La Multisectorial de Humedales, de amplio protagonismo en la denuncia de los incendios en las islas del Paraná y el pedido de investigación de ese ecocidio, recordó en un comunicado que el 21 de octubre pasado presentó una solicitud de Acceso a la Información Pública por el cual le pidió al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, información acerca de las obras de infraestructura proyectadas sobre «uno de los humedales más extensos y amenazados de la provincia»: los Bajos Submeridionales. El colectivo ambiental insistió en el reclamo ante la ausencia, dijo, de respuesta oficial.
Bajos Submeridionales es como se conoce a una región extensa de tierras bajas y anegadizas que abarca parte del norte de la provincia de Santa Fe y sur de la del Chaco, dentro de la Cuña Boscosa y el dorso occidental Subhúmedo de la llanura chaqueña. Cubre alrededor de 8 millones de hectáreas que son reservorio de biodiversidad y refugio de
especies en riesgo de conservación. Entre ellas, el Aguará Guazú y el venado de las Pampas, ambos declarados monumentos naturales de la provincia. En Santa Fe, incluye gran parte de los departamentos 9 de Julio y Vera, el
oeste del departamento General Obligado y el norte del San Cristóbal. También incluye el arroyo de Los Amores en el noreste y parte de la cuenca del río Salado, en el sur.
El Lole, antecedente como para tener cuidado
Hay antecedentes de intervenciones que afectaron esas extensiones. En la década de 1990, durante la gobernación de Carlos Reutemann y contra las opiniones de especialistas particulares e institucionales, entre los cuales se contó la Universidad Nacional del Litoral, los ciclos de este ecosistema fueron alterados con la construcción de una red de canales de desagüe destinada a reducir los anegamientos periódicos. Era un pedido de productores agropecuarios, algunos de ellos, incluso, responsables de lo que sufrían: una de las causas de que las tierras quedaran bajo agua eran los desmontes en las zonas vecinas.
La obra se construyó para sacar el excedente de agua de los esteros, bajos y cañadas y favorecer el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Pero nunca se completó: sólo se hicieron zanjones para «trasladar» el problema y no las retenciones para un manejo adecuado del agua. Las consecuencias se hicieron notar enseguida. El suelo se fue degradando, y los característicos espejos de agua desaparecieron, con lo que se perdió flora y fauna y disminuyó el potencial productivo de la tierra, un tiro por la culata para quienes reclamaron presionaron por esas intervenciones sin criterio ambiental y de sustentabilidad.
Lo nuevo
La Multisectorial Humedales insistió este viernes con su reclamo de información con la presentación de un pedido de «pronto despacho» en la Sede de Gobierno de Rosario, en referencia a lo cursado el 21 de octubre.
El colectivo ecologista señala que «el proyecto de obras de infraestructura a realizarse sobre los Bajos Submeridionales no contempla obligaciones expresas con rango constitucional y convencional tales como los Estudios de Impacto Ambiental, el Derecho de Participación en la toma de decisiones y el Derecho de Consulta Libre, Previa e Informada de
comunidades indígenas».
La interpelación de la Multisectorial refiere al Plan Director que impulsa el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de Santa Fe junto al Comité Interjurisdiccional de los Bajos Submeridionales (Cirhbas) y la
Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral. Se trata de obras de infraestructura que, según el gobierno, tienen «un abordaje de gestión integrada y sustentable de los recursos hídricos y productivos, protegiendo la biodiversidad y promoviendo los recursos humanos en esa franja de más de 3 millones de hectáreas del territorio santafesino norteño».
La ministra Silvina Frana aseguró hace unos días que el gobierno provincial dialogó «con los actores locales para escuchar las problemáticas existentes en la zona y así tomar las mejores decisiones para que los proyectos definitivos y el financiamiento se destinen a obras prioritarias para fortalecer el entramado productivo».
La Multisectorial Humedales agrega en su comunicado que «estas obras son proyectadas en un contexto de crisis ambiental y sanitaria devenida de incendios intencionales que a la fecha han afectado a más de 300.000 hectáreas de humedales, pastizales y bosques entre otros ecosistemas. Incendios y daños ambientales que han comprometido seriamente el derecho a la vida y la salud de millones de santafesinos».
El colectivo reclama a la administración pública provincial que responda a sus pedidos de información en 15 días. Y adelanta que, de no ser así, presentará una demanda contra la gestión de Perotti.