El gobernador Omar Perotti consideró que sin la intervención del Estado es muy difícil que Vicentín no quiebre. Así lo expresó el mandatario santafesino durante una entrevista en radio La Red.
Con respecto al plan de rescate presentado por la provincia, Perotti señaló: “Al juez le informamos que sin la voluntad del cambio de administración y del fideicomismo, no teníamos las condiciones para participar”.
De acuerdo a la evaluación hecha por el juez Fabián Lorenzini a cargo del concurso de Vicentin, la agroexportadora tiene un pasivo superior a los 1.500 millones de dólares y activos cercano a los 600 millones de la misma moneda. Conocidos estos números, Perotti remarcó que “estamos convencidos de que sin una intervención del Estado es muy difícil que no quiebre”, y agregó: “No veo la chance de que aparezca alguien que en este concurso tenga el deseo de reactivar la empresa”.
Con anterioridad, el secretario de Justicia de Santa Fe, Gabriel Somaglia, había expresado que “la quiebra sería la peor salida” para la crisis de la empresa agroexportadora. Y aseguró que “la posibilidad de quiebra siempre está latente en cualquier concurso. Si la empresa no puede alcanzar un acuerdo con los acreedores necesariamente el paso siguiente es la quiebra, que es el desguace y el remate de los bienes”.
La saga de Vicentin comenzó el 4 de diciembre del año pasado, seis días antes del recambio de gobierno, cuando la empresa declaró pasar por un “estrés financiero” que la llevaba directamente a la cesación de pagos dejando el tendal de acreedores, entre ellos productores, bancos, principalmente el Nación, los Estados provincial y nacional, y proveedores.
El anuncio conmovió al ambiente económico y político. Vicentin exportó 2,6 millones de toneladas de granos, 5,9 millones de toneladas de subproductos y 1,4 millones de toneladas de aceites durante 2019, lo que permitió situarse como la cuarta agroexportadora del país y primera en subproductos y aceites.
La inesperada muerte del CEO de Vicentin, Sergio Nardelli, no hizo más que sumar incertidumbre sobre el futuro de la megaexportadora de la localidad santafesina de Avellaneda.