La Policía Federal Argentina desarticuló la organización narcocriminal liderada por Daniel Horacio «Dani» Godoy que se dedicaba no sólo a la venta y distribución de droga sino también a la intimidación, “apriete” a ciudadanos y comisión de homicidios por encargo, dijeron fuentes del caso, que lleva adelante el magistrado federal Carlos Vera Barros.
Hace tiempo que se investigaba a una organización criminal dedicada a realizar una multiplicidad de delitos entre los que se destaca el narcotráfico y los homicidios por encargo, enmarcaron el operativo desde la PFA, que reconoce como antecedente el crimen de Marcelo «Coto» Medrano, ejecutado en Granadero Baigorria dos años y medio atrás, caso por el cual está detenido el policía Gabriel Godoy, hermano de Dani.
Esta actividad ilícita, enquistada en la zona metropolitana de Rosario, presentó a lo largo de la investigación ramificaciones hacia varios puntos del país, entablando lazos con países limítrofes, dijeron.
La banda de formato piramidal se encontraba liderada por Dani Godoy, un hábil evasor por años de la Justicia, con frondoso prontuario por diversos delitos incluido el homicidio, y que también otro hermano policía, Diego Godoy, igualmente detenido en el megaoperativo de este jueves.
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La presente investigación tuvo su inicios a mediados del mes de marzo del año 2021, en circunstancias en que Daniel Godoy fuera detenido por hallarse involucrado en el homicidio de Coto Medrano, hecho ocurrido en la vía pública donde ésta persona recibió al menos 15 disparos que terminaron con su vida. El mismo se le atribuyó a una puja de poder por el dominio del territorio entre el fallecido Medrano, referenciado en el capo narco Esteban Alvarado y Godoy, quien lideraba una franquicia del líder de Los Monos Ariel «Guille» Cantero.
Ambos aguardaban una relación de estrecha amistad desde la infancia. Tanto Coto Medrano cómo Godoy dedicaron su vida a la actividad ilícita y la venta de drogas, describió PFA en un parte de prensa. Medrano se había transformado a los 48 años en un capo narco de la zona norte de Rosario y e intentó ser jefe, sin suerte, de la barra brava de Newell’s, entre 2015 y 2017.
Coto Medrano, terminó asesinado de 15 disparos, luego de ser emboscada a la salida de una estación de servicio YPF ubicada a metros del baigorriense hospital Eva Perón. Había regresado a la región un mes antes de su muerte.
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Si bien lo asesinaron en esa ciudad, antes había tenido domicilio en la zona norte de Rosario, frente a la cancha de Rosario Central, donde cayó detenido en ocasión de su primera condena por narcotráfico. Estaba amenazado de muerte, motivo por el cual se resguardó durante un tiempo en Victoria, Entre Ríos, recordaron desde PFA.
El crimen fue organizado: un vehículo lo siguió y una persona descendió y lo atacó cuando Medrano compraba en el shop de una YPF. El cuerpo tenía quince orificios de bala. Tenía fractura en el maxilar y en la base del cuello, lo que hace suponer que lo remataron cuando ya estaba tirado en el piso.
A raíz de lo sucedido la fiscalía interventora llevó a cabo una investigación que culminó con la presunción de que Daniel Godoy pudo haber ordenado el homicidio de Medrano, tras lo cual se dispusieron de inmediato varias diligencias, con el fin de dar con el paradero del nombrado.
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Todo esto finalizó el 8 de marzo del año 2021, cuando Dani Godoy fue hallado en una quinta ubicada en la localidad de San Lorenzo. En dicho procedimiento se le secuestro su teléfono celular, el cual permitió ahondar más en la intimidad del imputado, quien tenía como ingreso principal para su subsistencia el narcotráfico mediante la venta y distribución de drogas, según la acusación. Sin embargo, hasta el momento no se ha podido probar su vinculación con el crimen de Medrano.
Por tal motivo, el fiscal Diego Iglesias, a cargo de la Procunar, mediante su sede judicial de Rosario a cargo de Matías Scilabra, dispuso se tomara cartas en el asunto. Así los detectives comenzaron a efectuar un exhaustivo análisis sobre el teléfono en cuestión determinando infinidad de vínculos no sólo de carácter narcocriminal sino también con diferentes personas que se dedicaban a efectuar amenazas, extorsiones y hasta cometer homicidios por encargo, como el que se presume cometieron el pasado 6 de marzo en Rondeau al 3900 de Rosario, en el que fue víctima el vendedor de autos y mecánico Gustavo Granados.
Luego de varios meses de escuchas telefónicas, análisis de información y tareas específicas de investigación se llegó a detectar una veintena de domicilios distribuidos entre Rosario, Gran Rosario y la provincia de Buenos Aires, que tenían vinculaciones con Godoy, un hombre sobre quien ya pesa una investigación por lavado de activos que tramita en sede provincial.
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Con estos datos más una identificación incompleta de varios componentes de la organización el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, a cargo de Vera Barros, Secretaría B de Hernán Flores, con la actuación de la Fiscalía Federal N° 2 de Claudio Kishimoto, dispuso que la Superintendencia de Investigaciones Federales llevase adelante un megadespliegue con más de 50 allanamientos.
Como resultado de los procedimientos, se detuvo al mencionado Dani Godoy, como así también a su hermano Diego Adrián Godoy (encargado de la logística), Priscila Giuliana Romero (cómplice y pareja del jefe de la organización), Victoria Galassi (logística), Lara Anahí Bertolini y Carlos Tomás González (vendedores de droga en búnker) y José Hermer Abril Montilla (sicario), según la descripción de voceros del caso.
También se desarticularon varios búnkers. Todos los detenidos quedaron alojados en la sede de la PFA en calidad de incomunicados y fueron indagados en la mañana de este viernes.
Los efectivos policiales secuestraron armas de fuego (algunas de ellas con numeraciones limadas), estupefacientes, balanzas, elementos de corte, gran cantidad de teléfonos celulares, dinero en efectivo, 4 autos utilizados por los miembros de la organización (varios de ellos con pedidos de secuestro vigentes por robos en la ciudad de Rosario) y 4 motos que serán peritadas y comparadas con bases de datos a los fines de determinar si participaron en alguna de las balaceras que se perpetraran en la ciudad.
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