“Nuevas medidas vulnerarían no sólo la libertad individual de todo ciudadano de trasladarse dentro del territorio argentino, sino que atentaría claramente contra la libertad de trabajo de la actividad que más ha sufrido durante esta pandemia. Hemos soportado nueve meses de inactividad con la pérdida de más de 60 mil puestos de trabajo y miles de establecimientos que nunca más abrirán sus puertas; familias enteras padeciendo todo tipo de necesidades ante la falta de trabajo, perdiendo su dignidad al recurrir a una ayuda estatal para poder subsistir”, advirtió con gravedad la Unión de Trabajadores Hoteleros Gastronómicos (Uthgra). En coincidencia con empresarios y comerciantes, el gremio que representa a los trabajadores del sector de bares, restaurantes, hoteles y servicios turísticos salió así a reclamar que no se apliquen restricciones que afecten la acotada reapertura que atraviesan, y a la que desde el vamos definieron como insuficiente.
“La propuesta de cierre de restaurantes y bares y prohibir la circulación de los ciudadanos a partir de las 23 resultaría totalmente injustificada. Los bares o restaurantes no son el foco de incremento de los contagios que hemos venido sufriendo en los últimos días”, sostuvo la Uthgra nacional.
“Al contrario, los precisos y exhaustivos protocolos de salubridad y control –insistió el sindicato– para prevenir la propagación del virus que nuestra Institución, conjuntamente con los empresarios del sector y con las autoridades de los distintos estamentos gubernamentales ha desarrollado, y la capacitación a nuestros trabajadores en esta nueva realidad para que su labor sea segura para sí y los concurrentes, demuestran que la actividad gastronómica no constituye un foco de contagio de la enfermedad”.
Así, los trabajadores gastronómicos también apelaron a la conciencia y los comportamientos individuales, grupales y colectivas como antídoto para los contagios. Y subrayaron que el rebrote de covid-19 “obedece claramente a otro tipo de conductas como aglomeraciones o manifestaciones (políticas o sociales) sin los mínimos recaudos” y también a “actividades comerciales diurnas donde se observa gran cantidad de personas aglomeradas”. Y destacan que las primeras han sido toleradas por el poder político, y a las segundas no se les “prohíbe su normal funcionamiento”.
Finalmente, la Uthgra advierte que imponer medidas nocturnas puede ser incluso más riesgosos, ya que obliga al cierre a “establecimientos seguros y con protocolos de salubridad”, lo que puede generar la multiplicación de reuniones clandestinas, especialmente entre jóvenes “hartos del encierro y abatidos por la desesperanza”.
“Es necesario que el gobierno nacional comprenda que la actividad gastronómica no produce el aumento de los contagios ni muertes, y si insiste con la medida proyectada sólo producirá la defunción de la actividad y la perdida de la fuente laboral de los trabajadores del sector”, concluyó el gremio nacional.