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Un asesinato a sangre fría para quedarse con la escritura de una casa: imputaron a una mujer

Tiene 33 años y es pareja del principal sindicado, Martín T., quien ya fue acusado por planificar el crimen para robarle los títulos de la vivienda que le alquilaba a la víctima. Ahora fue imputada la mujer, quien quedó presa por los mismos delitos mientras buscan al tercero de los cómplices  

Una mujer de 33 años fue imputada como coautora del asesinato de Fabián Iunnisi cometido el jueves 14 de enero pasado en la vivienda de Mendoza al 4600, de barrio Echesortu. Por este crimen, ya está acusado el inquilino de la víctima, un varón trans identificado como Martín T., de 35 años y pareja de la ahora acusada. Para la Fiscalía, Martín T. acordó un encuentro con la víctima con la excusa de estar interesado en la compra de la casa de Rauch al 1100 –que a su vez la subalquilaba– y llevó a su pareja y otro hombre con intensiones de robarle la escritura; como la víctima se resistió, lo maniataron y cometieron el homicidio con armas blancas. En esta audiencia, la fiscal Gisela Paolicelli, en suplencia de Adrián Spelta, imputó a Verónica M., de 33, por los delitos de homicidio calificado por la premeditación, por la participación de tres personas, por el robo calificado por el uso de arma blanca y le sumó la figura criminis causa, es decir cometer un delito para ocultar otro, en este caso la sustracción de una escritura y efectos personales. Buscan al tercero de los cómplices.

Norberto Fabián Iunnisi, de 48 años, era viudo y vivía desde hacía varios años con su madre en Mendoza al 4600, en barrio Echesortu. Los vecinos lo conocían por su segundo nombre, Fabián, y la mañana del jueves 14 de enero pasado tuvieron a socorrer a su madre, de 66 años, quien salió a la calle pidiendo ayuda para su hijo. La mujer gritaba por una ambulancia y dijo que habían atacado a Fabián en medio de un robo. Cuando los médicos del Sies llegaron, Fabián estaba muerto. Tenía lesiones defensivas en sus manos y seis heridas de armas blancas en el tórax.

Para ese jueves al mediodía, el fiscal Spelta  había ordenado medidas al personal de Comando Radioeléctrico y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), ya que tenían indicios concretos sobre los autores del asesinato a sangre fría.

Allegados a Fabián sabían que tenía intenciones de vender la casa de Rauch al 1100, ubicada en barrio Parque Casas, que se la alquilaba a Martín T., que ya había tenido problemas por el retraso en el pago y que hacía casi un mes también se había enterado que su inquilino, había subalquilado la propiedad a una pareja. Fabián había hablado con estas personas y les dijo que iban a hacer un contrato de alquiler. A finales de diciembre pasado, Fabián les pidió que arreglaran con él y no con Martín. Algunos testimonios indicaron que esta decisión dejó  molestó al inquilino.

Además, por las declaraciones recolectadas se conoció que Martín había dicho que quería comprarle a Fabián la casa de Rauch al 1100 pero también que el hombre le había iniciado los trámites de desalojo.

El día del crimen, los pesquisas no tardaron en reconstruir los últimos minutos de Fabián a través de las secuencias captadas por las cámaras de seguridad de los comercios de la zona. A las 7.45, el inquilino Martín T. llegó en una moto junto a un hombre y una mujer a la cuadra de Mendoza al 4600. Se quedaron un rato hablando entre ellos y a eso de las 8, le tocaron la puerta a Fabián.

Hubo un intercambio de palabras en la vereda y luego, Fabián les franqueó la entrada. La madre de Fabián estaba dentro y había empezado a preparar el mate cuando escuchó ruidos extraños, su hijo le había dicho que esperaba a Martín para mostrarle  los papeles de la casa de Rauch porque la quería comprar. Se asomó y vio que Fabián forcejeaba con el trío casi en el ingreso a la vivienda.

Apenas la vieron, la mujer que estaba con los dos hombres se adelantó. “Vieja no te metas que con vos no es la cosa”, le dijo y a empujones la obligó a entrar al baño donde pudo escuchar a su hijo decir: «No Martín, no Martín, no te voy a denunciar” y después silencio.

Al rato, la mujer salió y se encontró a Fabián desvanecido en una habitación, tenía precintos en las manos y estaba sobre una mancha de sangre. Primero, las cámaras tomaron a una mujer que salió de la casa de la víctima con una mochila y luego, a las 8.14, registraron la huida en moto de la dupla homicida, quien se llevó no sólo la carpeta con la escritura de la casa de Rauch al 1100 sino también un parlante, un caja metálica con cuchillas, las billeteras, los celulares y otros objetos personales de Fabián y su madre, reconstruyeron los investigadores tras recibir los resultados de las pericias.

Martín T. fue apresado ese mismo jueves cuando pasó en una moto similar a la que habían usado los homicidas por la esquina de la casa de Rauch al 1100. El personal de Comando Radioeléctrico estaba en la cuadra, ya que el fiscal había solicitado dos allanamientos: uno en esa vivienda y el otro, a dos cuadras, en un taller mecánico que era del principal sospechoso Martín T., ubicado en María del Carril al 1600.

Pasaron los días y en base a las entrevistas recolectadas, los investigadores se enfocaron en la pareja de Martín, identificada como Verónica M., de 33 años, cuya fisonomía coincidía con la aportada por testigos. Fue por esto que este lunes, los pesquisas de la AIC hicieron un allanamiento en una vivienda de Maradona al 5700 donde residía la sospechosa pero no la encontraron.

Tras este operativo, la mujer se presentó en la sede de la AIC y quedó incomunicada hasta este viernes cuando fue imputada por la fiscal Pairola como coautora de los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de tres personas y por criminis causae, y robo calificado por el uso de arma blanca, que tiene una pena en expectativa de prisión perpetua y es la misma calificación por la que fue acusado su pareja Martín T., quien también quedó preso.

Tras escuchar a las partes, el juez Héctor Núñez Cartelle aceptó la acusación fiscal y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para Verónica M., es decir por dos años.

Simuló interés en la compra de una casa, acordó encuentro y mató al dueño para robarle la escritura

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