Voces a favor y otras en contra se escucharon ayer después de la presentación formal del plan estratégico agroalimentario que hizo la presidenta Cristina Fernández en la muestra Tecnópolis, con la meta de que la producción agrícola alcance las 160 millones de toneladas anuales en 2020 y afianzar la industrialización de la ruralidad para agregar valor a los granos. El ministro dela Producciónde Santa Fe, Juan José Bertero, afirmó ayer que “es difícil no estar de acuerdo” con el programa, al que consideró “un primer paso importante que es unir a todos detrás de un proyecto, identificar las principales cadenas de valor y en función de eso poner metas de desarrollo de aquí al2020”. No obstante, el funcionario planteó como principal problema “la dificultad” de llevar el plan “a la práctica”. Por su lado, el presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, dijo el discurso de la presidenta donde dio detalles del plan agroalimentario “fue para la tribuna”, y agregó: “Si el modelo productivo implica mantener y consolidar la actual concentración que tenemos en la agricultura, no puedo menos que estar muy preocupado porque el destino es producción sin productores”. En el mismo sentido, el dirigente federado sostuvo que los beneficiarios “son los pool de siembra, no los pequeños y medianos productores”.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó el lunes pasado el plan estratégico agroalimentario y agroindustrial y afirmó que éste “tiene por objeto una Argentina líder agroalimentaria en el siglo XXI”. Al respecto, Bertero recordó que la provincia “colaboró en todo momento con la realización del plan a nivel nacional que permitirá tener un marco de desarrollo más ordenado”.
El titular del área de Producción remarcó, en declaraciones a la radio santafesina LT 10, que en la provincia se dará “una discusión muy rica” por las trece millones de hectáreas que tiene Santa Fe, y que “cinco (millones) se pueden dedicar a la agricultura”, tope al cual se llegó “hace ya unos años”. Por lo tanto, “si se aumenta la producción es porque se utiliza más eficientemente los recursos y se aplica mejor tecnología”, dijo Bertero en coincidencia con lo expresado por la presidenta en Tecnópolis.
Para Buzzi, en cambio, el plan oficial para el sector agrícola “mantiene la lógica de la desaparición de productores”. Al referirse al plan agroalimentario, el titular dela Federación Agrariamostró sus dudas.
“Por fin el país se empieza a identificar con lo que es, un país productor de alimentos, es la principal virtud de este plan estratégico. Pero después hay que crear las condiciones para ver quienes son. Y en el quienes son hasta ahora el kirchnerismo ha mantenido la lógica de la desaparición de productores”, dijo Buzzi, quien días atrás rescató un “cambio de actitud” del gobierno nacional.
Granos con valor agregado
Por otro lado, el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, afirmó ayer que el plan agroalimentario “es el motor principal que sustentará el desarrollo del país”. Y recalcó: “Nuevamente la presidenta enfoca asuntos estratégicos para el país. Su idea de industrializar el campo necesita de una plataforma, métodos e ideas que aún en la dinámica del mundo, la economía y la política le dé sustentabilidad en el tiempo a este esfuerzo”.
El objetivo de que la producción agrícola alcance las 160 millones de toneladas anuales en 2020 se logra “con política”, destacó ayer la secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Carla Campos Bilbao, al salir al cruce de dudas de sectores ruralistas sobre el plan estratégico agroalimentario. La funcionaria destacó que el eje principal del programa es proveer de alimentos al mundo, con valor agregado y no ser sólo un país proveedor de alimentos.
“Debe pasar por el Congreso”
En tanto, el diputado nacional Christian Gribaudo, integrante dela Comisiónde Agricultura y Ganadería dela Cámarade Diputados, sostuvo que el plan agroalimentario “debe pasar por el Congreso”. El legislador indicó que “un plan es estratégico cuando se construyen los consensos; hasta ahora hay un plan de un gobierno”. Y continuó: “Le falta convocar a las entidades gremiales y las comisiones de agricultura de ambas Cámaras. Eso sería una política de Estado”.