Los violencia urbana, y su rostro fatal representado en los homicidios, generó que un amplio movimiento de vecinalistas y familiares de víctimas comenzara a manifestarse reclamando seguridad. Y en ese sentido, desde Vecinales Rosarinas Unidas por la Seguridad, convocan a una marcha el jueves próximo a las 19.30, en Oroño y Jujuy y desde allí marcharán hacia la sede de Gobernación.
En lo que va del año se cometieron 38 asesinatos en Rosario. El último, cometido en lunes a la noche en Eva Perón y Larrea causó especial conmoción. Fernando Dipré tenía 50 años y lo mataron en la puerta de su casa, en un robo. Dipré era el dueños de una academia de conductores, donde enseñó a manejar a los jóvenes de barrio Azcuénaga. Vivía con su mamá de 80 años, enferma de alzeheimer.
La suba de homicidios es alarmante. El año pasado se registraron 212 crímenes en el departamento Rosario, mientras que en 2019 sumaban 168.
Melisa Herrero, de Vecinales Rosarinas Unidas por la Seguridad, dijo en declaraciones radiales que “como cada jueves, íbamos a concentrarnos y a quedarnos allí, pero tras lo ocurrido en Córdoba y Paraná, decidimos marchar hasta Gobernación. Lo haremos de forma pacífica y ojalá nos acompañen, porque no es sólo una marcha de las vecinales, sino de todos los rosarinos. Convocan también los Familiares de Víctimas de la Seguridad”.
Y sostuvo que no se puede vivir así. “Esto tiene que empezar a cambiar, y los vecinos tenemos que visibilizarlo”, afirmó Melisa. Y recordando al colectivo que se movilizó en 2016 y que se denominó Rosario Sangra, contó: “Asistí y pensé entonces que algo iba a cambiar. Fue muy masivo pero se diluyó demasiado rápido, y hoy seguimos reclamando y pintando estrellas rojas”, dijo en referencia a las estrellas rojas que se han pintado en los lugares en donde han sido asesinadas tantas personas, en ocasión de robo o no, como la pintada en donde fue asesinado el verdulero de Barrio Agote Damián Lucero, dejando esposa y cinco hijos,
“La diferencia es que estamos organizados y unidos las vecinales y los familiares de víctimas, ignorados muchas veces por el Estado, tanto psicológica como económicamente. Tenemos pedidos concretos que presentamos a diferentes organismos de seguridad y a la Intendencia. Esperamos que nos convoquen desde Gobernación y que gracias a nuestra perseverancia empiecen a escucharnos”, detalló.
La semana pasada se llevó adelante una reunión entre vecinales y funcionarios, pero esta organización no fue invitada. “Son buenísimas esas reuniones pero queremos ver acciones concretas y resultados. No podemos naturalizar el miedo ni convivir con este grado de violencia”.