Por Franco Mizrahi – El Destape
Los investigadores están reconstruyendo cómo fueron las últimas horas de Diego Maradona en el barrio San Andrés, en el partido de Tigre. “Por el momento no se ha establecido ninguna hipótesis delictiva en particular”, señalaron fuentes judiciales a El Destape. “Se está recibiendo y analizando la información de las prestadoras médicas para corroborar la cronología de los hechos y su correlación con los testimonios recibidos hasta la actualidad, así como también los videos de la entrada al barrio y en relación a las comunicaciones telefónicas”, añadieron.
Los fiscales que intervienen en el caso, bajo la conducción del fiscal general de San Isidro John Broyard, están tomando declaraciones testimoniales y recabando prueba documental. Por ejemplo, analizan los resultados de la autopsia y están a la espera de los estudios complementarios –que son de rutina como el toxicológico, orina, sangre, etc. -. Algunos se van a conocer la semana próxima. Otros aún no tienen fecha de recepción. Los investigadores buscan confirmar el cuadro que determinó el fallecimiento del astro del fútbol mundial. De acuerdo a la información que se tiene hoy en el expediente Maradona sufrió una “insuficiencia cardíaca aguda”.
En lo que hace a las testimoniales, una declaración ganó notoriedad mediática. La de la enfermera que estaba de turno en el momento en que se dio el deceso de Maradona.
Según indicaron fuentes con acceso al expediente, la muerte del “Diez” se conoció alrededor de las 12 del mediodía. El servicio de ambulancia, por ejemplo, se requirió a las 12.17 y demoró 11 minutos en llegar. A las 14 los fiscales estaban en el lugar del hecho. Dos horas más tarde arribaron los forenses. Y pasadas las 19 se realizó la autopsia. En ese contexto, los fiscales dividieron tareas: dos se dirigieron a la Morgue y otros dos se quedaron tomando testimoniales a las personas que estaban en la vivienda cuando se produjo el fallecimiento del mejor futbolista de todos los tiempos.
Entre los testigos, declaró la enfermera que estaba en la vivienda al momento del deceso, el pasado miércoles. De acuerdo a la reconstrucción que hizo este medio, la trabajadora de la salud declaró que no vio a Maradona.
El punto es que el jueves se recibió en la fiscalía el testimonio del enfermero que dejó el turno a las 6.30 del miércoles, quien contó que vio al «Diez» con vida, “en una situación normal, en buen estado”. De hecho, lo dejó asentado en unas anotaciones que hizo para el informe que presentó a su coordinador. Todos trabajan para una empresa tercerizada de enfermería.
El enfermero aportó a la pesquisa su teléfono celular de donde surge que había un grupo de Whatsapp en el que participaba el coordinador. Allí se pasaban las novedades. Los investigadores advirtieron que en un chat enviado cerca de las 9 de la mañana del miércoles, la enfermera refirió que Maradona se encontraba descansando. Eso motivó que la volvieran a llamar para declarar porque ese dato no coincidía con los que había en la fiscalía. En sede judicial querían constatar si la enfermera había omitido brindar alguna precisión.
En su segundo testimonio en sede judicial, la trabajadora de la salud refirió que a las 7.30 del miércoles escuchó que Maradona fue al baño pero que no lo vio. Ese dato no coincide con el informe que presentó a su coordinador: en la anotación que elevó a su superior aseguró que a las 9.20 de la mañana intentó hacer el control de rutina y Diego no se dejó. “Esto permitiría suponer que entró al cuarto y Maradona se negó a ser atendido”, explicó una persona con acceso al expediente. Pues bien, la enfermera contó que tras declarar en la fiscalía, el coordinador le indicó que dijera eso, “que era lo mejor”. Según se estima, ese pretendido chequeo nunca se realizó.
Para los investigadores, en principio, la muerte de Maradona se conoció a las 12 del mediodía del 25 de noviembre y la enfermera habría querido justificar que tuvo un desempeño eficiente. “Esto no pareciera, a primera vista, ningún ilícito. Habría torpeza de querer mostrase como en actividad”, indicaron desde la Justicia a El Destape. No obstante, no está descartado que con el avance de la pesquisa se termine transformando en un dato importante. Por lo pronto, la enfermera mintió en el reporte que hizo a la empresa pero ante los investigadores mantuvo su postura de que nunca vio a Maradona.
¿Por qué, en principio, con los elementos que hoy cuenta el expediente para los investigadores el caso no podría ser considerado un “abandono de persona”? “Para eso hay que tener una posición de garante y dejar abandonado al paciente, sin que sea asistido por nadie. Se requieren mayores especificaciones y avanzar mucho más en la causa para confirmar esto”, indicaron a este medio. Hoy no es lo que están observando. Tampoco están trabajando -por ahora- sobre la hipótesis de “mala praxis”, que sería -explicaron- un “homicidio culposo”. Por lo pronto, enfatizan, “se está produciendo prueba”. De hecho, la carátula del caso es “Averiguación de causales de muerte”.
En este cuadro de situación quien aparece en una posición diferente al resto es el neurocirujano Leopoldo Luque. Por eso no fue citado como testigo aún. Es que Luque fue uno de los médicos que se hizo cargo de la “externación” de Maradona de la Clínica Olivos. Uno de los puntos es averiguar si el médico “se hizo responsable del cuidado” del «Diez». Algo similar sucede con la psiquiatra que atendía a Maradona. En la Clínica Olivos, los médicos de Swiss Medical no estaban de acuerdo con que Diego se fuera a una casa.
Una vez que esté toda la prueba reunida, los investigadores definirán cuál fue el rol que le cupo al médico personal de Maradona en el episodio. La frase que se repite es que aún se está “reconstruyendo el hecho”.