“No paro de moverme por amor a mi hijo, tengo todas las esperanzas puestas en este tratamiento”, expresó llena de miedo, pero optimista Miriam Vilchez. Su hijo Agustín Martínez, de 17 años, tiene parálisis cerebral debido a una mala praxis al nacer, y el único camino a una mejora en su calidad de vida será ser tratado con células madre en China, para lo cual necesita unos 60 mil dólares y la ayuda de todos. Este domingo se realizará un almuerzo y un sorteo especial, con el objetivo de recaudar fondos para poder viajar el 10 de noviembre.
Es evidente que el amor por un hijo no conoce de límites y la lucha que emprendió Miriam Vilchez por el suyo, el más chico de sus cuatro hijos, será a prueba de burocracia, idiomas, kilómetros y avances médicos posibles. Agustín viajará en noviembre a China para ser tratado con células madre entre 30 y 45 días, su parálisis cerebral, según explicó Vilchez, se debe a la falta de oxígeno que tuvo en el proceso de parto. “No me realizaron la cesárea a tiempo, sino dos horas después de comenzar con las hemorragias; eso fue hace casi 18 años en el sanatorio Rosendo Fraga, dela UOM”, denunció. Además aseguró que en ese instante “nadie, absolutamente nadie” le dijo de lo ocurrido.
La mujer recién supo con certeza del estado de su hijo seis meses más tarde: “Al comenzar a incorporar sólidos a su alimentación, el nene se atragantaba, no tragaba y su cabecita caía. Ahí fui a consultar al pediatra y me dijo que esto debía responder a una falta de oxígeno en el nacimiento; desde entonces la lucha comenzó, y atravesamos momentos sumamente difíciles, y hoy vamos por un paso más grande”.
El atraso en el desarrollo del niño preocupó a sus padres y no hubo respuestas de parte del centro de salud donde se realizó el parto; de todas maneras la situación de la familia fue complicándose con el paso de los meses. “Al tiempito que nació Agustín mi marido quedó sin trabajo. Las carroceras se fundieron en la época de (Carlos) Menem porque traían cosas del extranjero. Entonces, sin trabajo, ya no teníamos obra social, así que empecé a recorrer los hospitales públicos para que atiendan a mi hijo. Fue así como empezaron los cuadros de pulmonía, bastante seguidos, por el poco desarrollo y funcionamiento que tienen sus pulmones, así también se contagió de varicela hemorrágica en el (hospital de niños) Vilela, mientras estaba internado. Hemos pasado unos tres meses internados ahí, fue terrible”, describió.
Sin embargo, la fuerza de Agustín fue mucho mayor a los obstáculos que debió superar, a igual que la de su madre: “Todos los médicos y la gente que me hablaba del tema me decía que Agus iba a tener la solidez de un flan, por suerte nunca los escuché ni les hice caso, y hoy veo a mi hijo con ganas de seguir viviendo, con ganas de superarse y eso me hace muy feliz”.
Hoy el chico permanece en una silla de ruedas y no puede caminar, nunca lo hizo, y su madre tampoco espera que lo logre tras el tratamiento, pero sí que haya una mejoría notable en su calidad de vida.
“Durante el tratamiento se le inyectarán células madre que irán justo a la zona lesionada del cerebro, y allí se generará una neurona nueva, donde está la muerta. A esta nueva neurona habrá que educarla para que cumpla sus funciones en el cuerpo de Agustín”, explicó.
El recupero prometido es de un 70 por ciento, y Vilchez auguró: “Vamos a poner lo mejor de nosotros, y a tener la mejor recuperación posible, pero pretendo que vuelva sin el babeo constante, que sus convulsiones se frenen. No pretendo que camine porque eso sería magia. Hay que ser objetivos y para mí sería un gran logro que mi hijo se pueda expresar más, que se pueda comunicar”.
“Agus tiene unas ganas de vivir terribles, no para, quiere caminar aunque sabe que no puede, trata de moverse, se expresa, eso nos da fuerza para seguir adelante. De echo, nunca dejó de trabajar sus músculos, ha hecho natación hasta que se complicó porque no puede respirar bien, pero probó con otras actividades, hace rehabilitación, tiene mucha estimulación desde chiquito, él sigue adelante y nosotros también”, dijo emocionada.
Números, almuerzo y esperanzas
Para ello será necesario alcanzar los 60 mil dólares que restan para cubrir el viaje, el tratamiento y los casi 45 días de internación, además de medicamentos y un traductor de chino e inglés, dado que los familiares desconocen ambos idiomas. Con el objetivo de recaudar fondos, se organizó un almuerzo este domingo en el club Echesortu (San Nicolás 1350), a las 12.30. La tarjeta, con bebida incluida, cuesta 50 pesos. Paralelamente, durante el almuerzo se sortearán algunos premios ante escribano público. “Los números de la rifa también salen 50 pesos y quien no pueda ir al almuerzo puede participar igual, vamos a tener un escribano para hacerlo con la mayor transparencia”, dijo. Se sorteará una moto, una computadora y un parrillero premoldeado.
A su vez, ya se han realizado algunas actividades como un té bingo en Newell’s y otras convocatorias más pequeñas. Por otra parte, hay una cuenta bancaria para quien pueda donar dinero en nombre de Agustín. La cuenta pertenece al Banco de Santa Fe, sucursal 000 y responde al número 24437/06. Sus padres tienen tiempo hasta el 10 de octubre para enviar el dinero del tratamiento.
Por otra parte, quienes se quieran comunicar con la familia, pueden hacerlo a través de los teléfonos 433 3506 y 152-101308.
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