El «metegol humano», una variante del fútbol 5 con distanciamiento social, preventivo y obligatorio y en la que los jugadores no tienen contacto físico, nació «de la necesidad» en el marco de la pandemia de coronavirus, confió su inventor, el rosarino Ramiro Fabris.
«La necesidad nos dio creatividad», le dijo Fabris, de 36 años. En su complejo Tifosi, situado en el barrio de Arroyito (a unas diez cuadras de la cancha de Rosario Central), el empresario tiene 29 canchas de este «fútbol alternativo».
«El DNU (decreto de necesidad y urgencia) dice que se puede jugar hasta diez jugadores sin contacto físico. ¿Cómo volvemos?, nos preguntamos con mi socio (el entrenador de básquetbol de Pergamino) Gustavo Ciuffo. Con el fútbol-tenis, pensamos, pero son dos contra dos y no es tan fácil», recordó.
«El fútbol 5 está bueno no tanto por el juego en sí mismo sino por la socialización que permite el deporte, que hoy más que nunca es salud», agregó. El hecho de juntarte con diez amigos a jugar un picado y compartir un asado es una necesidad».
Consultado sobre el origen de la idea, el empresario contó: «Estaba habilitada la zumba, que es un baile con cuadriláteros, pero yo necesitaba que vinieran diez, a 150 pesos por cabeza, para que me dieran los números y fuera redituable».
«Entonces nació el metegol humano -siguió-, que ahora lo juegan hasta los profesionales a un toque y me hicieron notas en el canal de Reuters, que reproducen 1.600 canales en el mundo, de la cadena Cope de España, y de un portal de Rusia».
Sobre los protocolos de prevención, finalmente, Fabris advirtió: «De esta forma conocemos la trazabilidad de los jugadores y queda en la PC con sus nombres y datos, vienen en auto cambiados, juegan una hora y se vuelven igual, sin cambiarse ni bañarse en la cancha, con todos los protocolos de seguridad del Covid-19».