Uruguay tuvo la fortuna de poder disputar un torneo de rugby sin la parafernalia del profesionalismo, sin hacer grandes inversiones y con un muy buen protocolo sanitario. Sumado a la buena predisposición y responsabilidad de los jugadores, logró tener tres meses de rugby. Y como es habitual, por historia, siempre un rosarino es parte de los grandes acontecimientos. Manuel Nogués –medio scrum formado en Atlético del Rosario–, gracias a contar con un amigo en Carrasco Polo, pudo sumarse y aportar su granito de arena para que el club lograra, tras seis años de sequía, el título de campeón uruguayo.
Nogués llegó a Carrasco Polo por la invitación que le hizo Mateo Viñals, jugador del club charrúa, con el cual comenzó su amistad durante una gira por Chile con Sudamérica XV. El rosarino vía redes sociales advirtió que en Uruguay se estaba jugando al rugby, se encontraba encerrado desde marzo y divisó que en 2020 no iba a poder jugar en Argentina. Siendo que la primera intención del medio scrum era jugar en Atlético del Rosario y que no iba a ser posible por el contexto de pandemia, decidió aceptar la invitación de sus amigos uruguayos.
Con pocos mensajes de charla entre Nogués y Viñals, la llegada del rosarino a Carrasco Polo estaba casi sellada. Pase en mano y con dos meses de competencia por delante, Nogués cruzó el charco.
“Me dijeron que de la parte económica no me haga problema, que el club se hacía cargo, iba a ser su invitado, y que iba a ser una linda experiencia tener a un argentino en el equipo. Fue una aventura que arrancó con una broma en un red social y que termino siendo posible y hermosa, sumada a que se logró el objetivo de salir campeones”, dijo Nogués en dialogó con El Hincha.
Además Nogués, ex Pumita, agregó: “Más allá que rugbísticamente nos fue muy bien, pudimos salir campeones y fue recíproco para ambas partes lo positivo de la experiencia. Lo más importante es que conocí mucha gente de la buena, hice muchos amigos, cada vez que vaya a Uruguay sé que tengo un lugar para ir y que es como una casa para mí, esas son las cosas lindas que te da el rugby”.
Teniendo ofertas para ir a jugar profesionalmente, el rosarino de 22 años optó por jugar un tiempo más en el amateurismo. “Tengo y tuve ofertas para ir a jugar a Europa, también para ir a jugar a Japón, pero en mi cabeza me debía tener un año más de rugby amateur y disfrutar de todo eso. Había tomado la decisión de jugar en Plaza todo el 2020 y la pandemia me lo impidió. Me lo debía a mí, para mi cabeza, para aflojar lo que había sido el 2019 estando en la estructura de la Unión Argentina, y eso todo eso me incentivó a ir a jugar a Carrasco Polo de manera amateur”, dijo el back formado en Plaza.
“El balance fue muy positivo, conocí muchas personas, hice muchos contactos, y lo pudimos coronar con un campeonato. En Carrasco Polo era algo que estaban buscando desde hace unos años. Fue súper positivo, y lo que más rescato fue la parte humana que conocí y de la manera que viven el rugby. A veces uno cuando es muy fanático de su club, como lo soy de Atlético del Rosario. Se cree que no existe el rugby afuera, y encontré un club donde el rugby lo viven con mucha pasión, son fanáticos, aman la camiseta, eso me lo contagiaron y lo traté de llevar a cabo adentro de la cancha”, expresó Nogués.
Con mucho camino por delante, Nogués habla de su futuro: “Acabo de firmar contrato para jugar la Súper Liga Americana, para jugar con Peñarol, es una buena medida para mí, para darme cuenta si es lo que quiero o no, que es vivir del rugby. Esta decisión me abre las puertas también para otras cosas, estoy muy ansioso de empezar, va a ser un torneo corto, me instalo en Uruguay. Quiero vivir esta experiencia y cómo me trata el profesionalismo, es una prueba”.
Manuel Nogués, pieza clave (*)
Carrasco Polo tuvo un gran dominio del rugby uruguayo. Entre 1990 y 2007 ganó diecisiete títulos consecutivos. En esa era de supremacía el pack de forwards fue la principal arma, que además era el pack de Los Teros. De 2010 en adelante, Carrasco Polo formó muy buenos backs, que fue la base de la línea de tres cuartos de la selección, pero en esa era moderna de backs de nivel internacional le faltó un medio scrum desequilibrante, y quizás esa fue la pieza que le faltó para estar seis años sin títulos. Desde 2014 que no ganaba el torneo, y además la llegada de dos pilares colombianos, que llegaron a trabajar a Uruguay y ficharon por Carrasco Polo.
Pero le faltaba un medio scrum de categoría. Aprovechando que en tierras charrúas era el único lugar en el que se estaba jugando rugby por la pandemia, pudo llegar Manuel Nogués, quien cumplió con las expectativas, fue desequilibrante, le dio otra velocidad al juego, se conectó muy bien con los buenos backs que tiene Carrasco Polo. El rosarino los subió un escalón en el nivel de juego, en sentido fue muy importante para la conquista del título.
Nogués fue versátil, manejo muy bien los tiempos. Cuando se necesitó que el equipo fuera rápido, equipo que tiene las herramientas para hacerlo, lo hizo y lidero el ataque; cuando el partido pedía juego con el pie, ser más cauto, lo hizo muy bien y lideró el planteo táctico. Manuel también guió y lidero al pack de forwards, otro aspecto que el club mejoró y era una deuda de varios años.
(*, por Ignacio Chans, periodista del Diario El Observador de Uruguay).