Cuyén. Se trata de Emma Riosendaulv Joncka, un estudiante de la Universidad Nacional de Rosario y repartidor de PedidosYa de 23 años que falleció tras ser atropellado por un colectivoel 10 de abril pasado en avenida Francia y Cerrito.

Desde la Red explicaron que antes del inicio de la pandemia por coronavirus en Rosario había 3 mil repartidores trabajando para estas tres empresas, pero que con los despidos y suspensiones que se empezaron a ver el número aumentó significativamente.

“Esto que nos pasa en la Argentina le pasa también a nuestros hermanos trabajadores de Brasil, el país hoy con la mayor cantidad de contagios en América Latina y que sufren fuertemente el racismo del gobierno de Bolsonaro. Junto a ellos y nuestros compañeros en Chile, México y Costa Rica nos sumamos a este reclamo internacional por nuestros derechos y contra la xenofobia y el racismo”, dijo Cuyén. “También luchamos contra la brutalidad policial, como sucedió en el barrio Qom en Rosario, en Chaco y la impunidad frente al asesinato de Walter Nadal en Tucumán”.

«Las patronales son empresas multinacionales que se llenan los bolsillos en la pandemia y a costa de nuestra precarización y nuestras vidas, dijo la trabajadora, y agregó: «También reclamamos que permanezca el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) y que sea sin restricciones para los trabajadores en negro que no perciben ingresos”.

 

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