El especialista español en redes sociales, Julián Macías Tovar, reconocido por estudiar la manipulación mediática por parte de los poderes concentrados a nivel global, abordó el fenómeno en argentina durante la pandemia. Analizó el tratamiento mediático en torno a movilizaciones contra el gobierno nacional, y a través de distintas publicaciones expuso más de una operación coordinada desde usinas libertarias y ultraderechistas.
En diálogo con El Ciudadano, el director del observatorio Pandemia Digital advirtió sobre el avance de fuerzas conservadoras que encontraron en los sectores anticuarentena un público a quien dirigirles sus mensajes. A su vez detalló el nexo que existe entre este tipo de campañas y organizaciones libertarias que hicieron base en Argentina financiadas por intereses internacionales.
Al analizar el contexto actual, Macías Tovar consideró que está en marcha “una campaña de desestabilización al Gobierno de Argentina”, y que si bien las fuerzas armadas como medio pasaron a ser una metodología antigua, el fin justifica campañas en redes sociales financiadas “con millones de dólares manchados de petróleo mexicano, litio boliviano y sangre colombiana, con la ayuda regional de los libertarios de Atlas Network”.
En sus análisis hace constante hincapié en las campañas promovidas y financiadas por la Fundación Atlas Network, una ONG estadounidense que tiene como objetivo promover políticas económicas liberales. Las operaciones también apelan a la reivindicación de dictaduras militares, un fenómeno cada vez más constante en la región.
Para el analista español estos grupos concentrados pretenden una reconstrucción de la derecha en Argentina, unificando a moderados y extremistas para deslegitimar toda disidencia y tildarla de comunista. “En Argentina hay una sociedad civil organizada, y un peronismo que se alinea fácilmente, la lógica indica que debería sostenerse, pero la lógica no es el parámetro por el que se deja llevar la derecha”, sostuvo.
En su cuenta de twitter abrió un hilo sobre la proliferación del fenómeno en Argentina, a partir del conflicto entre el gobierno y la policía bonaerense. Exhumó una pila de archivos en los que expuso el despliegue viral en las redes y la complicidad de figuras periodísticas reconocidas como Eduardo Feinman o Agustín Laje. De hecho mencionó a la sanlorencina Eugenia Rolón, como una importante activista en redes a partir de su participación en la Fundación Libertad.
https://twitter.com/JulianMaciasT/status/1305231133140017153
¿De dónde provienen o a quiénes se les puede atribuir el origen de estas campañas?
En todos los casos que estudiamos, siempre se repite que hay un compendio de organizaciones que trabajan para intereses exteriores, de Estados Unidos básicamente, operan para la creación de think thanks en Latinoamérica. Las principales son: Atlas Network, Fundación Nacional por la Democracia (NED) y La Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID). Son operaciones que llaman comunista a todo aquel que pretende algo distinto. Están dirigidas por sectores que históricamente no tuvieron escrúpulos para desestabilizar gobiernos, para conseguir sus objetivos, esa es la línea que une las estrategias.
¿Qué movimientos políticos están relacionados a estas operaciones?
Al analizar recientemente los efectos del conflicto entre la policía bonaerense que provocó el hashtag #NadieConAxel, notamos que las cuentas más importantes son las mismas que apoyaron la campaña #ArgentinaSupportsTrump o #ArgentinaApoyaABolsonaro. Las diferentes campañas que difunden esta matriz de opinión gira en torno a las fundaciones libertarias de Atlas Network y los cientos de miles de bots que suelen retuitear a Trump y blanquearlo en las redes.
La derecha siempre se dividió en sectores conservadores y en otro bloque conformado por los más liberarles. El éxito de la derecha en otros países fue darse cuenta que se tenían que poner de acuerdo. Está el autoritarismo tradicional más conservador apegado a la religión, y el neoliberal.
¿Cómo se trasladó eso a Argentina?
Estos grupos en Argentina ponen sus fichas a Nos (sector encabezado por Juan José Gómez Centurión) y le llaman la derecha cobarde a Macri. En España pasa lo mismo. Las fundaciones ponen a sus peones en partidos de derecha.
En el contexto actual operan poniéndole fichas a la unificación de los espacios liderados por José Luis Espert, Mauricio Macri y Gómez Centurion con la finalidad de evitar el camino hacia el comunismo.
Cuando ven que no lo consiguen pasan a una etapa de lawfare, donde hacen un uso indebido de instrumentos jurídicos para perseguir políticamente a una figura con ayuda de los medios.
Es un método que se va perfeccionando, ahora el componente digital les asegura que una buena campaña se viraliza.
¿La pandemia facilitó o aceleró de alguna manera ese proceso?
El coronavirus es un facilitador de desestabilización, cada país lo vive a su modo. Hay materia prima para jugar con noticias falsas y culpar al gobierno. Alberto Fernández fue muy firme al darle la prioridad a la salud, pero los intereses económicos quieren movilización de le economía y deprecian el confinamiento.
¿Con qué escenario político se encontró este nuevo fenómeno en Argentina?
Hay otro elemento que es la polarización histórica en Argentina. Hay mucha exageración de repetición de mantras en los discursos. Pero hay una sociedad civil bien organizada, dentro del peronismo hay muchas desavenencia, pero se alinea más fácilmente y la lógica indica que debería sostenerse.
El peronismo logró cerrar la grieta de la dictadura, hubo un cierre del fascismo grande que los nuevos movimientos están logrando abrir.
¿Esa organización de la sociedad civil, permite pensar en una dificultad para el avance de movimientos desestabilizadores?
Acá no vale pensar en lógica porque no es el parámetro por el que se deja llevar la derecha, yo estaría alertado contra posibles movimientos relacionados a EEUU, que nunca tuvieron rugor en imponerse a la democracia de los países. Todo esto va a toda velocidad. Si bien la lógica dice que no hay condiciones de desgaste del gobierno, no son los parámetros por los cuales se justifican los movimientos de golpismo blando. Estas estrategias, buscan una sociedad peor, que odie al prójimo basada en mentiras, pretenden una sociedad enfrentada y poco cooperativa.