Le costó. Pero logró el objetivo. Central logró instalarse en los octavos de la Copa Argentina tras derrotar a Deportivo Riestra. Fue 2 a 1, en un duro partido en el que los de Arroyito tuvieron que esforzarse para trasladar al marcador la diferencia de categoría.
La superioridad de los auriazules sobre su rival, que militará esta temporada en la B Nacional, fue inobjetable. Pero, a la vez, argumento insuficiente a la hora de resolver el duelo. Con problemas en la generación de juego, el Canalla encontró dos goles en el complemento a partir de rebotes en acciones con pelota parada. Y si bien hizo un sólido trabajo defensivo, Deportivo Riestra empató transitoriamente casi sin patear al arco.
Riestra salió a jugar asumiendo la diferencia de categoría a favor de los auriazules. Con alta disciplina táctica, los blanquinegros se plantaron en campo propio con una línea de cinco defensores, cuatro volantes por delante, y un solo delantero. Central asumió el protagonismo correspondiente a la ocasión. Y, para tratar de romper el esquema rival, aplicó su libreto: se instaló en campo ajeno, lanzó a sus laterales al ataque, abrió bien la cancha y apostó a la paciencia para encontrar espacios.
En este escenario, los de Arroyito monopolizaron el balón, y por momentos asediaron a Riestra. Pero consiguieron muy pocas situaciones para romper el cero. Entre otras cosas, faltó velocidad para cambiar de ritmo en tres cuartos de cancha, y sorpresa. Hubo demasiada previsibilidad.
Con ser superior a su rival, a Central no le alcanzó en el primer tiempo. Por eso, para el segundo, los auriazules buscaron agregarle velocidad y verticalidad a los avances, para así tratar de transformarlos en ataques más profundos.
Y el cambio de forma dio rápido rédito. A los 10 minutos, de una pelota parada, y tras un cabezazo de Camacho, Zampedri encontró un rebote y abrió el marcador.
Pero, lejos de sacar provecho de haberse puesto en ventaja, los de Arroyito le entregaron al rival la posibilidad de reaccionar. Y Riestra lo aprovechó. Y llegó al empate a los 20, gracias a un córner de Sebastián Soto que se desvió en Elías Gómez.
A los 27, cuando el partido se empezaba a complicar, Leguizamón encontró un rebote en el punto penal y no perdonó. Otra vez en ventaja, Central se ordenó mejor para cerrar el partido. Y lo hizo sin pasar sobresaltos.
El Canalla dejó atrás a Riestra y dio un nuevo paso en la Copa Argentina, una competencia que en los últimos tiempos entregó alegrías y sinsabores en similares proporciones. Ahora, en los octavos aguarda por Boca o Guillermo Brown de Puerto Madryn.
“Se hizo duro, pero en todo momento manejamos la pelota”
Con la tranquilidad del deber cumplido y ya pensando en lo que viene por el torneo local. Así salió Paolo Montero, el entrenador canalla, del vestuario luego de que su equipo venciera 2-1 a Deportivo Riestra para avanzar a los octavos de final de la Copa Argentina.
“Conforme” fue la palabra que utilizó el uruguayo para graficar su estado de ánimo tras el triunfo canalla en La Paternal.
“Se hizo un partido duro, pero en todo momento manejamos la pelota”, dijo el técnico auriazul.
El planteo que edificó Riestra fue el de la precaución y cuidar el arco propio en todo momento. Central por momentos no supo encontrar los caminos, pero el objetivo de ganar se cumplió.
“Nos vamos contentos por la victoria. Son partidos muy difíciles estos y por suerte pudimos sacarlo adelante“, indicó el director técnico uruguayo.
En cuanto al tanto de Riestra, el cual fue tras un tiro de esquina que se desvió en la humanidad de Elías Gómez, Montero fue analítico y dijo: “Sabíamos que con la altura de ellos podíamos sufrir desde la pelota parada. Nos castigaron de esa manera pero tuvimos la capacidad de revertir la situación”.
Y sobre el futuro de su equipo el técnico charrúa expresó: “Vamos a tener que seguir mejorando, los jugadores se van conociendo entre ellos. Hay que aprovechar esos momentos”.
En tanto, el arquero Diego Rodríguez, destacó la victoria ya que rivales como Deportivo Riestra “son los peores” para enfrentar por sus planteos defensivos.
“Son los peores partidos para jugar, te llegan una vez con pelota parada y te lastiman. Nos lastimaron con sus armas, velocidad y pelota parada, pero con paciencia lo pudimos ganar”, afirmó el Ruso.