Vicentin no para de dar sorpresas. La última, por una decisión administrativa del gobierno nacional que dejó al borde de un nuevo parate a las plantas que la exportadora en proceso de concurso tiene en las localidades de San Lorenzo y Ricardone. El Ministerio de Agricultura eliminó de un registro al grupo Olio, ascendente jugador del comercio exterior de alimentos nacido en Santa Fe, que opera las fábricas de la cerealera mediante un contrato de fasón (alquiler de inmuebles para hacer producción). La firma perjudicada accionó pidiendo las mismas condiciones para normalizar papelerío que las otorgadas a otros grandes del sector, como la china Cofco y Renova. La solicitud fue aceptada y desde este martes se retomaron las exportaciones frenadas por la decisión nacional.
«Hoy día martes 24 de noviembre por medio del Subsecretario a cargo de la Dirección Nacional de control Comercial Agropecuario, Marcelo Rossi, se dio curso a un pedido de la firma Diaz&Forti SA (parte del consorcio Olio), solicitando las mismas condiciones y plazo de 72 horas hábiles, previstas por reglamentación, que le fueran otorgados a Cofco y Renova para presentar el descargo y así corregir los errores de registro ya reconocidos por estas firmas», señala el comunicado de Olio.
El texto agrega que se levantó la suspensión emitida por el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (Ruca) a Diaz&Forti y la firma volvió a operar con normalidad a lo largo de toda su cadena y procesos.
«Contamos con la acción de contralor por parte de los organismos estatales involucrados, así como la predisposición de Cofco y Renova para completar en término la rectificación que permitirá el cierre del expediente», añadió el grupo santafesino.
La decisión nacional lleva alivio a los trabajadores de las plantas de Vicentin de San Lorenzo y Ricardone, casi paralizadas por el retiro del registro de Olio, que las opera mediante contrato de alquiler. Y lo mismo para los proveedores de materia prima, que se vieron impedidos de cobrar sus envíos de cereal.
Respiro para los trabajadores de Vicentin llega de la mano de un grupo santafesino en ascenso
El Ministerio de Agricultura había objetado, el viernes pasado, operaciones que el grupo Olio realiza con Renova (la firma perteneciente a Vicentin y al conglomerado suizo Glencore) y Cofco (la cerealera estatal china). Fue por una discordancia burocrática que al decir del grupo santafesino «se arregla con un simple tilde en la computadora». La consecuencia fue una merma en la entrada de camiones en las dos plantas afectadas. Sólo pudieron acceder aquellos que ya tenían cupos de descarga. Las procesadoras de San Lorenzo y Ricardone funcionaron durante el fin de semana con su stock de materia prima.
El juez Lorenzini aprobó los contratos de fasón del Grupo Olio con Vicentin
El Grupo Olio, conformado por capitales santafesinos, es un jugador creciente en el mercado de alimentos y compite en el negocio agroexportador contra empresas globales internacionales que operan en la Argentina.
En mayo, su CEO, Fernando Jurado, celebró el acuerdo de fasón con Vicentin para la utilización de las plantas, lo que generó una molienda de 60 mil toneladas por mes, número que con la renovación del contrato estimaban elevar a 350 mil, de las cuales 300 mil serán de soja y 50 mil de girasol.
“Firmamos el contrato antes de que se desatara toda esta situación actual, y nos permite ingresar al mercado del aceite y de la harina de soja. Lo estamos haciendo muy bien, de la mano de empresas serias y fuertes”, había declarado Jurado en junio, tras la firma de un primer contrato luego extendido.
La operación de las dos plantas de Vicentín por parte del Grupo Olio le permitirá a Vicentin hacerse de unos 100 millones de dólares al cabo de un año, monto estimado que depende del valor de la divisa fijado en los contratos.