David Alejandro Perona conocido en Rafaela como el Zar de los Casinos Clandestinos falleció este domingo. Había sido internado el miércoles cuando se complicó su cuadro de coronavirus, Había sido detenido a comienzos de agosto durante un operativo en Rafaela. Los investigadores lo vincularon con el empresario rosarino Leonardo Peiti, un arrepentido dentro de la investigación de una banda de extorsionadores cuyo organizador es un hombre cercano a la banda de Los Monos, Maximiliano “Cachete” Díaz. Esta causa tuvo ramificaciones cuando el fiscal regional Patricio Serjal, su subalterno Gustavo Ponce Asahad y el empleado de fiscalía Nelson Ugolini quedaron involucrados en un escándalo de corrupción en el que brindaban protección e información a Peiti a cambio de dinero y terminaron imputados y presos.
A Perona la Fiscalía le achacó la organización y administración de garitos y pertenecer a una banda delictiva junto con Peiti, el ex jefe policial Alejandro “Pipi” Torrisi y Díaz, al que también le adjudican haber ordenado el ataque al Casino City Center que derivó en el homicidio del apostador Enrique Encino el 11 de enero pasado.
Tras el escándalo que se desató en la ramificación que tuvo la investigación por el crimen de Encino, donde dos personas en moto balearon el complejo con el saldo fatal conocido, la investigación llegó hasta un empresario investigado por juego ilegal en la circunscripción judicial de Venado Tuerto: Leonardo Peiti.
Este empresario terminó imputado como parte de una banda de extorsionadores y declaró como arrepentido: prendió el ventilador y dijo que le pagaba a Ponce Asahad con la anuencia de su superior Serjal entre 4 y 5 mil dólares por mes por protección e información.
Los investigadores detectaron un mensaje que un empleado de la Fiscalía, Ugolini, le mandó a Peiti sobre la suerte judicial de dos hombres que habían sido detenidos armados y para los investigadores iban a atentar contra el casino el 9 de enero, o sea dos días antes de que finalmente se produjera del ataque fatal. A partir de allí se empezó a seguir esa línea y cayeron en desgracia no sólo el ex jefe policial Torrisi y el empleado mencionado, sino también Serjal y Ponce Asahad.
La investigación continuó y llegó hasta Rafaela, gracias al secuestro de un pen drive en la casa de la secretaria de Peiti. Perona fue detenido en el marco de cinco allanamientos ocurridos la semana pasada, dónde se secuestraron dos millones de pesos, joyas y vehículos.
Para los fiscales, Perona movía el dinero producido por el juego ilegal y lo utilizaba para cambiar cheques. Además manejaba al menos dos lugares: uno en Rafaela y otro en Villa Gobernador Gálvez, donde se jugaba clandestinamente.
Los primeros días de noviembre cinco jefes policiales, cuatro de ellos retirados y uno en actividad que supieron ocupar cargos de alto rango en la Unidad Regional V del departamento Castellanos, quedaron detenidos en el marco de la investigación por juego clandestino.
Los comisarios detenidos fueron identificados como Juan Pablo Bengoechea, Javier Gorosito, Fabián Forni, José Pérez, quienes están retirados y estuvieron al frente de la Policía del departamento Castellanos. En tanto, el único que está en actividad fue Favio Aranda, quien participó de la ex Policía de Investigaciones (PDI) de Rafaela y jefe de Comando Radioeléctrico en dicha ciudad.
Según fuentes relacionadas al caso, los operativos tienen vinculación con una investigación que data del 2017 cuando se presentó una denuncia contra David Perona.