Este sábado, en el marco del Festival El Club del D7, la cantante y compositora Maia Basso adelantará parte de lo que será su primer disco larga duración que se conocerá a fin de año. Se trata de un compendió de composiciones inéditas que forman parte de un recorrido solista que lleva adelante hace dos años con un estilo personal de electropop, en paralelo con la banda local Aguaviva que integra desde hace cinco años. Además, Basso forma parte de una escena local pujante en la que gran cantidad de mujeres y disidencias están creando, contando y experimentando.
“Creo que tanto en Rosario como en todo el mundo hemos atravesado una barrera. No me sorprende que haya muchas mujeres haciendo música. Ya evolucionamos sobre lo que hace algunos años nos resultaba una lucha, no es algo que haya terminado, sigue habiendo barreras pero algunas hemos atravesado”, opinó Basso en charla con El Ciudadano.
Distintos ciclos y conciertos demuestran que la producción es mucha y que va ganando en visibilidad. “Muchas pibas ven a muchas pibas haciendo cosas, el hecho de que esté más visible hace que se multiplique la cantidad de chicas que se animan. Y que nos sintamos más seguras nos permite ir ocupando esos espacios que siempre estuvieron tomados por los hombres. Vamos ganando seguridad, confianza y teniendo que, quizás, defendernos menos”, agregó. Y reconoció que hay rubros más difíciles como el que tiene que ver con la técnica, donde también se desarrolla como profesional. “Es más duro que el de las artes. En el arte siempre hay más permeabilidad para ciertas cosas”, expresó.
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Experimentación y canciones
“Siempre me muevo dentro de un género amplio que puede ser la canción electrónica”, definió Basso. “En el proyecto de banda (Aguaviva) las cosas tienen un color diferente a mi proyecto solista porque reflejan dos mundos distintos. El hecho de componer y tocar sola es un poco más íntimo. Refleja un lado más oscuro que el que reflejo en Aguaviva que es más bailable, más alegre”, apuntó. Y reconoció: “La música electrónica tiene una gran parte de experimentación. Empiezo a trabajar con un sintetizador nuevo y quizás cambio un poco mi sonido o la manera de secuenciar mis canciones y todo toma otra forma, librada a lo que voy transitando”.
El último lanzamiento de Maia es Bebe tu mal, un EP que contiene dos canciones: “Mama angustia”, que es la musicalización por parte de Damián Sánchez del poema “Paga”, publicado en el libro El pan nuestro (1941), del poeta santafesino José Pedroni, e incluido originalmente en La vuelta del montonero, álbum de Jorge Cafrune de 1973. Y “Cajita de música” («Cuando estoy triste»), una canción nacida de otro poema de Pedroni; “Papel de lija”, incluido en su libro El nivel y su lágrima de 1963, también con música de Sánchez, y grabado por Mercedes Sosa en A que florezca mi pueblo (1975).
“El EP fue como un paréntesis. Una producción especial. Un EP doble que es un trabajo en sí mismo. Conceptualmente cierra de otra forma”, dijo la artista sobre el material que surge a partir de una convocatoria para la presentación del libro Los ojos nuevos y el corazón (Espacio Santafesino Ediciones, 2018), una antología de la poesía moderna de Santa Fe.
“Tomé estos temas que tienen textos de Pedroni para acompañar esa presentación. Como estuvieron buenos, terminamos grabándolos. Lo trabajamos con Diego Acosta que le dio un toque especial”, apunto la artista a quien siempre le gusto la música. De chica tomó clases de canto y de piano. “Siempre me gustó hacer música además de escucharla”, confesó.
Al hablar de referentes, Maia advirtió la constante mutación de la escucha. “Sí tengo referencias con lo que me identifica, por ejemplo, ser mujer y hacer música o ser mujer y hacer mis canciones, entonces pienso en las mujeres de las que me gustan sus canciones y pienso en María Elena Walsh. Es como una referencia muy fuerte, como algo que escuchaba de chica, que sigo escuchando y me sigue sorprendiendo. Es una referencia muy fuerte. Es increíble”, confesó Basso.
La sensación ante el aislamiento social para contener el contagio del covid-19 va cambiando. “Se está haciendo largo y le estamos encontrando la vuelta porque no nos queda otra. Venía con un ritmo, tocando fin de semana por medio. Fue un parate muy fuerte que primero me hizo bien para ponerme a producir, después fue un poco raro con la necesidad a nivel económico. Fueron muchas instancias; creo que a todos nos pasó lo mismo. Y ahora es un desafío porque si esto se extiende hasta diciembre o marzo, no sabemos qué pasará. Hay que ir encontrando formas, que no van a suplantar las que no podemos llevar a cabo, pero nos tienen que ayudar a sostener algunas cuestiones. Son desafíos para todos. Por momentos parece que hay algo bueno que podemos sacar de todo esto. De hecho, hay cosas que están sucediendo. Novedosas, como hacer este festival por streaming o usar las plataformas que tenemos a mano de otra manera”, apuntó la cantautora. Y completó: “Quizá nos haga repensar un poco las posibilidades que teníamos pero que no estábamos viendo. Pero es difícil ir en contra de costumbres arraigadas. A los recitales la gente va, se sienta, muchas cosas que son difíciles al momento de vender un recital por streaming”.
“También cada estilo, cada grupo, tiene distintas necesidades. No para todos es fácil estar adelante de una cámara y filmarse o que esa instancia completa sea exponer su música en vivo. A mí me cierra porque me gusta experimentar con cuestiones tecnológicas, plantear una puesta visual. Quizás para otros es tener adelante una pared. Todo pasa rápido y estamos todos apurados por entender cómo podemos hacer las cosas ahora”, dijo, al tiempo que finalmente adelantó que el material que se conocerá en los próximos meses contendrá ocho canciones de las que ya se pueden ver algunos adelantos en videos.
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