“Justicia la hacemos entre todos” pintaron este mediodía militantes sociales y familiares de víctimas de la represión policial de 2001 frente a los Tribunales provinciales. A doce años de la crisis político-social que dio fin al gobierno de Fernando De la Rúa, distintas organizaciones se convocaron en la ciudad y realizaron un acto en la puerta del edificio de Balcarce y Pellegrini con un objetivo claro y común: el inclaudicable pedido de justicia.
Entre banderas con nombres de víctimas de distintos hechos violentos ocurridos en estos últimos doce años, Celeste Lepratti tomó el megáfono y recordó a su hermano Pocho, asesinado el 19 de diciembre de 2001 por balas policiales cuando se encontraba en el comedor de barrio Ludueña, donde realizaba trabajo social. “Estamos acá aunando las luchas. Se resume todo en una palabra, que es impunidad. Una impunidad que se hace insoportable. Seguimos diciendo basta a todo esto”, afirmó Lepratti desde las puertas de los Tribunales.
“La justicia que soñamos tiene que ver con esto que hacemos todos nosotros, desde abajo. Una justicia reparadora, que le debemos no sólo a los que no están, sino también a nosotros mismos que nos merecemos vivir de otra manera, relacionarnos de otro modo. Ese es el deseo común”, explicó Celeste, quien expresó además el reclamo de muchos de los familiares allí presentes, de que se determinen las responsabilidades políticas y se llame a declarar a personajes como Carlos Reutemann, “que en Santa Fe es el principal responsable de la masacre”.
Por el altavoz del acto pasaron familiares y allegados de víctimas de distintos hechos ocurridos en los últimos años. “A doce años, lamentablemente, la cosa parece que ha empeorado”, continuó la mujer. Sin embargo, destacó el gran ejemplo que le ha dejado la lucha de Pocho. “Él es alguien que nos empuja todos los días a salir a hacer las cosas, a luchar. Nos dejó ese gran legado que, aunque los panoramas aparezcan tan oscuros, tan difíciles, se puede si nos juntamos con otros, si la lucha es colectiva. En lo personal me da un orgullo muy grande haber sido su hermana”, concluyó.
En la manifestación, también estuvieron presentes integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), quienes acompañaron el pedido de justicia de los familiares. Además, reclamaron por los procesamientos de militantes de esa agrupación por un acampe realizado frente al Ansés y pidieron respuestas para la situación de pobreza de algunos sectores de la sociedad ante la inminente llegada de las fiestas.
“Nosotros vinimos, como todos los años, pidiendo justicia para los caídos de 2001. Pensamos que la impunidad de ellos, como de la mayoría de los casos de los treinta mil desparecidos, es un mensaje mafioso del Estado hacia el conjunto del pueblo, de que luchar trae consecuencias fatales y que eso no va a traer justicia”, denunció Eduardo Delmonte, titular de la organización.
Además, el referente de la CCC hizo alusión a los sucesos ocurridos en el país hace doce años como “el Argentinazo de 2001, ese hecho histórico que permitió suspender el pago de la deuda externa y abordar masivamente el problema de la desocupación”.
Delmonte se refirió también a la falta de respuestas de los distintos niveles del Estado ante los reclamos de la multisectorial conformada por distintas entidades comerciales, gremiales y sociales, que había convocado a una mesa de diálogo con representantes de la Municipalidad, la Provincia y la Nación. “Los tres niveles del Estado han desoído la convocatoria. No se presentaron a plantear respuestas urgentes que permitan salir al encuentro del hambre creciente que hay, de la falta de trabajo y que permitan pasar las fiestas en paz”.
En este sentido, desde la CCC dejaron en claro que “el saqueo no es un camino para el pueblo, sino que le permite al Estado quedar como árbitro y ordenador cuando es con sus políticas que se genera el caos de vivir cada vez peor para una gran parte de la población”. Y agregó: “El camino es luchar y exigir que el Estado de respuestas”.