La cerealera Vicentin acusó este martes al Banco Nación, su principal acreedor, de «influir» en la Justicia con la difusión de informes «ideológicos» con «tendenciosas afirmaciones» que perjudicarían ala agroexportadora . “El Banco Nación no puede ser utilizado al servicio de la ideología de ocasionales ocupantes”, lanzaron desde la firma que se declaró en default hace un año.
“El Banco Nación no es juez del concurso, ni fiscal, ni juez penal y por lo tanto, entendemos, no debería incurrir en calificaciones de conductas que no le competen, intentando así influir irregularmente, mediante la prensa, en el ánimo de los distintos magistrados, fiscales y funcionarios que están actuando en las causas judiciales sustanciadas al efecto”, expresó el comunicado difundido ayer. De esta manera, la empresa reacciona a un informe difundido por el banco público, realizado por Alejandro Gaggero y Gustavo García Zanotti.
En la carta dirigida al titular de la entidad bancaria, Eduardo Hecker, se remarcaba que el Banco Nación “es una institución de todos y no puede ser utilizada al servicio de la ideología de ocasionales ocupantes de su dirección y mucho menos de quienes pretenden el desguace de la empresa, para el cobro mediante liquidación de sus acreencias, sin tener en cuenta la continuidad de la firma y la estabilidad de los puestos de trabajo de sus empleados”.
“Estamos seguros que el Banco Nación tiene un rol muy importante a jugar, junto a acreedores y productores para la construcción de una «nueva Vicentin», que se verá revitalizada por una reestructuración razonable para todas las partes de sus deudas, así como con los aportes de nuevos accionistas que puedan incorporarse al proyecto», dice la misiva que forma parte de la nueva postura de la empresa.
“La sociedad no puede dejar de responder, brevemente, porque preferimos enfocarnos en el futuro, algunas tendenciosas afirmaciones del «Informe final del Banco Nación por el intento de vaciamiento patrimonial del Grupo Vicentin», sin perjuicio que solicitamos acceso al mismo para poder analizar la procedencia y verosimilitud de sus datos”, remarcaron.
El informe de Gaggero y García Zanotti hace hincapié en el último y polémico balance de la cerealera, desglosándolo en tres ejes: «respecto al impacto de la devaluación», «respecto al impacto de la sequía y el aumento de las importaciones» y «a nivel patrimonial». Para Vicentin, el informe presenta «incongruencias» e «inconsistencias» y está realizado por «asistentes técnicos con una clara posición ideológica en contra».
