Una joven kayakista sufrió heridas y tuvo que ser trasladada en ambulancia a un hospital de la zona norte de Rosario luego de que una lancha embistiera la embarcación a remo doble en la que navegaba a la altura del parador Isla Verde, en jurisdicción de Entre Ríos y frente a Costa Alta de Rosario.
Testigos del hecho ocurrido este sábado alrededor de las 9 manifestaron que una lancha Tracker 620, que navegaba a alta velocidad, chocó a una pareja de kayakistas y no sólo le produjo lastimaduras a la joven: también le ocasionó daños al kayak, marcha Sherpa. Las imágenes muestran los daños justo a la altura del cockpit –alojamiento del remero– que exponen la suerte de la navegante. El incidente podría haber sido mucho más grave.
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“No tuvo lastimaduras de hélice; sino raspaduras y golpes externos», señalaron testigos que presenciaron cuando la kayakista llegaba a la guardería náutica de Costa Alta.
Añadieron que la chica fue trasladada consciente en una ambulancia y advirtieron la peligrosidad del sector en donde circula gran cantidad de embarcaciones a motor, muchas de ellas con timoneles poco experimentados o imprudentes. El incremento del parque náutico en Rosario, el escaso control y la desidia de los dueños de muchas embarcaciones son puestos como claves de un río que, a esta altura, se tornó peligroso de cruzar a remo. Los siniestros se suceden, varios de ellos con saldo fatal, sin que las autoridades regulen y fiscalicen un espacio cada vez más transitado.
Después de otro siniestro con una kayakista, piden más control en el río Paraná
No es el primero
El siniestro de este sábado se suma a por lo menos otros cinco que ocurrieron en el último año en las aguas del Paraná. El 8 de noviembre de 2019 la kayakista Agustina López fue embestida por una lancha en el Paso Destilería, frente a Granadero Baigorria, en una zona que bordea al este la Isla de los Mástiles. Menos de un mes después, el 1 de diciembre de 2019, tres personas resultaron heridas cerca de Costa Alta al producirse un choque entre una moto de agua y una lancha de pasajeros que no tenía luces ni salvavidas, según la denuncia efectuada en Prefectura por uno de los damnificados. Quien conducía la moto de agua se escapó y no fue identificado.
A comienzos de este año hubo otros tres siniestros. El 4 de enero Gustavo Coronel, un remero del Club Remeros Alberdi de 58 años, fue chocado por una lancha taxi frente a la Rambla Catalunya. Sufrió una herida cortante en el brazo derecho y fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria porque tenía comprometido un tendón. El 16 de febrero el conocido kayakista Pepe Suárez y Gabriela Irene fueron embestidos por la lancha Chayenne en la punta norte de la Isla de los Mástiles. La embarcación les pasó por arriba, y no sufrieron heridas de consideración pese a que su kayak quedó partido al medio.
El 2 de marzo Silvia Perals fue atropellada por el taxi lancha El Chacal cerca de Puerto de Palos. El conductor de la embarcación tenía la licencia vencida desde 2012, según la denuncia efectuada por ella. Después de este siniestro, el colectivo Amigos de la Isla reclamó por más controles por parte de los responsables primarios, como Prefectura Naval, y de los clubes y guarderías desde donde parten las lanchas.
Siniestros fatales por imprudencia en el río
El 14 de noviembre de 2012, el periodista Marcelo Abram nadaba cerca de las 14.30 al norte del balneario Rambla Catalunya cuando lo embistió una embarcación. Debido a la gravedad de las heridas el Turco, como todos lo conocían, fue trasladado al policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria, donde falleció pasadas las 17 del mismo día.
El 9 de octubre de 2015, Ángel “Bin” Santos falleció por las secuelas que le ocasionó un accidente que había sufrido con su kayak casi dos años antes, en noviembre de 2013, cuando fue atropellado por una lancha que pasó a gran velocidad provocándole graves heridas en sus piernas. Quien conducía se escapó sin prestar ayuda. La causa que investigó la muerte primero siguió una línea que terminó por descartarse y después avanzó hacia un hombre que quedó imputado por lesiones severas y abandono de persona. La imputación fue antes de que Santos falleciera. Días después de su muerte, la fiscal Flavia Villalba de la Unidad Fiscal de Victoria, aseguró que la investigación había terminado la etapa de instrucción para llegar a juicio.