El director de Defensa Civil de Necochea, Augusto Fulton dio a conocer ayer la noticia del rescate de una tortuga verde, que está en peligro de extinción y que ocurrió ayer tras un llamado informando sobre la presencia de un ejemplar de esa especie en la zona del paraje Karamawi, por lo que rápidamente se montó un operativo para rescatarlo.
Seguidamente, explicó de qué tipo de animal se trataba. “La tortuga marina es una especie de la familia Cheloniidae, que está en peligro de extinción y su explotación está protegida en casi todos los países del mundo.
Cuando nos acercamos vimos que se encontraba bastante débil, estresada y cubierta de algas, por lo que rápidamente fue trasladada a la Estación de Piscicultura”. Una vez que la tortuga estuvo en la Estación, se acondicionó un piletón con agua entre 18 y 20 grados y se implementó un sistema para mantenerla hidratada y estabilizarla, acorde a la recomendación de los biólogos especialistas en estos animales marinos.
Cuando mejoren las condiciones del animal, será trasladado a otro lugar para continuar la recuperación, según lo acordado con el Gobierno bonaerense, la fundación Mundo Marino de San Clemente del Tuyú y el Aquarium de Mar del Plata.
El director de Defensa Civil continuó: “Creemos que se habrá desorientado y separado del resto del grupo de su especie que suelen recorren las aguas del océano Atlántico –aunque en Centroamérica están sobre zonas del Pacífico, y apareció en estas costas”, completó Fulton.
La tortuga verde marina
Desde hace ya casi diez años, este reptil de gran tamaño se encuentra protegida en casi todo el mundo ya que también es muy demandado y hay muchísima caza ilegal en las zonas por donde se mueve.
Su estado de conservación está categorizado como “amenazado” en una lista roja que tienen casi todos los estamentos que protegen. Desde hace cinco años se estableció que es ilegal capturar, dañar o matar a este animal bajo cualquier circunstancia.
La población de la tortuga verde (Chelonia mydas) se localiza a lo largo y ancho del Océano Atlántico, pero las mayores poblaciones de esta especie se concentran en el Caribe y en la costa este del continente americano.
Las tortugas marinas salen a la superficie para anidar pero la mayor parte del tiempo se encuentran en aguas costeras. En cuanto a su reproducción, este animal puede poner hasta 200 huevos cada vez, que eclosionan pasados entre 45 y 75 meses.
Las diferencias con el resto de sus parientes marinos se concentran en su hocico, que es más corto. Sus caparazones están llenos de colores que van variando a lo largo de toda la existencia de la tortuga.
Predominan los colores oscuros con especies de anillos de colores más claros. El aspecto físico de una tortuga verde es el característico de todas las otras especies de tortugas marinas. Son unos animales bastante grandes que pueden medir más de metro y medio de largo y llegar a pesar más de 200 kilos.
Migraciones
Las tortugas verdes son muy migratorias, todo indica que no pueden permanecer mucho tiempo en un solo lugar y durante su desplazamiento utilizan distintos hábitats, donde a veces permanecen largo tiempo para luego seguir distintas direcciones de migración.
Los expertos e investigadores que intentan salvaguardar la especie vienen usando una metodología para marcar las tortugas marinas. Lo que suelen hacer es poner marcas exteriores en las aletas de las tortugas anidadoras, identificando a cada una con un número distinto.
La recopilación de datos por este medio ofrece información vital para ir haciendo un mapeo permanente con el objetivo de lograr la conservación de la especie. Sin embargo, existe un inconveniente un tanto difícil de salvar y es el que tiene que ver con la falta de conocimiento sobre las rutas migratorias, que nunca son exactamente las mismas y sólo paliarse mediante el uso de transmisores satelitales.
Hay una reserva en Costa Rica llamada Tortuguero, que tiene el programa de marcaje más antiguo de los que se conocen porque la zona cuenta con una de las colonias más grandes del mundo de tortuga verde.
Allí se brinda información bastante fidedigna sobre la vida y los movimientos de estas tortugas. Así pudo saberse que las tortugas que anidan en Tortuguero luego se dispersan a otras zonas parecidas a través del Caribe, principalmente hacia la Mosquitia, un sitio sobre la costa de Nicaragua.
De este modo, estas regiones son las que concentran la mayor cantidad de datos sobre la especie y que sirve, además, para que estén enterados otros expertos de otras regiones geográficas específicas.
Las amenazas
La principal amenaza a la que se enfrenta la tortuga verde, por sobre una cantidad de otras que están en su mismo ambiente, es el hombre.
Este reptil es intensamente requerido por su carne, que es muy sabrosa y puede ser cocinada de diversas maneras, y por los huevos, que también son usados como alimentos y como permanecen durante mucho tiempo antes de eclosionar son fuente de codicia de no pocos ladrones que se dedican casi exclusivamente a esta tarea, que no suele entrañar demasiado peligro.
Tal situación atenta directamente contra la perpetuación de la especie ya que, cada vez con más frecuencia, impide el nacimiento de nuevos ejemplares.
A esta situación límite para la conservación de la tortuga verde marina hay que agregar que el turismo indiscriminado está propiciando la pérdida de los hábitats naturales a partir de la construcción de espacios de ocio y recreo, lo que desplaza a las tortugas a zonas menos idóneas para vivir y terminan teniendo inconvenientes que las más de las veces atentan contra sus vidas.
Aunque la pesca en esas zonas se hace bajo estricto control, en numerosas ocasiones quedan atrapadas en las grandes redes y terminan muriendo por ahogo al pretender escapar rápidamente.
Un color particular
La tortuga verde adquirió su nombre por el color de la grasa ubicada bajo su caparazón, que tiene forma ovalada con cuatro pares de escudos costales que muchas veces son irregulares aunque no aserrados como en otras tortugas marinas.
La coloración del caparazón de esta especie varía cuando son adultas, pero en general tiene colores que van desde un verde pálido hasta un verde oscuro o amarillo, y que, ocasionalmente, incluye rayas brillantes tornasoladas.
La parte inferior del caparazón, o plastrón, suele tener un tono amarillo. La cabeza es redonda y mide cerca de 15 centímetros de ancho y se distingue fácilmente por tener un par de escamas prefrontales (las escamas ubicadas enfrente de sus ojos), en vez de dos pares como la mayoría de las tortugas marinas.
Algunos expertos consideran a la tortuga verde del Pacifico oriental, como una especie que se distingue del resto de la gran familia de las tortugas marinas.