Nuevas revelaciones sobre las actividades financieras ilegales del rey emérito Juan Carlos I volvieron a provocar estupor este martes en España, al conocerse que durante años introdujo al país miles de euros en efectivo por el aeropuerto internacional de Barajas, sin declararlo al fisco.
El abogado y presunto testaferro del ex monarca, Dante Canónica, se desplazaba regularmente desde Ginebra hasta Madrid en vuelos regulares de la compañía Iberia, para entregarle en mano a Juan Carlos de Borbón los billetes, según la documentación que publicó el diario El Confidencial.
Los movimientos de fondos, realizados entre 2008 y 2012, habrían permitido a la familia real disfrutar en España de la fortuna no declarada que el rey emérito poseía en el extranjero, en un momento en que el país sufría graves recortes de gasto.
El dinero, procedente de la cuenta en Suiza con los fondos que Juan Carlos de Borbón recibió en 2008 de la monarquía saudita en coimas por la adjudicación a empresas españolas del tren de alta velocidad de Medina a La Meca, entró por los controles del aeropuerto.
Según El Confidencial, no consta que ni una sola de las remesas transportadas por Canónica fuera declarada a la Agencia Tributaria, pese a que la normativa fiscal prohíbe introducir más de 10.000 euros en efectivo desde Suiza o cualquier otro país no miembro de la Unión Europea.
El testaferro del rey emérito siempre superó holgadamente esa cifra en sus viajes –oscilaron en torno a los 200.000 euros y algunos llegaron incluso a los 300.000–, como demuestran los registros de la cuenta 505523, controlada a través de una sociedad instrumental panameña, Lucum Foundation, que publicó el periódico español.
Canónica iba personalmente a las oficinas del banco Mirabaud de Ginebra, retiraba los fondos, y se los llevaba al rey Juan Carlos. Las entregas, que en algunos momentos se realizaban semanalmente, quedaban anotadas en un sistema de contabilidad interno muy rudimentario, que consistía en un recibo sin membrete firmado por el ex monarca.
En algunas ocasiones fue Arturo Fasana, socio de Canónica, quien se encargó de llevarle el dinero al rey al palacio de La Zarzuela.
En las últimas semanas, la prensa española sacó a la luz la documentación de la investigación abierta en Suiza contra el padre del rey Felipe VI, que fue remitida a España, donde el Tribunal Supremo estudia acusar al ex monarca de presunto blanqueo y evasión, aunque a partir de 2014, la fecha de su abdicación.
El fiscal suizo Yves Vertossa considera que existen pruebas de que el ex monarca recibió en 2008 unos 100 millones de dólares de Arabia Saudita en comisiones ilegales que ocultó a través de una empresa off shore con cuenta en Suiza, y que en 2012, transfirió el dinero que le quedaba a su ex amante, la empresaria Corinna Larsen.
Mientras el rey Felipe VI intenta desmarcarse de las activadas ilegales de su padre –rechazó su herencia y le negó su asignación como rey emérito–, las revelaciones suponen un escándalo cada vez más grande y, por primera vez, abrieron un debate en torno a la legitimidad de la monarquía.
No obstante, por el momento, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, quien consideró que la información era «inquietante» y «perturbadora», apenas se abrió a plantear una reflexión sobre reformar la Constitución para limitar la inviolabilidad del Rey, que impide que sea juzgado por actos cometidos en su cargo.