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Violencia de género extrema: pesado hampón baleó la casa de su ex y ordenó el crimen de su novio

Es la hipótesis de la Fiscalía para imputar al Toro Escobar, conocido ladero de Guille Cantero, de la instigación desde la cárcel de un homicidio “por venganza transversal” que tuvo como víctima a David Amarilla y que estuvo motivado con el único fin de provocarle más sufrimiento a su ex pareja

Le dicen Toro, lo vinculan con Ariel «Guille» Cantero y su nombre surgió en una escucha dentro de la investigación por el ataque al casino City Centro que terminó con la asesinato del gerente bancario Enrique Encino en enero pasado. Según la teoría fiscal que se conoció en la imputación este jueves, Toro mandó a matar desde la cárcel a la actual pareja de su ex para causarle sufrimiento. Tras la acusación, le dictaron la prisión preventiva por el homicidio calificado “por venganza trasversal” de David Amarilla.

Pasadas la 21.30 del 23 de mayo de 2019 una moto Honda Tornado blanca con dos ocupantes, quienes aún no fueron individualizados, llegó hasta la puerta de la casa de David Nahuel Amarilla, de 22 años, ubicada en inmediaciones de Ameghino al 100 casi esquina con Necochea, de barrio Tablada.

El acompañante bajó de la moto, golpeó la puerta de la casa y lo atendió una mujer. Se presentó como Mati y dijo que buscaba a David. La mujer llamó a la víctima y entró a la propiedad. Cuando David se asomó, el recién llegado le disparó en varias oportunidades con un pistola calibre 9 milímetros, reconstruyó la fiscal del caso Marisol Fabbro. Tres de esos proyectiles impactaron en el cuerpo de la víctima que quedó tendida en el piso. Los agresores se fueron disparando al aire, agregó. David fue trasladado al hospital Provincial donde falleció.

Para la fiscal, el autor intelectual del asesinato fue la ex pareja de quien era la novia de David Amarilla: Carlos Damián «Toro» Escobar. Desde la Fiscalía lo señalaron como quien ordenó el crimen desde la cárcel con la finalidad de causarle un sufrimiento a su ex, la cual había comenzado un nuevo vínculo amoroso con David.

El Toro Escobar tiene 33 años y está preso en la cárcel de Ezeiza cumpliendo condena a 11 años y 3 meses por el crimen de Sebastián Soperez, cometido en agosto de 2010, e investigado por la Justicia federal por un secuestro extorsivo y por comercializar estupefacientes desde la cárcel en una causa que se conoció en 2018, cuando le allanaron su celda en la prisión de Piñero.

Una testigo contó que David había comenzado una relación con M –actualmente detenida en modalidad domiciliaria por una causa que tramita en el fuero federal–. Que Toro se enteró del vínculo y la amenazó desde la cárcel con que iba a matar a todos. Dichos que fueron reforzados por tareas investigativas de la División Homicidios de la entonces Policía de Investigaciones (PDI). De la evidencia, surgieron conversaciones de la joven con un familiar de Toro, en la que habló de que no la dejaba en paz, de las amenazas y el miedo que tenía de que matara a un ser querido.

Además, un informe psicosocial hizo referencia a la situación de vulnerabilidad de la chica y cómo se involucró con Toro cuando ya éste estaba detenido: al principio hubo varios meses de conversaciones telefónicas hasta que finalmente decidió conocerlo y fue al penal.

Luego, el hombre cubrió todas sus necesidades materiales y chica lo visitaba los fines de semana. Pero con el tiempo el vínculo cambió, el hombre comenzó a desconfiar y las discusiones eran continuas. Se volvió una pesadilla, estaba controlada todo el tiempo hasta que decidió terminar y alejarse, describieron los voceros relacionados con la causa.

A esto se sumaron distintas escuchas telefónicas, de otras pesquisas, que dejaron en evidencia la violencia de género a la que era sometida M, las amenazas de dejarla en la calle e incluso la advertencia de que iba matarla.

A finales de septiembre pasado, la vivienda que comparte con su familia fue baleada y encontró una nota que decía: «Por patabolsa».

Tras la imputación contra el Toro Escobar, el juez Florentino Malaponte dictó, a pedido de la Fiscalía, una medida cautelar de encierro por el plazo de ley, es decir dos años mientras avanza la pesquisa.

Fueron hasta su casa y lo mataron de un tiro en el pecho y otro en la cara

Condena y apriete

El Toro Escobar fue condenado en 2013 a 11 años y 3 meses de prisión por el crimen de Sebastián Soperez ocurrido en Villa Gobernador Gálvez. El hombre había dicho que se le escapó un tiro cuando manipulaba un arma pero la prueba pericial balística echó por tierra su versión.

Un hombre de la segunda línea de Los Monos apareció quemado en su celda

El mes anterior al crimen de Soperez, Toro fue al Hospital de Emergencias (Heca) a visitar un amigo y al salir fue detenido junto con otra persona. Los llevaron a la Jefatura de Policía. Según denunció, le pidieron 50 mil pesos para “no embagayarlo” y le dijeron que eran gente de un rival de la banda de Los Monos, Milton Damario. Este último le prestó 20 mil pesos y se quedó con su auto.

Toro se presentó como mecánico y en la denuncia dijo que había entregado el dinero a los uniformados. Al tiempo que contó que dejó de atenderle los autos a Damario porque le había traído problemas, ya que éste lo amenazó y disparó contra su casa, pero los investigadores señalaron esta secuencia como un posible vuelto por pasarse al bando de Los Monos, comandados por Guille Cantero.

Narcotráfico, fuego y «que le manden curso»

En mayo de 2018 y durante un megaoperativo en el marco de una investigación de una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes, Toro, entonces detenido en Piñero, quedó en la mira de los investigadores.

Para la Justicia federal se trataba de una organización dedicada al narcomenudeo y vinculada al clan Cantero que operaba bajo las órdenes del Toro Escobar, desde su celda. La investigación continúa bajo esta calificación delictiva y la de secuestro extorsivo y es la causa donde M quedó vinculada.

En junio de 2019, un incendio en su celda terminó con el Toro internado en el hospital José María Cullen; en ese momento cumplía condena en la cárcel de Coronda. Y este año fue nombrado en la investigación por la balacera al casino que terminó con Enrique Encino asesinado, en enero de este año. Hecho por el que hay un grupo de personas detenidas, sindicadas como partícipes de una asociación ilícita dedicada a la extorsión y comandada por otro lugarteniente de Guille Cantero, Maximiliano «Cachete» Díaz.

En esta pesquisa hay escuchas telefónicas que captaron los preparativos del ataque. En una de ellas hablan dos hombres que para los investigadores son Cachete y el Toro. Ellos, dice la pesquisa, determinan quién va a llevar adelante el ataque al casino. Lo que finalmente termina en responsabilidad de Cachete.

En la acusación se conoció el audio interceptado donde Toro preguntó:

Escuchá, mañana el tema del «ca» lo hacen ustedes o querés que lo hagamos?.

¿El temita de qué?, repreguntó Cachete.

Del casino (…), aclaró Toro, quien agregó: “Hablá y decí, vo hablá y decile nomás que le manden curso. Ya tengo la motito”.

Cae banda de narcomenudeo liderada desde la cárcel

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