Cortos animados de realizadores independientes, una serie de formato breve con Forky, el loco tenedor surgido de Toy Story 4, y hasta el estreno sin paso previo por cines del largometraje Soul, son algunos de los contenidos de Pixar Animation Studios exclusivos para la plataforma de streaming Disney+, que este martes se lanzará oficialmente en el país.
«Disney+ está encendiendo completamente al estudio de una manera diferente», explicó a Télam el estadounidense Jonas Rivera, jefe de Producción de Pixar.
Rivera conoce las entrañas de la compañía como pocos desde hace 26 años: ya estaba allí en 1995 cuando el estudio lanzó su primer largometraje, Toy Story; también en 2006 cuando Disney la compró por 7 mil seiscientos millones de dólares, y siguió hasta convertirse en productor ejecutivo de proyectos de la talla de IntensaMente (2015) y Toy Story 4 (2019).
Por eso es una voz calificada para mensurar la explosión creativa que produjo en Pixar la llegada de Disney+ al mundo del streaming.
Además de los más de 20 largometrajes y otros contenidos ya conocidos, desde este martes estarán disponibles los primeros siete ejemplares de la serie SparkShorts, en los que se les da la posibilidad a animadores con menos experiencia en el estudio para que desarrollen sus primeros proyectos propios.
También podrá verse Forky Pregunta, compuesto por 10 cortos breves de entre 3 y 4 minutos sobre el hilarante tenedor parlante.
Sin complejos de cines abiertos por la pandemia del coronavirus, Disney apuesta al streaming pero, según puntualizó Rivera, no deja de lado la producción para salas y grandes pantallas sino que suma una nueva opción: «Somos cineastas y ese es nuestro objetivo primario. Sin embargo, el lanzamiento de Disney+ nos abre más opciones desde lo creativo; estamos duplicando la producción de contenido pensado para el streaming, porque hay otras formas de contar historias: hay formatos más cortos, contenidos derivados de las películas, series en las que estamos pensando. Tenemos muchos proyectos y todavía pensamos en la gran pantalla, pero el mundo está cambiando y tenemos mucha suerte de que las opciones se hayan ampliado», contó.
El catálogo de Disney+
Entre las propuestas que inaugurarán esta nueva plataforma que, según trascendió tiene un costo de suscripción de tres mil docientos cincuenta pesos anuales, está Forky Pregunta. «Es nuestra primera serie, que nos encanta porque nos hace acordar a esos cortos de los años 30, en los que podés tomar un personaje o un momento de una película, o incluso recuperar ideas que quedaron afuera de la versión final de la película y darles nuevo aire. Tendremos más cortos de SparkShorts, estamos trabajando en una serie original,y en otra documental sobre el detrás de escena de Pixar, siguiendo a un artista o a un proyecto y metiéndonos de lleno en el proceso», adelantó el productor quien reconoció que Forky fue «una de esas ideas con las que no estábamos seguros de si era la peor o la mejor que hayamos tenido». «Teníamos una corazonada de que a la gente le iba a gustar, pero no soñábamos con que les gustara tanto. Nos hizo reír tanto a nosotros, que Forky Pregunta se volvió una extensión obvia de esa diversión que tuvimos», agregó.
Otro de los contenidos estelares de la plataforma será Soul, una de las muchas películas que la productora no pudo estrenar en las salas de cine este año. «Nuestro objetivo era esperar a que la pandemia bajara, poder estrenar como siempre en cines y mantuvimos la idea lo más que pudimos. Cuando la situación en el mundo dejaba claro que no tenía sentido esperar, sentimos que el «timing» en este caso era más importante que si puede exhibirse en un cine o no», explicó Rivera.
El listado de los contenidos bajo el paraguas de Disney es inmenso, e incluye películas, series, cortos, detrás de escenas y documentales de marcas como Walt Disney Studios, Disney Animation, Pixar, Star Wars, Marvel, Nat Geo, y muchos de los activos adquiridos el año pasado con la compra de 21st Century Fox.
La plataforma será desde ahora el único lugar al que irán a parar los «tanques» de la compañía tras su paso por los cines. Desde esta semana también se podrán ver películas clásicas de las princesas, la saga de Piratas del Caribe, gran parte de las temporadas de Los Simpson, Avatar, las telenovelas juveniles de Disney Channel como Violetta y Soy Luna, entre otras.
En tiempos de pandemia
«Este año fue desafiante de formas que nunca imaginamos. Como le pasó a muchos otros negocios, tuvimos que parar y repensar todo desde cero. El día que iniciamos el confinamiento en California, nos movimos rápido, nos reunimos todos los líderes con un montón de proyectos sin terminar, como Soul, y nuestra gente de sistemas empezó a descifrar la manera de poder trabajar desde casa. Por alrededor de dos semanas estuvimos viendo la manera de hacer todo lo que hacíamos pero de manera remota», apuntó Rivera.
«Mentiría si no reconociera que hubo un momento en que no sabíamos si íbamos a poder lograrlo, y por supuesto que no es lo mismo que estar todos en la misma habitación y el trabajo colaborativo se complica, pero conseguimos hacerlo bastante rápido. Terminamos la película y empezamos con otras», confesó.
El futuro de la animación
«Hay ciertas partes del mundo en las que se trata a la animación como si todavía fuera solo para chicos», dijo Rivera y explicó: «Por supuesto que pensamos en cada título para toda la familia, en Pixar siempre intentamos que sean los films que nosotros mismos queremos ver».
«Las películas resuenan en todos porque pasamos mucho tiempo asegurándonos de que funcionen en varios niveles. Buscamos ser claros para que los más pequeños entiendan, pero queremos que tengan matices y cierta profundidad. Y no es simplemente tirar cosas aquí o allá para que los grandes se rían; es construir un film sobre un núcleo emotivo y un sentido de identificación. Por ejemplo, Toy Story, cuando miramos en la superficie toda la saga tiene personajes graciosos, hay aventura, hay emoción y risa, pero cuando vas a lo esencial se trata sobre una persona con miedo a ser reemplazada. Y creo que cualquier persona, niño o adulto, puede identificarse con eso», agregó el productor. Y arriesgo sobre el futuro de la animación: «Esa no es una pregunta fácil. Personalmente espero que esa línea entre «entretenimiento familiar» y «arte sofisticado» continúe borrándose, y que la animación prospere más como un medio que como un género. Quiero ver documentales animados, por ejemplo. En términos de cadencia, de narrativa, quiero que la animación vaya hacia esos rumbos, hacia lo inexplorado, y creo que estamos al borde de ese cambio», concluyó.
En números
Según un informe publicado la última semana por medios especializados norteamericanos se supo que en 12 meses Disney+ consiguió atraer (pandemia mediante) a más de 73 millones de suscriptores; muy por encima de las proyecciones más optimistas.
Es claro que Netflix, con 195 millones de cuentas pagas en más de 190 países, aún es líder cómodo en el sector, aunque la brecha se acorta.
La estrategia Disney+ es ambiciosa desde lo comercial, con un precio por debajo de los otros jugadores del segmento por un servicio con la máxima calidad de video y audio, siete perfiles de usuario diferentes, la instalación en hasta 10 dispositivos y la reproducción simultánea en hasta cuatro.
Sin ninguna publicidad, tendrá también novedades como la función Group Watch, que permitirá a personas ubicadas en distintas locaciones ver la misma serie o película al mismo tiempo y hacer comentarios en tiempo real.