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Con «Terrible», Alejandro Malowicki suma un nuevo aporte de cine local pensado para las infancias

La llegada de su nueva película a la oferta de estrenos de esta semana en la plataforma Cine.ar Play le permite a su experimentado director defender la producción de films para esa franja etaria que, según advirtió con pesar, no se estimula en el país
La llegada de Terrible a la oferta de estrenos de esta semana en la plataforma Cine.ar Play le permite a su director, el experimentado Alejandro Malowicki, defender la producción de films para las infancias que, según advirtió con pesar, no se estimula en el país.

«La mayor parte de las dificultades para hacer películas para las niñeces en nuestro país se debe a que las escuelas de cine y televisión que forman para que la producción nacional audiovisual para adultos tenga calidad, cantidad y diversidad, no hacen lo mismo para el género infantil», se lamentó el realizador.

Durante una entrevista con la agencia de noticias Télam, el también autor de Pinocho (1986) y Las aventuras de Nahuel (2009), consideró que debido a esa falencia, «los estudiantes y futuros profesionales desconozcan cómo encarar películas para el público infantil, ignoren el placer de hacerlas y tampoco estén informados, por ejemplo, acerca de la demanda que existe por parte de las plataformas y señales del universo streaming».

En esa panorámica de una situación que conoce en profundidad, el cineasta, de 76 años, añadió: «Existe otra causal muy importante y es la falaz existencia de un libre mercado en el que participa un sólo actor conformado por corporaciones norteamericanas que utilizan sus enormes recursos para monopolizar las pantallas».

Al respecto, Malowicki insistió: «Es imprescindible que el Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) asuma con decisión el rol que le cabe haciendo cumplir las resoluciones relacionadas con la cuota de pantalla».

Aún con ese cuadro, el realizador sumará desde este jueves a Terrible a la sección de estrenos de la plataforma del Incaa. El nombre del film es el de una marioneta cansada de su rol malévolo que perturba al titiritero Juan y lo hace querer dejar el amoroso oficio con el que se vincula con los niños y jóvenes del tranquilo pueblo donde transcurre la historia.

En Terrible y además de Juan (a cargo del sólido Bernardo Forteza), se destacan el joven cartonero y aprendiz de titiritero Nahuel (Lucas Aranda), la bella fotógrafa Carola (Carolina Arbós) y la maestra del lugar (Carolina Painceira).

El peculiar universo intimista en el que se desarrolla la trama escrita y dirigida por Malowicki y producida por Enrique Muzio, reconoce los aportes de Liza Gieco (Arte), Jorge Ruiz (Fotografía) y Martín Bianchedi-Gustavo Lencina (música y textos), quienes, resalta el director, «participaron para que mi sueño sea realidad».

Respecto de cómo surgió Terrible, Malowicki repasó: «Fue a partir de mi necesidad de expresarme como autor acerca de las dificultades creadoras que debo enfrentar cuando me propongo hacer una película que también pueda ser comprendida y gozada por el público infantil desarrollando temas tales como el acto creador y sus dificultades, la influencia del medio en el trabajo de los artistas y por supuesto cómo la realidad social influye en la expresión autoral. En otro plano también surge como la necesidad de demostrar que para hacer películas que incluyan entre los espectadores a las audiencias infantiles es necesario valorar sus experiencias, conocer sus necesidades y deseos y, desde ese lugar, no elegir «de qué les puedo hablar» sino «cómo se los puedo expresar»».

El cineasta habló finalmente acerca de cómo se vincula Terrible con las otras dos películas que hizo  para niños, las referidas Pinocho y Las aventuras de Nahuel. «En cada una de las películas, los protagonistas deben enfrentar situaciones conflictivas que hacen peligrar sus necesidades básicas de libertad en el caso de Pinocho, de hambre en el caso de Las aventuras de Nahuel y de creatividad en el caso de Terrible. Y en las tres logran superar esas dificultades tanto por sus fortalezas como por la solidaridad de sus semejantes».

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