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AC/DC y su disco “Back in Black”: el rock en uno de sus estados de pureza

Este viernes cumple 40 años el álbum que catapultó mundialmente al grupo australiano y vendió 50 millones de copias. Grabado tras la muerte del cantante fue un homenaje a su partida, desde su tapa negra hasta la libido y testosterona de sus letras y el excelso júbilo rockero propias del ex miembro

Con dos guitarras como las de Angus y Malcom Young, AC-DC ya tenía servida una carrera musical por demás de promisoria. Tempranamente influenciados ambos por solistas o bandas diversas pero con clara afiliación rockera como Chuck Berry, Rolling Stones, The Who, The Kinks, para citar algunos con una potente luz propia, no pasaría demasiado para que integraran –o armaran– formaciones primigenias donde ya Angus primereaba con sus seis cuerdas Gibson SG y Malcom se sentía cómodo marcando con su rítmica, una stratocaster algo destartalada.

Eso ocurría en Sidney,  Australia, a fines de los 60 del siglo pasado donde los entonces jóvenes hermanos irlandeses ya intuían que el rock y el blues eran sonoridades que les sentaban maravillosamente y que no sólo se defendían sino que abonaban un estilo con condimentos de imaginativa factura.

En 1973 Malcolm armó una banda a la que llamó AC/DC, sugerida esta denominación por su hermana Margaret a partir de la marca grabada en su máquina de coser con la que confeccionaba algunos modelos hippies para sus amigos, y fue ella la que también diseñó para Angus el ya legendario uniforme de colegial de la que diría años después, cuando AC/DC ya se había ganado un lugar entre las grandes bandas de rock: “Él era muy joven entonces y yo no podía dejar de verlo con su uniforme del colegio, me parecía que era lo que mejor le quedaba y no me costó demasiado convencerlo”.

Una banda inspirada y con ideas

Ya una arrasadora energía perfilaba a la banda y aunque la gente festejaba mucho sus covers de Berry, Rolling o Elvis Presley, temas propios como “Sunset Strip” o “The Old Bay Road” portadores de básicos y pegadizos riffs –la marca de fábrica–, hacían que se los viera como una banda inspirada y con ideas.

Durante sus primeros tiempos la formación tuvo innumerables modificaciones y sustituciones –Angus tocaba guitarra rítmica al principio y luego sería primera, como siempre lo supo–: “Muchas de las composiciones eran de Malcolm y sentíamos que él era el indicado para tocar como guitarra solista”, había dicho quien después descollaría como líder con ese instrumento.

Al perfil de AC/DC contribuyeron varios músicos, entre los que se encontraba el escocés Bon Scott, batería y cantante de pegadoras bandas australianas como The Spektors y The Valentines.

Scott también escribió algunas de las letras más irónicas y sacadas de AC/DC, en las que predominaba el sarcasmo y un erotismo que rozaba la pornografía pero también cierto afán combativo con pasajes que aludían al sometimiento de la clase trabajadora.

Su porte escénico, conformando un enfático trío con los hermanos Young, lo situó como uno de los frontman más carismáticos de la historia del rock.

Justamente Scott fue quien abandonó involuntariamente la banda cuando se encontraba en el mejor momento artístico –y comercial–.

Apenas terminaba el primer mes de gira por las capitales europeas cuando falleció ahogado en su propio vómito en febrero de 1980, debido al abuso de alcohol tras una desenfrenada juerga nocturna a las que todos los miembros del grupo eran muy afectos y que por los excesos en algunas de ellas, los mismos hermanos Young fueron asistidos.

“Sólo nos divertimos y recuperamos el líquido que perdemos en las actuaciones, que es mucho”, había dicho Malcolm luego de salir de una internación de un par de días aunque sin secuelas.

A Scott lo reemplazaría Brian Johnson, que encajaría perfectamente en el espíritu de la banda pese a venir fundamentalmente de la escena del blues y el soul, y su debut fue en lo que sería el demoledor Back in Black, un disco donde el ritmo intenso, la jactancia de las voces, las letras de las canciones despidiendo libido y testosterona, una filosa ironía y un excelso júbilo rockero lo harían vender más de cincuenta millones de copias.

Rápido para mantenerse erguido ante las adversidades, AC/DC daría, con este, uno de sus mejores discos luego del guantazo que sufrió con la pérdida de Scott y puso de manifiesto que su capacidad creativa seguía su curso en ascenso.

