Por: www.dataclave.com.ar
El Presidente de la Nación Alberto Fernández anticipó a Página 12 que intentará presentar esta la semana la Reforma Judicial con el propósito de «hacer un reordenamiento de todo el sistema de la Justicia Federal».
Tal como viene contando y analizando Data Clave, finalmente saldrá a la escena política una de las propuestas «albertistas» de campaña. El mandatario, desde el 2019, viene levantando las banderas contra el actuar Poder Judicial y su accionar «poco transparente» y «conservador».
«Yo me propuse hacer un reordenamiento de todo el sistema de la Justicia Federal. Un reordenamiento que va mucho más allá de Comodoro Py. Es muy ambicioso, tan ambicioso como necesario porque la justicia federal se ha exhibido ante nosotros con un funcionamiento defectuoso», le expresó a Página 12 Alberto Fernández.
Explicó a su vez que la reforma tiene una ley que «ordena a la justicia federal de todo el país para que empiece a funcionar de otra manera», sumado a que contará con «con más tribunales, fiscalías, defensorías y tribunales orales». El proyecto no deja de tener interrogantes del propio Fernández, que aclaró que estará asesorado durante 60 días por un Consejo que pondrá las medidas en «objeto de análisis».
El presidente criticó el papel de la Justicia y se amparó en Julio Maier, de quien fue ayudante de cátedra y falleció hace poco tiempo: «El Poder Judicial tiene cierta forma conservadora que resiste a los cambios. En estos días lamentablemente hemos perdido a Julio Maier, pero yo era su ayudante de cátedra cuando ya en épocas de Alfonsín trató de imponer el sistema acusatorio y le fue pésimo. Terminamos haciendo este engendro donde siguieron coexistiendo los juzgados de instrucción con los tribunales orales para que los jueces de instrucción no pierdan el poder que tenían».
En cuanto al escándalo por el espionaje ilegal de la AFI, Alberto sostuvo que cree en el Estado de Derecho y que «nadie debe ser espiado por lo que dice ni lo que piensa», y si bien prefirió no opinar del tema, dijo que «si los hechos ocurrieron, la investigación se haga con toda seriedad y respetando las reglas del debido proceso y el estado de Derecho, como no hicieron antes».
Por último, cuestionó la ley del arrepentido porque es una medida que «puede generar una enorme perversión de incentivar a alguien a decir lo que no ocurre tan sólo para poder sentirse liberado».