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A hogares sustitutos por maltrato familiar

Por Diego Montilla.- Todo comenzó cuando un chico de 8 años dijo en la escuela que le pegaban.

La situación llamó la atención de los docentes de la escuela Nº 1381, ubicada en la zona oeste de la ciudad, en Doctor Rivas al 5700. Las clases habían terminado pero Franco, un alumno de ocho años, aún seguía estando en el centro educativo. Los minutos pasaron y cuando los maestros le preguntaron si nadie lo pasaría a buscar dijo que no, pero que tampoco quería volver a su casa porque “lo golpeaban”. Esto hizo que se realizara una denuncia en la comisaría 19ª y que a su vezla Policíadiera conocimiento de lo que estaba ocurriendo ala Direcciónde Promoción de los Derechos dela Niñez, Adolescencia y Familia quienes tras interiorizarse del tema –y realizar las distintas acciones que se llevan adelante en estos casos– decidieron dejar al niño y a su hermana de 13 años en un hogar de tránsito hasta que se resuelva un caso que se presenta como complejo.

La titular dela Direcciónde Promoción de los Derechos dela Niñez, Adolescencia y Familia, Mónica Varetto, comentó a El Ciudadano que tras tomar conocimiento del caso “se realizó el procedimiento correspondiente que requieren estas situaciones. Nos reunimos con sus progenitores, también con un tío del niño, y tras esos encuentros fue cuando decidimos que era necesario alojarlo a él y a su hermana en una institución a modo de protección, ya que por lo que se pudo registrar se está ante una situación evidente de malos tratos hacia los menores”, comentó.

Según relató la funcionaria, anteanoche la guardia de la dirección que protege los derechos de los niños y adolescentes recibió una llamada de la comisaría 19ª, desde donde se explicaba el caso. “La vicedirectora nos cuenta que al niño nadie había ido a buscarlo y que éste manifestaba que no quería volver a su casa por las reiteradas situaciones de malos tratos. Cuando llegamos al hogar pudimos hablar con uno de los tíos de los chicos, quien se estaba ocupando de ellos desde hacía unos quince días”, afirmó.

“Tras llevarnos al niño, volvimos hoy (ayer) a la mañana para realizar un procedimiento junto ala Policíadonde pudimos ubicar a la hermana de 13 años, quien también quedó bajo el cuidado de personal especializado. La idea ahora es seguir trabajando para que estos chicos tengan asegurada su integridad; seguiremos teniendo entrevistas con sus padres y con los restantes integrantes de su familia. Además, mantendremos contacto con los equipos territoriales que trabajan en la zona y con integrantes de los centros de salud, quienes suelen tener información de suma importancia que sirve como ayuda vital para esta clase de casos”, explicó.

Varetto destacó que la ley marca quela Direcciónde Promoción de los Derechos dela Niñez, Adolescencia y Familia tiene a partir de ahora noventa días para realizar los procedimientos que indica el protocolo. “Esto a veces se puede prorrogar un poco y se puede llegar hasta el año y medio si la situación de los niños así lo requiere. Una vez que se llega a una concusión definitiva los chicos son puestos a disposición dela Justicia, desde donde tienen la última palabra”, subrayó.

Al ser consultada sobre la situación socioeconómica de la familia de los niños puestos en protección, la directora contestó que “al parecer los padres tienen problemas de salud mental”. “Hay que aclarar que el hecho de que tengan problemas de salud no es lo que determina la quita de los niños sino los hechos de maltrato a los que han sido sometidos”, añadió.

Por su parte, desde la escuela, una de sus autoridades contó que el papá del niño tenía que venir a las 18.30 y a medida que pasaba el tiempo la criatura comenzó a contar que no quería volver su casa. “Ahí nos enteramos que hablaba porque todo solía circunscribirse a un sí o un no cuando se le preguntaba algo. Cuando le preguntamos dónde vivía nos dijo que en la calle del tanque y después nos dijo que era calle Maradona. Un profesor lo acompañó hasta el lugar y se encontró con unos primos segundos que viven adelante, porque parece que ellos viven atrás, que le contó que ya se había hecho denuncia por malos tratos. Ahí es cuando realizamos la denuncia policial y por lo que sabemos está todo a cargo de la provincia ahora. Franco es un chico muy callado, que siempre está muy sucio, con ropa muy fea. La verdad es que esperamos que se lo pueda ayudar. Todo esto siempre nos moviliza mucho y hay que destacar que así como hay gente mala también hay muchas personas buenas que se acercan y ayudan de manera totalmente desinteresada”, concluyeron desde el establecimiento educativo.

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