La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó la fabricación de un respirador mecánico diseñado y desarrollado por instituciones privadas y públicas de Santa Fe aplicable a pacientes con problemas respiratorios como consecuencia de la covid-19, informaron fuentes oficiales.
El dispositivo, que automatiza el proceso manual de ventilar un paciente intubado con un resucitador, «cuenta con la ventaja de ser de fácil manejo y no requerir de aire comprimido», explicaron sus desarrolladores.
Y agregaron que «ésta característica es muy importante para su uso en instalaciones de campaña o recursos de gases medicinales limitados».
El diseño y desarrollo del Ciclador Automático estuvo a cargo de la empresa Grupo Inbio SA, la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf) y el Centro Tecnológico (CenTec) de esa ciudad santafesina.
A partir de la habilitación de la Anmat, el Ciclador Automático de Resucitador para enfermos de coronavirus podrá producirse en Santa Fe y se comercializará y distribuirá en todo el territorio nacional, informó el Gobierno provincial a través de un comunicado.
La secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación local, Marina Baima, sostuvo que «es vital que apoyemos este tipo de desarrollos tecnológicos para demandas específicas, estratégicas y con fuerte impacto en los grandes desafíos que tenemos en este nuevo contexto».
«Esto demuestra el éxito de nuestros científicos y emprendedores», dijo la funcionaria.
El director técnico de la fábrica de producto médico del Grupo Inbio habilitada por la Anmat, Guillermo Bernasconi, mostró su orgullo por «el aporte que realizamos como bioingenieros, colaborando con el sistema de salud en esta difícil situación que estamos viviendo como sociedad».
Según informó el Gobierno santafesino, para apoyar el ciclo de respiración de pacientes con insuficiencia respiratoria es necesario asegurar parámetros ventilatorios que no son posibles realizarlos de modo manual y por tiempo prolongado.
Cómo funciona el dispositivo
«La automatización del ciclador permite al médico configurar esas variables en función de las necesidades puntuales del paciente y así sostener su ciclo respiratorio», indicó.
En esa línea, agregó que «éste es un dispositivo que puede suplir algunas de las funciones de un respirador artificial convencional».
Con el fin de garantizar que los materiales y elementos que entran en contacto directo con la persona hospitalizada sean seguros, se trabajó «con elementos estándares, ya probados para uso médico, lo que da la seguridad de que todos los elementos, como mangueras y válvulas, son elementos con certificación de Anmat y no generan riesgo para el paciente».
Mientras que «por fuera de este ‘circuito paciente’, el ciclador cuenta con un circuito electromecánico que es el que permite la configuración de los parámetros por parte del médico y realiza el movimiento que comprime y expande un almacenador flexible (es una vejiga hecha de un polímero especial) del circuito paciente», detalló la comunicación oficial.
«De esta forma –completó- no hay interconexión entre las partes electromecánicas y el flujo de aire enviado al paciente».