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No va más: los gremios municipales definen este jueves cómo y cuándo será la medida de fuerza

La Festram reclama una urgente recomposición de salarios para remontar la pérdida de poder adquisitivo según las mediciones del Ipec: a agosto estiman en 10.000 pesos que se resignaron por las subas en la canasta básica. Pero también reclaman por bonos anunciados y no pagados. Y todo eso es a cuenta

Hasta acá llegamos. Los gremios municipales de toda la provincia pondrán hoy modalidad y fecha a una medida de fuerza en reclamo de una “urgente” recomposición que vuelva a poner a los salarios del sector con un poder adquisitivo en línea con la inflación. Y esto mientras se discute cómo será la política salarial hasta fin de año, lo que quiere decir que la exigencia inicial ya queda corta antes aún de que se atienda, lo que de igual modo hasta ahora no ocurrió. “Durante lunes, martes y miércoles los delegados de las 200 reparticiones municipales definieron un rechazo unánime a todo lo que no sea un aumento salarial”, marcó el titular del Sindicato Municipal de Rosario, Antonio Ratner, quien además forma parte de la directiva de la Festram, la Federación provincial. El dirigente confirmó a El Ciudadano que el poderoso aparato sindical ya unificó posturas hacia su interior y durante el mediodía de este jueves los delegados paritarios, a los que se les cedió el poder de decisión, darán el anuncio de cómo y cuando será la protesta. La primera de una serie, si no se atienden sus reclamos.

En la larga lista de los trabajadores municipales no sólo se cuenta recuperar al nivel de la medición del Instituto Provincial de Estadística y Censos la pérdida de poder adquisitivo del salario –que se calcula en unos 10.000 pesos por los aumentos en la canasta básica que se soportan con los mismos ingresos que a principios de año– sino también el cobro de dos bonos: uno del gobierno nacional, de 5.000 pesos para el personal afectado a áreas de Salud en medio de la pandemia de Coronavirus –“En Rosario la mitad del personal municipal está en la Salud Pública”, mensuró Ratner– que según el gremio todavía no lo percibió el 30 por ciento del personal al que le corresponde. Y otro bono de 3.000 pesos para el personal declarado esencial, que siguió trabajando en medio de la cuarentena obligatoria dispuesta por el gobierno nacional. Entre ellos, cuenta el dirigente gremial, están los trabajadores municipales destinados a labores contra otra epidemica, la del dengue, que implica la fumigación de algunas zonas de la ciudad, el mantenimiento de áreas para que no pueda proliferar el mosquito y otras tareas claves. “A este bono no lo cobró nadie. Se debe abril, mayo, junio y julio”, marcó el dirigente gremial.

Con esta situación, los gremios de toda la provincia le confirieron el mandato a quienes los representan en las paritarias, mesa a la que se sientan representantes del Sindicato Municipal de Rosario y de los de Santa Fe, Coronda, Santo Tomé, Rafaela y Capitán Bermúdez. Esos delegados son los que se reunirán este jueves de forma virtual para resolver, no ya una medida de fuerza, sino su modalidad y fecha, la que con seguridad incluirá un lapso para que municipios y comunas puedan hacer un ofrecimiento. Después, en todo caso, se verá, si es que llega, si atiende y en qué medida las demandas. No parece fácil.

Ratner remarca, por ejemplo, que el último salario de bolsillo mínimo acordado en diciembre era de 32.935 pesos. Lo llama “sueldo garantizado” y no incluye horas extras ni adicionales: define que ningún trabajador del sector puede cobrar por debajo de esa cifra.Y no son pocos los que lo hacen: Ratner estima en unos 1.500 trabajadores –de un total de 12 mil– la cifra, y remarca que ocho meses después se mantiene inalterable, a pesar de que todo aumentó.

El gremialista recordó que el gobierno nacional implementó un “Fondo Covid” por la pandemia y giró remesas a todas las provincias. Y que ningún municipio o comuna debería tener problemas en pagar los salarios con esa plata: de hecho, menciona el caso de Timbúes, donde al personal comunal se le concedió una suba salarial del 20%, mientras en otros municipios se hicieron pagos desdoblados. “Así de dispar es nuestro gremio”, remarca.

Por su parte, el titular de la Festram, Claudio Leoni, coincidió con Ratner en que hasta ahora fueron los trabajadores los que hicieron “un esfuerzo muy grande”, mientras que para los municipios la no actualización de salarios “les ha permitido ahorrar unos 800 millones de pesos”.

«Lo hemos estimado incluso: el salario promedio dejó en estos meses más de 20 mil pesos por trabajador, es decir que los municipios se ahorraron en recursos más de 800 millones de pesos por no actualizar la política salarial de este año, donde el esfuerzo recayó solamente en los trabajadores», sostuvo el secretario General de la Federación.

Y marcó, sobre la decisión que se tomará este jueves: «Lo que estamos haciendo es discutir qué medida de fuerza tiene mayor visibilidad y menor costo en esta situación de pandemia, costo en cuanto a que no queremos que los trabajadores ni la comunidad tengan alguna consecuencia», añadió.

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