En sus dos ediciones y media La Superliga Americana no tuvo un éxito rotundo por diferentes razones, pero si generó efectos secundarios que fortalecieron la Región Sur, siendo un factor fundamental para que Uruguay y Chile logren la clasificación al cuadro principal del Mundial de Francia en 2023. Ya con esas consecuencias el objetivo de tener una competencia de nivel internacional se cumplió con creces. Ahora la Slar dejará de existir y tomará un nuevo nombre: “Súper Rugby Americas”. También cambiará de formato y se agregarán otras franquicias. Una la aportará Argentina (Tucumán o Córdoba) y otras dos serán equipos norteamericanos (Estados Unidos y Canadá).
Días atrás el periodista neozelandés Paul Tait, quien se encuentra viviendo en Brasil, publicó en su cuenta de twitter sobre el futuro inmediato de la Slar. En el mensaje en la red social del pajarito el colega kiwi expresó que el torneo sudamericano se expandía al norte del continente americano con la inclusión de dos franquicias: Pacific Pride de Canadá y Colorado Raptors de Estados Unidos. Y por otro lado anticipó la baja de Cafeteros Pro de Colombia y la novedad sobre el segundo equipo argentino que tendría asiento en Tucumán.
Y ayer para completar el cartón Wenceslao Tejerina, Gerente de Alto Rendimiento de la Federación Chilena, fue entrevistado en el podcast “En la Melé” no sólo confirmando el anticipo de Tait, sino que además adelantó que el torneo cambiará de nombre pasándose de llamar Superliga Americana a “Súper Rugby Americas”.
Además, el dirigente chileno ratificó el nuevo formato de jugar a dos rondas, siendo el formato original que la Slar tenía para 2020 pero que la pandemia obligó a postergar.
“La Superliga Americana, por lo que sabemos, va a cambiar su nombre y su formato. Tengo entendido que se va a llamar Súper Rugby Americas. Es interesante porque nos va a permitir sumar, de alguna manera, dos equipos de Norteamérica, uno de Estados Unidos y uno de Canadá”, dijo Tejerina y agregó: “Eso es lo que se está terminando de cerrar y se va a jugar en formato ida y vuelta, ya no en burbuja como se jugó hasta ahora. Tenemos un muy interesante comienzo de año”.
Crédito: Prensa UAR
Para entender porque dos equipos norteamericanos competirán con las franquicias sudamericanas hay que saber que la MLR (Major League Rugby) que nuclea franquicias de Estados Unidos y Canadá, no depende de las Uniones nacionales de esos países, teniendo entre las entidades y la organización del campeonato una relación que va de tirante a protocolar.
Por su parte, Sudamérica Rugby que trabaja con perfil bajo de cara al futuro, guardaba con cierto recelo la información para tener todo acordado y hacer un gran anuncio a finales de octubre. Con las declaraciones del dirigente chileno, más los rumores en la prensa, la entidad madre del rugby sudamericano que conduce el uruguayo Sebastián Piñeyrúa se expresó con el siguiente comunicado: “Debido al éxito obtenido en la Superliga Americana de Rugby en las dos temporadas completas de 2021 y 2022, desde Sudamérica Rugby, organizadores de SLAR, estamos en plenas tratativas con uniones nacionales de Norte y Centroamérica, para planificar el crecimiento futuro del rugby en el continente. Por ello, estamos trabajando con todas las uniones en membresía y las franquicias participantes en SLAR 2022 para planificar y desarrollar las competencias futuras, por franquicias e internacionales. El 27 de octubre se presentará el formato y se darán detalles de la nueva competencia profesional de las Américas”.
Las franquicias en 2023 serían: Peñarol (Uruguay, y último campeón), Selknam (Chile, y actual subcampeón), Jaguares XV y la segunda franquicia argentina que tendría sede en Tucumán o de Córdoba; Olimpia Lions (Paraguay), Cobras XV (Brasil), más Pacific Pride (Canadá) y Colorado Raptors (Estados Unidos).
Se jugará en el formato que se había pensado originalmente para la Slar en 2020, todos contra todos con partidos de ida y vuelta, semifinal y final. Con Colorado hay tres horas de diferencia y con Toronto una hora, para la televisión es ideal.
Además, el hecho que la Slar haya sido un factor fundamental para el crecimiento de Uruguay y Chile, y que ambos seleccionados hayan logrado superar a sus pares del norte y asegurarse un lugar en Francia 2023, hacen que World Rugby, que para determinadas regiones tenía un plan de retiro de fondos, siga apostando y es muy probable que el futuro torneo reciba aportes económicos importantes.
De todo estos movimientos, teniendo en cuenta lo sucedido años atrás, se puede pensar que no sólo es una expansión mirando el norte en cuanto a lo deportivo, sino que es una gran alianza con Sanzaar y que el torneo sudamericano sea el primo hermano del Súper Rugby Pacific. Pero a su vez se puede hacer otra lectura: tender una línea a nivel político de cara al futuro. Abroquelar el continente con tiempo, y luego empezar la conquista a nivel global para estar mejor preparados y parados que en 2020.
