El intendente de Rosario Pablo Javkin, el ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, y el fiscal general provincial Jorge Baclini brindaron una conferencia de prensa donde contaron el trabajo en conjunto que están realizando para reducir los niveles de violencia. Los funcionarios hablaron de una tarea en etapas, y afirmaron que buscan rastrear a dónde va el dinero del narcótrafico y de desactivar el mercado de las armas ilegales.
Lagna mostró un informe sobre el trabajo de los últimos tres meses y explicó el dispositivo aplicado en coordinación con los municipios y la Justicia. Dijo que en Rosario se hizo una fuerte intervención en los barrios más problemáticos, fundamentalmente en zona sur y que ya se han detectado otros. Y también que trabajan en Santa Fe, Rafaela y Venado Tuerto, las ciudades “de mayor conflictividad” de la provincia. “Estamos haciendo allanamientos y procedimientos, hay un trabajo interagencial para enfrentar una problemática de larga data que tiene aristas muy complejas. Hay grandes bandas que tienen detenidos a sus principales integrantes y hay juicios que se están llevando adelante. En el mapeo que hicimos el narcotráfico está siempre primero”, sostuvo Lagna. Y sostuvo que antes el control de las economías delictivas estaba en manos de grandes clanes familiares y eso ahora se “atomizó”. “Ahora está en manos de terceras o cuartas línea y lo que generan es un marco mayor de violencia con luchas que se dan por un pedazo de tierra para poder vender drogas”.
“La tarea es encarar esto no como un compartimento estanco, un tema netamente de seguridad y de justicia. Derribamos un bunker y a la semana tenés otro bunker. El Estado tiene que hacer ese trabajo y después acercar los programas de desarrollo que tienen provincia y municipio”, dijo Lagna.
Baclini explicó que lo que se busca “es tener efecto directo en relación a determinadas problemáticas que tienen los barrios que hoy son muy visibles con delitos de calle que generan muchísimo impacto en la vida diaria de todos los habitantes de la ciudad”. “Se pensó en un plan que no solo sea penal sino que tenga distintas aristas comenzando con una intervención penal como primer paso, luego una circulación policial fuerte y los pasos siguientes son los de mejoramiento de todo lo que es el barrio, de las condiciones de vida”, indicó.
“La idea es mantener esta experiencia y extenderla a otros barrios, lo que va a ser progresivo porque va demandando una intervención puntual. Se trata de un plan integral de seguridad”, finalizó.
En tanto Javkin dijo que su gobierno tiene “a los vecinos que viven en los barrios” como prioridad en este trabajo multiagencial. “Estamos concentrados en cómo cuidamos mejor a la gente en los barrios donde los hechos delictivos se dan con mayor frecuencia. Hay armas que se ve claramente que ingresan desde el circuito legal al ilegal y ahí necesitamos un mayor grado de inteligencia”, destacó.
