Eduardo Héctor Chantada, el abogado asesinado de un disparo en la nuca delante de su hija de 11 años en un aparente intento de robo cometido en una vivienda de la localidad platense de Villa Elisa, trabajaba como especialista en la Cámara Empresaria Autopartista y militaba en la agrupación La Cámpora, cuyos integrantes lo caracterizaron como «un compañero todo terreno» que estaba «siempre pegado a las necesidades de la gente».
«Trabajaba en los barrios, en las villas y en las oficinas del Congreso Nacional. Un multifacético. De abogado defensor de las familias sin hogar a defensor de usuarios de servicios públicos ahogados por las tarifas macristas», lo describieron sus colegas militantes en un texto de despedida publicado en el sitio web de la organización.
Chantada, de 52 años, apodado «Pulpo», era egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y luego de trabajar durante varios años en el fuero laboral, realizó un posgrado de especialización en alta tecnología en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Por ese motivo comenzó a ejercer como asesor del Grupo Proa, perteneciente a la Cámara Empresaria Autopartista, que nuclea a empresas autopartistas del país.
En esa área, se dedicaba a llevar una amplia agenda de acuerdos que se extendían desde Sudamérica hasta México, Estados Unidos y Canadá.
Chantada residía en la ciudad de Buenos Aires y militaba en la agrupación La Cámpora, donde participó con la realización de medidas de amparo y en audiencias públicas durante la gestión presidencial de Mauricio Macri, cuando también formó parte del equipo jurídico del Frente para la Victoria-PJ.
«Un defensor acérrimo de la industria nacional desde el derecho y la política. Un compañero con la vocación incansable de cuidar y pensar al otro. Cómo no recordar tu paso por la Mesa de Salud de La Cámpora de la ciudad de Buenos Aires, tus recorridas por los barrios acompañando las campañas de vacunación del Ministerio, o en el armado de los esquemas para asistir a los compañeros en las movilizaciones», lo recordó la organización.
Sus compañeros y compañeras lo caracterizaron como «un loco lindo, de sonrisa grande y fácil, un optimista, un alegre, un inquieto» y «un militante de toda la vida».
«Con inmenso dolor despedimos a un militante, a un valiente. Defensor de familias humildes de estafados, de marginados. Buen viaje compañero. Hasta la victoria siempre», concluye el escrito.
Matan de un balazo en la nuca a un abogado y militante de La Cámpora en La Plata