Como en cada distrito de la provincia, la pandemia pegó de lleno en el entramado social de Villa Gobernador Gálvez, en especial en el sector de la economía informal. Tras la renuncia de Esteban Colombo por problemas de salud, desde el 1º de agosto la Subsecretaría de Desarrollo Social la ocupa un hombre de extrema confianza –fue su secretario privado- del intendente Alberto Ricci, y militante del socialismo local, Leandro Sánchez. En diálogo con El Ciudadano, Ricci y el flamante subsecretario explicaron que desde el inicio de la pandemia se triplicó el número de familias que son asistidas en el municipio y se multiplicó por seis la cantidad de personas. También adelantaron que buscan profundizar la descentralización de la gestión y apuestan a un nuevo modelo de intervención en las disputas entre vecinos: los Centros de Convivencia Barrial.
“Desarrollo Social y Salud son las áreas más complicadas, requieren atención y estar las 24 horas con los teléfonos encendidos”, dijo Ricci y explicó el crecimiento que tuvo la asistencia en la ciudad vecina: “El cierre de los comedores en las escuelas hizo que toda la demanda cayera en el municipio. Triplicamos la cantidad de familias asistidas (de 2.000 a 6.000) y sextuplicamos la cantidad de módulos alimentarios (de 2.000 a 12.000)”.
En el mismo sentido, Sánchez explicó que están aportando “más de 6.000 raciones diarias de copa de leche”, además de asistir a “una red de comedores y copas de leche populares”, impulsadas por vecinos que espontáneamente se convocaron para la emergencia.
El intendente también explicó cómo fue el proceso para recuperar los fondos prometidos en el 2019 por el macrismo para la emergencia social, que no habían llegado a Villa Gobernador Gálvez: “Antes de esta pandemia teníamos un acuerdo con el gobierno anterior, donde recibíamos 2.000 módulos de alimentos todos los meses, para distribuir. Antes de fin de año firmamos un convenio donde decían que nos iban a mandar el dinero, firmamos todo pero esa plata nunca llegó. Cambió el gobierno, fuimos a Buenos Aires y logramos que ese dinero se destrabara, y también firmamos la llegada de un fondo rotativo de otros 3 millones de pesos de la provincia, y con el Ministerio de Desarrollo Social hicimos un pedido de 8 millones de pesos para los próximos 3 meses, para cubrir esas necesidades”.
Sobre los objetivos de su gestión en Desarrollo Social, Sánchez dijo: “Estamos profundizando el acercamiento de la gestión a los distintos barrios porque estamos viendo que producto de la pandemia es mucho más necesario al haber una restricción en la movilidad de las personas, y cada uno de los barrios tiene una complejidad y un dinamismo propio que es necesario tener en cuenta. Estamos desplegando herramientas de intervención en los barrios que nos permitan llegar de forma mucho más fluida al vecino que en un esquema más centralizado. El eje es la descentralización de los servicios de desarrollo social en los barrios en coordinación con las organizaciones sociales y organizaciones intermedias”.
En una idea que trasciende a Desarrollo Social, el municipio creó la primera Estación de Convivencia Barrial. Y así lo explicó Ricci: “La idea nace de una problemática de un barrio entre vecinos. Estábamos haciendo una obra de un desagüe en barrio La Ribera, entre un canal que junta el agua y el río, pero había un terreno desocupado donde un pastor y un grupo de vecinos lo empezaron a ocupar para hacer una iglesia, y otro grupo de vecinos se oponía. ¿Qué pasó? Hicimos la obra y pusimos el cartel de Estación de Convivencia Barrial, donde pueden tener un lugar los vecinos que quieran la iglesia, la copa de leche, un espacio para orar y para juntarse, y también los que necesiten apoyo escolar, talleres de oficio, y así nació esto nuevo y estamos en la etapa de lanzamiento de la primera Estación de Convivencia Barrial. En lugar de mantener la división, generás un punto de unidad”.
En relación a las políticas de género, Sánchez dijo: “La clave es la coordinación con las distintas agrupaciones de mujeres que tiene la ciudad. Existen organizaciones de mujeres muy activas en la ciudad, agrupaciones políticas, sociales, barriales, y una de las principales características es su trabajo territorial. Estamos viendo que los casos que llegan son muy graves, por eso estamos tratando de fortalecer esta red de contención para que los casos lleguen antes de que sea una situación irremediable”.
Por último, el intendente Ricci habló sobre el escenario que imagina en la pospandemia para el sector productivo: “Lo primero que tenemos que saber es que todavía no sabemos cuándo vamos a salir. Cuando miramos las cifras internacionales, de países de Europa donde hay rebrotes, tenemos que ser conscientes de que tenemos que aprender a convivir con este virus hasta que no se encuentre la vacuna que lo elimine, o por lo menos que nos inmunice a todos. Villa Gobernador Gálvez tiene empresas grandes que producen alimentos, más las exportadoras, y Unilever, que es la única que produce jabones de tocador para Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay. Esto te da cierto margen, porque entre estas empresas hay 7, 8 mil puestos de trabajo asegurados, tanto directos como indirectos. Lo que se vio muy caído, sí, es el trabajo informal, la típica changa, y recién ahora vemos que se está reactivando la construcción, que es un rubro que mueve a otros. Lo que nosotros tenemos que hacer es adaptarnos a esta nueva vida, hay cosas que no van a volver en lo inmediato, todavía no sabemos, atado a eso no vuelven el transporte escolar, ni los jardines, ni los salones de fiesta, va a haber que readaptarse, y si no mucha gente va a quedar fuera del sistema. Nos cambió el modo de vida, de comunicación, y creo que los gobiernos no tomaron el camino de concientizar al pueblo de que todos tenemos que ceder cosas y readaptarnos. Enfocarnos a lo que viene no es fácil, el gobierno nacional tiene que tomar las riendas y concientizar. Yo lo veo de mi posición de intendente, pero es el de arriba el que tiene que trasladarlo a la comunidad”.