Margaret Keenan, una mujer de 90 años oriunda de Gran Bretaña, se convirtió este martes en la primera persona en recibir la vacuna contra el covid-19 en Europa, en un primer paso para derrotar a la pandemia que hasta este momento se llevó la vida de más de 61.000 personas en Reino Unido.
Maggie, como la llaman sus familiares, declaró que es un «privilegio» ser la primera beneficiada de un programa de vacunación sin precedentes que llega después de la aprobación, la semana pasada, de la vacuna de la farmacéutica Pfizer por parte del organismo regulador británico.
La vacuna se la puso la enfermera May Parsons en un hospital de Coventry, Inglaterra. «Me siento muy privilegiada de ser la primera persona vacunada contra el covid-19, es el mejor regalo de cumpleaños anticipado que podría desear porque significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y amigos en el nuevo año después de estar sola durante la mayor parte» de este 2020, manifestó emocionada, antes de aclarar que la próxima semana celebrará su cumpleaños número 91.
«Mi consejo para cualquiera a quien se le ofrezca la vacuna es que la tomen; si yo puedo tenerla a los 90, ustedes también pueden», dijo Keenan, que recibirá la segunda dosis dentro de 21 días, y tras pasar aislada prácticamente desde marzo, planea convivir con una «pequeña burbuja» familiar una vez que esté totalmente protegida, es decir, una semana después de la segunda inyección.
Autoridades de salud del Reino Unido comenzaron a aplicar hoy las primeras dosis de una vacuna contra el coronavirus en Occidente, en el puntapié inicial de un proceso de inmunización global que se espera tome envión con la aprobación de más vacunas.
La casualidad quiso que el segundo vacunado fuera William Shakespeare, un hombre de 81 años que se declaró «encantado» de poder participar de una campaña histórica que se augura larga y de logística complicada.
El Reino Unido es el país de Europa más castigado por la pandemia, con más de 61.400 muertes confirmadas.
Rusia comenzó a administrar su vacuna, llamada Sputnik V, el pasado fin de semana y en China se suministró una vacuna experimental a un grupo muy pequeño de la población. Estados Unidos y la Unión Europea esperan aún la aprobación de sus reguladores.
En esta jornada que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, bautizó como «Día V», de vacuna… o victoria, el primer ministro Boris Johnson no dejó escapar la oportunidad de visitar un hospital en Londres y hablar con los primeros inoculados.
«Es increíble ver salir la vacuna, es increíble ver este tremendo impulso para toda la nación pero no podemos permitirnos relajarnos», declaró, citado por la agencia de noticias AFP. Todavía «no hemos derrotado al virus», subrayó llamando a todo el mundo a aceptar la inyección sin miedo.
La vacunación comenzó solo en hospitales, 50 en total, debido a la necesidad de mantener a muy baja temperatura, entre -70ºC y -80ºC, la vacuna de Pfizer/BioNTech.
En los últimos días llegaron al Reino Unido las primeras 800.000 dosis desde sus laboratorios de fabricación en Bélgica.
El éxito de la vacunación es crucial para el Gobierno de Johnson. El líder británico fue muy criticado por sus políticas erráticas contra la pandemia y enfrentado a una rebelión en sus propias filas conservadoras a las severas restricciones locales que entraron en vigor el 2 de diciembre tras un segundo confinamiento.
Para luchar contra las reticencias de algunos británicos a recibir la inyección, la reina Isabel II, de 94 años, y su marido, el príncipe Felipe, de 99, podrían ser vacunados en público en los próximos días.