La asociación Abuelas de Plaza de Mayo expresó este sábado su «profunda tristeza» por el fallecimiento del nieto recuperado Francisco Madariaga Quintela, de 43 años, cuya identidad había sido restituida en el año 2010.
«Con profunda tristeza, las Abuelas de Plaza de Mayo comunicamos que ayer falleció uno de nuestros nietos, Francisco Madariaga Quintela, restituido el 17 de febrero de 2010 y uno de los pocos en encontrarse con un padre, el único que ha integrado la comisión directiva de Abuelas», indica un comunicado difundido este sábado
La organización de derechos humanos señala que «la infancia de Francisco fue tortuosa, sufrió violencia física y psicológica por parte de su apropiador, que lo mantuvo cautivo como botín de guerra» y explica que como «consecuencia de esos maltratos desde temprana edad, se le declaró una diabetes insulinodependiente con la que peleaba a diario».
«Francisco buscó su verdad, se encontró con su padre, con su historia, con su familia. Construyó vínculos y amistades entrañables que lo extrañarán; sentiremos su ausencia. Hoy queremos acompañar especialmente a nuestro compañero Abel, secretario de Abuelas, y a todos sus familiares, a quienes abrazamos a la distancia. Hasta siempre, querido Francisco», concluye el comunicado.
Según informó Abuelas, Francisco nació durante el cautiverio de su madre, Silvia Quintela, secuestrada el 17 de enero de 1977, quien -según testimonios de sobrevivientes- permaneció detenida en el centro clandestino de detención «El Campito» de Campo de Mayo.
En julio de ese año se le practicó una cesárea en el Hospital Militar de esa guarnición y dio a luz a un varón al que llamó Francisco.
Poco después del secuestro de su compañera, su padre Abel Madariaga se exilió en Suecia y más tarde en México, hasta que regresó al país en 1983, para integrarse a Abuelas.
La asociación recordó que Francisco se acercó a Abuelas el 3 de febrero de 2010, «manifestando que creía ser hijo de desaparecidos», luego de que quien decía ser su madre, Inés Susana Colombo, le había confesado que lo habían traído de Campo de Mayo.
En tanto, el exesposo de Colombo, Víctor Alejandro Gallo -oficial del Ejército en el Batallón 601- le había dicho que el niño había sido abandonado en el Hospital Militar.
Según relató Colombo, Gallo llevó al bebé a su casa el 10 de julio de 1977, cuando todavía tenía el cordón umbilical.