Leíto, un pibe de 16 años mencionado en una saga de balaceras y un crimen en el extremo oeste, quedó malherido este martes por la madrugada cuando un extraño se presentó en la casa de su novia, en barrio Plata, y le efectuó varios disparos. El adolescente quedó internado con custodia en un la sala de terapia intensiva del Hospital Emergencias Clemente Álvarez (Heca) ya que poseía un pedido de captura desde hacía cinco días por el crimen de Iván Leguizamón y el tiroteo ocurrido tres días después en el entierro de éste, el 14 de septiembre, frente al cementerio La Piedad, donde hirieron gravemente a un allegado a la víctima.
De acuerdo con fuentes policiales y judiciales, Leíto, como se conoce en la calle a Leonel Agustín R., se encontraba en la casa de una joven menor de edad en Lamadrid y bulevar Avellaneda. Eran poco más de las 2 de este martes cuando alguien tocó la puerta; la pareja se despertó y acudió al llamado que resultó ser una emboscada.
El visitante mostró sus verdaderas intenciones y le descerrajó al pibe varios disparos en el pecho para luego perderse en la noche, describió la fuente.
Minutos después de las 3 el adolescente ingresó al Heca. Apenas consciente, dijo no recordar su DNI y quedó internado por varias heridas de armas de fuego. Su pronóstico, según las fuentes consultadas, era reservado pero estable. En la casa de su novia los pesquisas recolectaron sólo una vaina servida que fue enviada a peritar.
El caso llamó la atención del personal de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). De acuerdo con un detective, al constatar la identidad del adolescente, el sistema arrojó dos pedidos de captura, uno por el crimen de Iván «Diente» Leguizamón y otro la tentativa de su primo político, Leandro Ezequiel R.
Diente tenía 24 años y fue asesinado el 11 de septiembre pasado en Colombres y Calle 1709, en un sector humilde cercano al extremo oeste de avenida 27 de Febrero. Ese día a las 21 iba por la calle con dos amigos cuando otros dos muchachos que bajaron de una moto se les adelantaron caminando sin despertar sospechas.
Cuando los tuvieron a sus espaldas, éstos giraron y les descargaron balazos con una pistola 9 milímetros. Según las fuentes, el ataque ocurrió a media cuadra de un puesto de drogas atribuido a Ariel Maximiliano “Chanchón” Cantero, hijo de Ariel Máximo “Viejo” Cantero y condenado por el crimen del policía Cristian Ibarra en una disputa por drogas.
Diente cayó muerto en el lugar; sus dos amigos lograron sobrevivir ya que los disparos no afectaron zonas vitales.
Esa muerte no le puso fin a la violencia. Durante el entierro del Diente, que según declaraciones incorporadas en legajos judiciales era un cuentapropista dedicado al narcomenudeo, extraños llegaron en un Fiat Punto gris al cementerio la Piedad y arremetieron a balazos contra familiares y allegados en pleno mediodía.
Leandro Ezequiel R., novio de una prima de la víctima, quien estaba con el grupo de deudos, recibió un balazo en la cabeza y quedó gravemente herido. El ataque dejó un reguero de 22 vainas servidas. Leandro logró sobrevivir y pudo identificar a uno de los atacantes, según señaló el legajo judicial.
Desde entonces la saga tiene dos imputados. Por el crimen de Diente cayó detenido el 11 de octubre Gonzalo José M., un joven de 19 años, tras un ataque a tiros a una precaria casa de Misiones al 2100, en barrio Santa Lucía, vivienda que ya había sido baleada cuatro días antes.
En la ocasión previa, uno de los disparos alcanzó y mató en el patio a Héctor René Góngora, de 32 años. El joven quedó preso por el plazo de ley tras ser imputado.
El miércoles de la semana pasada Iván H., de 23 años, fue imputado por el desmadre ocurrido en el Cementerio la Piedad. La fiscal Gisela Paolicelli lo acusó de haber conducido el Fiat Punto robado que llegó hasta la necrópolis. Parte de la evidencia se basó en una huella digital encontrada en el coche tras haber sido descartado cerca de una chanchería de los confines de Santa Lucía.
En la acusación de la fiscal Leíto, también con domicilio en Santa Lucía, asomó como uno de los atacantes. Desde entonces tenía un pedido de captura emitido por el Juzgado de Menores por ambas causas conexas.
La investigación lo mencionó, a partir de testimonios reservados, como un tiratiros de una banda narco asentada en el extremo oeste pero con contactos con la zona sur, cuya jefatura está atribuida a Samuel “Morocho” M., preso en el penal de Piñero e imputado por un doble crimen. A este hombre le atribuyen un conflicto con el fallecido Leguizamón.
Este martes, a Leíto lo encontraron sus enemigos en el barrio Plata antes que la Policía. El adolescente quedó internado con custodia a la espera de ser indagado por el juez Alejandro Agustín Cardinale. También, de recuperarse, dispusieron que fuera alojado en el Instituto para la Recuperación del Adolescente (Irar).