Un grupo de tiradores se presentó este miércoles pasadas las 19 en un pasillo cercano a Savio al 2500 y abrió fuego. Del otro lado contestaron con más plomo y el saldo fue un doble homicidio. Una de las víctimas, de 27 años, recibió múltiples disparos y falleció en el pasillo, mientras que la otra murió en la guardia del hospital Roque Saénz Peña, describieron los voceros policiales.
Los investigadores no descartan que se haya tratado de un enfrentamiento entre bandas dedicadas al narcomenudeo y aportaron que el hombre que falleció en el hospital se le había declarado la rebeldía de la Justicia federal en la causa donde fueron condenados la hermana y el cuñado de Esteban Lindor Alvarado.
De acuerdo con voceros policiales, los primeros en llegar a la escena fueron los uniformados de Comando Radioeléctrico, quienes se encontraron el cuerpo de un hombre tirado entre la puerta principal y el pasillo. Tenía múltiples impactos y no pudieron identificarlo. Este jueves, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que la víctima fue identificada como Fernando Gaspar Rodríguez, de 27 años.
Tras una serie de entrevistas, los policías indicaron que determinaron que se había producido un enfrentamiento con desconocidos y que uno de los moradores, quien fue herido en el patio de la casa, había sido trasladado por sus familiares hasta el hospital Roque Sáenz Peña.
Esta víctima fue identificada como Carlos Ariel Daniel Gaeta, de 50 años y conocido como Jerry. Los médicos le diagnosticaron dos impactos en el tórax e informaron que falleció mientras intentaban estabilizarlo.
El caso quedó a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, quien ordenó medidas al personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal y del Gabinete de Criminalística para determinar la mecánica, el móvil y la identidad de los homicidas.
Los pesquisas hallaron vainas servidas, aunque no aclararon cuantas o el calibre.
Una vida esquiva
Con respecto al móvil del ataque, los investigadores indicaron que no descartan que se haya tratado de un enfrentamiento por el liderazgo del territorio para la venta de drogas al menudeo.
Los detectives basaron esa hipótesis no sólo en las características del ataque sino también porque Jerry contaba con un pedido de captura por rebeldía de la Justicia federal. Es que no se presentó en febrero de 2019 en el juicio donde quedaron condenados en primera instancia Yanina Alvarado y su esposo Fabricio Lorincz por comercialización de estupefacientes. En esta causa, Jerry estaba señalado como quien vendía drogas al menudeo para la banda en una casa de Avellaneda al 5200. Cuando lo detuvieron en diciembre de 2014, le encontraron casi medio kilo de cocaína y un revólver.
Jerry había esquivado a la muerte poco antes: el 14 de septiembre de 2013 lo balearon en las piernas en el bar Magdalena. Dos tiradores lo sorprendieron y le dispararon sin mediar palabras en San Martín y Cachamay, de Villa Gobernador Gálvez.
Según dijeron fuentes policiales, en este último tiempo a Jerry también lo buscaban por estar sospechado de haber participado por un homicidio ocurrido dos meses más tarde de haber sufrido esta advertencia de plomo traducida en impactos en los miembros inferiores: el 2 de noviembre de ese año, Jesús Santa Cruz, de 25 años, fue acribillado por los ocupantes de un auto rojo cuando caminaba por Salvá y 25 de Mayo (colectora de avenida Circunvalación). Eran las 9.30 y los vecinos contaron que el pibe era soldadito de un búnker que estaba a la vuelta por pasaje 525 al 400.
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