No es la primera vez que la multinacional Uber intenta su desembarco en Rosario. En los últimos días se multiplicaron los avisos publicitarios de la empresa, sobre todo en redes sociales, en las que se invita a conductores a dejar sus datos para integrar su staff prometiendo una ganancia mucho mejor que en el sistema de taxis.
Según anunciaron desde la compañía, la aplicación Uber ya comenzó a operar desde este miércoles y oficializó su llegada a través de un correo electrónico que le hizo llegar a todos sus inscriptos.
Desde la Municipalidad, en tanto, aclararon que el servicio no está habilitado para funcionar en la ciudad porque no acepta cumplir con las normas vigentes. Ante ese escenario, los taxistas (dueños de licencia y peones) volvieron a enunciar el unánime repudio de gremios empresariales y de trabajadores ante un nuevo intento por vulnerar los derechos laborales.
Un poco de historia
Uber es una empresa de Estados Unidos, fundada en 2009, como una propuesta de transporte público no tradicional. La app usa el GPS del teléfono celular del pasajero y de los conductores, lo que permite conocer las ubicaciones entre ambos mediante conexión a Internet, y de esa forma, enviarle al pasajero el vehículo más cercano a su ubicación.
La plataforma, a diferencia de los tradicionales sistemas de transporte público, se presenta como un «mediador» entre prestadores y usuarios de la movilidad, eso significa que no reconoce a choferes o dueños de los vehículos como trabajadores.
El esquema, por el contrario, es el de socios del negocio, sin reconocimientos laborales ni cobertura de riesgos, que quedan a cargo de los conductores y propietarios de los autos.
En Rosario, tanto el servicio de taxis como de remises -con los que Uber compite- es regulado por el Municipio. Los conductores deben cumplir con un periodo de formación, contar con carnet profesional, los vehículos someterse a controles periódicos, chequeos de higiene, mecánica y otros ítems relacionados a la calidad del servicio.
«Llegamos»
Lo cierto es que este miércoles, en un parte difundido a la población, desde Uber anunciaron que apuntan a dar un servicio al personal esencial en la ciudad.
«A partir de hoy, la plataforma Uber Essential, un producto pensado para el contexto de pandemia que brinda una solución de movilidad, a través de la tecnología, a las personas excpetuadas que necesitan trasladarse. También suma Uber Medics, que ayudará a los profesionales de la salud a moverse a los centros sanitarios de la ciudad», señala el escrito.
«También disponemos de las funciones del centro de seguridad de Uber como acceso directo al 911 y compartir viaje con contactos de confianza», agregaron desde la app.
«A través de Uber Medics, accederán a un 10% de beneficio promocional sobre los precios de referencia en todos los viajes hechos con la aplicación, desde y hacia hospitales, clínicas y centros de salud de la ciudad y alrededores”, informaron luego.
De acuerdo al comunicado corporativo, ya son más de 117 mil las personas que descargaron la app para viajar en la ciudad, y más de 17 mil los que se anotaron para manejar.
Dudosa reputación
Los taxistas mostraron de inmediato su bronca y rechazo. El referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), Marcelo Díaz, dijo que «existen muchos argumentos para estar alertas, ya que actualmente hay muchas aplicaciones que perjudican el trabajo y que son ilegales».
Díaz, preocupado, advirtió luego: «Vemos que están destruyendo el sistema de transporte local y regulado. Esta plataforma trucha que existe en el mundo nos está robando el trabajo, aprovechan la situación de endeblez que hay en el sistema de transporte y la pandemia con la pérdida de puestos de trabajo».
Por su parte, Horacio Yanotti, titular del sindicato de Peones de Taxis de Rosario, sostuvo: «Para nosotros no es ninguna novedad que aparezca Uber en los medios. Nosotros consideramos que la empresa no encaja en Rosario. Hoy, el 33% de la población vive en asentamientos irregulares y no tiene poder adquisitivo».
Además, Yanotti dijo que «Uber se tiene que adaptar a la normativa vigente. En la actualidad existente falencias en el servicio. Un taxista no llega a cobrar 30 mil pesos. Por eso, hay que hacer un replanteo sobre el servicio de taxis y la Municipalidad no se tiene que hacer la distraída».
En tanto, José Iantosca, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario, manifesto: «Desde el sector estamos muy preocupados porque el desembarco de estas empresas atenta contra la fuentes de trabajo. Esta empresa tiene que adaptarse a las ordenanzas municipales».
«Si ingresa Uber, el más perjudicado es el trabajador que tiene que tomar el servicio. Estas empresas aprovechan el momento en el que el país está en una situación crítica y por eso quieren meterse, pero vamos a dar la batalla», cerró Iantosca.
Servicio desregulado
El concejal justicialista, Eduardo Toniolli, también se sumó al rechazo y escribió en Twitter sobre el particular modelo de negocios global que, además de Rosario, carga con cuestionamientos en numerosos países: “¿Qué confianza pueden ofrecer a sus usuarios empresas que niegan a sus trabajadores, desconocen toda regulación estatal, y fugan sus ganancias a paraísos fiscales? ¿Qué compromiso tienen con la movilidad de nuestra ciudad, entendida como un sistema integral?».
En tanto, la concejala de Iniciativa Popular, Fernada Gigliani, señaló: «La plataforma de #Uber afirma que ya funciona en Rosario. La tercerización que plantea esta aplicación trae consigo un servicio desregulado en el que siempre pierden los trabajadores y las trabajadoras; y el cual es incompatible con nuestra normativa local».