Un desbordante riff inicial

Back in Black fue grabado en un estudio de Bahamas y Angus señaló que fue pensado como una suerte de homenaje a Bon Scott y se decidió que su tapa fuera negra como señal de luto.

Tal decisión les trajo no pocos inconvenientes con la discográfica pero eso no haría mella sobre la forma en que pensaron la carátula y, entrelíneas, también el sentido homenaje se refleja en varios de los momentos de los temas  “Shoot To Thrill”, “Hells Bells” e incluso “Back In Black”, en la que retoman los aires tormentosos de las letras y las intenciones musicales del compañero de ruta desaparecido.

Angus dijo después, cuando el disco ya se había convertido en el más vendido de la banda que su diseño no sólo llevó tiempo de ensayo hasta dar con los climas sino que fue un semillero de ideas acerca de cómo rendir tributo al compañero musical y a uno de los que más admiraban entre los que integraron la formación. “…tiramos muchas ideas.

Después elegimos las mejores entre más o menos doscientas. Creo que buscábamos saber cómo se hacen los grandes temas. Con suerte cada tanto, si estás inspirado, todo parece salir bien y en ese momento ocurrió eso. Bon era el tipo con el que compartíamos eso de buscar la canción perfecta”.

El disco comenzó a escalar las top list de todo el mundo en corto tiempo y de alguna manera significaba dos cosas al mismo tiempo: un éxito rotundo que elevaba a alturas impensadas la llegada de la banda y el desenlace de un tiempo vivido con la muerte de Scott y la vuelta de página.

Angus se había mostrado triste durante bastante tiempo, incluso después de la salida del disco. En una entrevista para la revista Rolling Stone, dijo: “…Fueron muchas cosas al mismo tiempo. Todavía ahora hay gente que me pregunta: «¿Te parece que AC/DC sería lo mismo si Bon estuviera vivo?» No se puede saber, es una pregunta imposible.

Nunca se sabrá cómo hubiera sonado si él hubiera participado. Sólo podés opinar basándote en el pasado. Y podrías decir: «Bueno sé que el disco es todo guitarra y podría haber sido distinto».

Hay momentos en los que pensás que podríamos habernos dado el gusto de concentrarnos sólo en las letras, usando la guitarra como un toque de color.

Creo que la música sería el pilar principal, eso no hubiera cambiado con Bon pero en el fondo no podemos saberlo”.

“Back in Black”, el tema, es la sexta pista del disco y el desbordante riff inicial sería uno de los más convocantes de la banda, utilizado en innumerables situaciones –hasta publicitariamente– y fue versionada por grupos como, entre otros, Foo Fighters, Six Feet Under, Carlos Santana y fue denominada por el Salón de la fama del Rock como una de las 500 canciones que contribuyeron a la identidad del rock mundial.

“What Do You Do for Money”, “Given the Dog a Bone Honey”, “Let Me Put My Love Into You”, “Have a Drink on Me”, “Shake a Leg” y “Rock ‘n’ Roll Ain’t Noise Pollution”, son las canciones que completan el disco, además de las mencionadas, y que hoy pueden escucharse como si hubiesen sido compuestas ayer.

SAN FRANCISCO, USA – FEBRUARY 16:Brian Johnson and Angus Young from AC/DC perform live on stage at the Cow Palace in San Francisco on February 16, 1982 (Photo by Clayton Call/Redferns)

Virtuosismo delirante

El 25 de julio se cumplen cuarenta años de la salida de este disco y ya en la cuenta de twitter de la banda dieron detalles de la conmemoración que incluye un pedido a sus fans de todo el mundo de que se tomen selfies con algo alusivo a la banda y la compartan por Instagram bajo la promesa de aparecer en una página especial por el aniversario de Back in Black.

Al mismo tiempo, por medio de su cuenta oficial de YouTube, la banda señaló que ya está en marcha una serie documental en episodios donde mostrarán pasajes sobre la producción del álbum, que ya tuvo un adelanto el pasado 14 de julio (disponible) en el que puede verse a Angus junto a Malcolm (ya muerto en 2017) mientras polemizan sobre lo que sería el primer simple del disco, el furioso “You Shook Me All Night Long”.

El virtuosismo delirante de ese álbum lo masticaron entre Brian Johnson en voz; Angus Young, en primera guitarra; Malcolm en rítmica y coros; Cliff Williams en bajo y coros, y Phil Rudd en batería. Lo que se escucha es rock en uno de sus estados de pureza.

 

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