Un duro cruce entre el Gobierno y sectores del empresariado salió a la luz a partir del debate sobre la seguridad jurídica y las decisiones oficiales que involucran a grandes empresas, tras el faltazo de los principales hombres de negocios del país al acto por Papel Prensa.
El intercambio arrancó en el marco del tradicional encuentro anual del Consejo de las Américas, cuando el presidente de FIAT y uno de los vicepresidentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), Cristiano Rattazzi, advirtió que los empresarios «no son felpudos» de la Casa Rosada y reclamó «reglas de juego claras».
Las palabras de Rattazzi provocaron una rápida reacción del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien en el mismo ámbito sostuvo que el titular de FIAT «le falta el respeto a los argentinos» con sus críticas al Gobierno porque, según dijo, «el negocio de él (el de las automotrices) es brillante».
«Yo no soy el felpudo de Rattazzi», retrucó el jefe de Gabinete e ironizó muy duro sobre lo afirmado por el vicepresidente de la UIA, al sostener que sus declaraciones dependen «de qué pastilla tomó a la mañana» y lamentó que «pareciera que busca títulos para los diarios».
Además del jefe de Gabinete, otros dos ministros, el de Economía, Amado Boudou, y de Trabajo, Carlos Tomada, elogiaron ante foros empresarios las posibilidades de inversión en la Argentina y fustigaron las políticas neoliberales de los 90.
Pero Rattazzi, uno de los vicepresidentes de la UIA, criticó incluso las políticas oficiales que «cambian las reglas para luego crear nuevos monopolios», en referencia al enfrentamiento del Gobierno con el Grupo Clarín.
Además, defendió que los empresarios se reúnan para intercambiar ideas, como lo hizo el miércoles el denominado «Grupo de los Siete».
«Tenemos que reunirnos todos (los empresarios) como pasa en todo el mundo. Estoy totalmente a favor de esos encuentros y los voy a apoyar siempre», planteó el industrial y advirtió que los salarios están mostrando que existe una inflación muy alta», agregó.
El cruce también despertó reacciones en el propio frente interno del empresariado y sumaron alto voltaje a la pelea.
En especial cuando el CEO de TN & Platex y ex presidente de la Fundación ProTejer, Aldo Karagozian, advirtió: «No creo que nadie se anime a volver atrás y si esto ocurre vamos salir a la calle», con un lenguaje inusual para ese tipo de ámbitos.
«No nos vamos a quedar quietos y por eso la industria debe seguir invirtiendo», alertó el empresario textil, al hablar en la convención que realizó ese sector.
El sector textil, junto con el del calzado y el metalúrgico -los más protegidos por la política económica- realizaron en ese encuentro una cerrada defensa del «modelo productivo» actual.
El titular de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio, advirtió que «aquellos que renuncien a nuestra defensa nos encontrarán de la vereda de enfrente».
También el titular de ADIMRA y ex presidente de la UIA, Juan Carlos Lascurain, destacó que la industria «está pensando en una Argentina industrial», mientras que desde la oposición no se sabe si están pensando en «desfinanciar al Estado», con propuestas como «el 82 por ciento móvil que no se puede pagar y todo este ruido».
Por su parte, en el marco del encuentro del Consejo de las Américas, el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, dijo que los empresarios deben «lograr coincidencias básicas», tanto con el Gobierno como con la oposición, con el fin de «tener un horizonte claro» para sus negocios.
De la Vega destacó que la situación económica del país «es buena», y estimó necesario que «los argentinos sepamos aprovechar esta situación».
«Nosotros creemos que hay que aprender del pasado, de los fracasos de otros años, mirando al futuro y con ánimo constructivo», enfatizó el directivo.
El titular de la Cámara de Comercio admitió su preocupación por el cauce que tomaron algunos conflictos gremiales, en particular, aunque no los nombró, los vinculados con el gremio de Camioneros que conduce Hugo Moyano, aliado de los Kirchner.
«Deben dejar de aplicarse acciones de hecho que afecten a empresas, trabajadores y consumidores», reclamó, en clara referencia al bloque a Siderar.