Search

El Cupo Laboral Trans y el rol sindical: reconocimiento del gobierno nacional a los derechos indentitarios

El Sindicato de Trabajadores Judiciales destacó la importancia central del decreto 721/2020 del gobierno de Alberto Fernández: "El Cupo Laboral Travesti Transgénero rompe con ese paradigma anacrónico de sostener la identidad de género desde la binaridad", destacó

Agustín Bruera (*) y Lara María Bertolini (**)

A partir de la lucha del reconocimiento a los derechos identitarios aprobada en la ley de Identidad de Género en el año 2012, dentro de la comunidad travesti, transgénero y transexual se gestó una lucha que hoy ha llegado a un punto de quiebre en la visibilidad social.

Pese a la resistencia del aparato administrativo del Estado, de algunas organizaciones políticas y ciertos partícipes sociales en reconocer el derecho a la identidad fuera del binarismo biologicista establecido desde los parámetros sociológicos del milenio anterior, hoy el acto administrativo realizado por el gobierno de Alberto Fernández desde el decreto reglamentario del Cupo Laboral Travesti Transgénero 721/2020 rompe con ese paradigma anacrónico de sostener la identidad de género desde la binaridad.

Aquellas puertas que han sido cerradas desde la no comprensión del término de la autopercepción de género, en parte resistido no sólo por las bases administrativas del Estado sino por la función que ejerce el control judicial restrictivo identitario, fueron el propulsor al reconocer textualmente en el decreto mencionado que: “A causa de la criminalización, discriminación y exclusión sistemática a la que fueron y están aún expuestas, las personas travestis, transexuales y transgénero suelen ser víctimas de rechazo, marginación y violencia brutal desde una temprana edad, lo cual se traduce en violencia en el seno familiar y en la expulsión del hogar durante la adolescencia, así como de las escuelas e institutos educativos a los que concurren, forzándolas a vivir en la extrema pobreza, con frecuencia debiendo valerse de actividades y economías criminalizadas para su subsistencia, lo cual, a su vez, ha contribuido a que un gran número de personas travestis, transexuales y transgénero registre antecedentes por detenciones en vía pública, procesamientos y condenas penales”.

Ante esta sistematización estructural de violencia, la comunidad travesti, transgénero argentina contestó a viva voz todas estas inequidades respecto de los derechos humanos.

A partir de ahora, la argumentación explícita y formal que sella a fuego el decreto presidencial, hace innegable la comprensión que debe tener la sociedad respecto de la criminalización histórica que recae sobre las identidades transgéneros.

Las nunca nombradas, las no incluidas, las siempre violentadas, las siempre burladas, las siempre violadas, las siempre ignoradas han hecho réplica en la concientización social de que, al no cumplirse totalmente con la ley de Identidad de Género, el cupo laboral travesti transgénero transexual abre una puerta lateral dentro del marco normativo legal para garantizar nada más ni nada menos que el derecho al trabajo.

De aquí en adelante, entonces, parte del nuevo desafío es asumir el compromiso político y sindical de integrar las mesas de discusión en la creación de puestos laborales, en el acompañamiento del desarrollo de políticas translaborales, en el fortalecimiento y capacitación de las áreas de recursos humanos, y en el acompañamiento intralaboral y poslaboral.

En el ámbito de la Justicia, desde el Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju RA), hemos asumido con responsabilidad la construcción de un espacio que promueva la igualdad y la garantía de los derechos laborales de las compañeras trans que hoy, por ejemplo, desempeñan tareas en el Ministerio Público Fiscal de la Nación.

A lo largo de estos años hemos desarrollado estrategias de acompañamiento y solidaridad para garantizar el acceso a los derechos; desde una nota ante la Obra Social del Poder Judicial por una cobertura de un tratamiento sistemáticamente denegado, la localización en una dependencia de trabajo, o la convivencia y el bienestar laboral de todes.

Es en este sentido, y a partir de nuestra experiencia, que creemos fundamental la participación activa de los gremios en el impulso de políticas sindicales transgéneros a nivel federal, participativa y en forma cooperativa para poder defender el derecho al trabajo y la sindicalización.

En un futuro cercano, dentro de las organizaciones sindicales veremos cómo la participación en la discusión de políticas laborales será tambié discutida por identidades trangéneros, en la coordinación, promoción y creación de derechos translaborales, porque los “sueños” de un trabajo formal o una entrevista, a partir de hoy se harán realidad.

(*) Secretario general Sitraju

(**) TraVajadora judicial y referente de Sitraju

10