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A juicio por matar a policía

Damian Abregú fue procesado por el delito de homicidio criminis causa. El asesinato ocurrió hace 8 meses en un comercio de venta de autos, donde murió el agente Leonardo Caro de una disparo en la cabeza.

Ana Laura Piccolo

Ocho meses después del homicidio del policía Leonardo Caro, quien recibió un disparo letal durante un robo a una concesionaria de autos en zona oeste, la Justicia procesó al presunto autor material, quien cayó en octubre pasado por otro ilícito. Se trata de Damián Abregú, de 29 años, apodado Mafia, quien fue procesado por homicidio criminis causa (el que se comete para ocultar otro delito), medida que de quedar firme lo llevará a juicio oral y público.

El 28 de abril pasado tres muchachos ingresaron armados a una compra y venta de autos, ubicada en avenida Pellegrini y Teniente Agnetta, y redujeron con “buen trato” a empleados y clientes, según declararon varios testigos. Pero entre ellos se encontraba vestido de civil un policía, quien acompañaba a su padre en la compra de un vehículo. Aunque el efectivo policial quiso pasar desapercibido, la suerte le jugó una mala pasada ya que su arma reglamentaria cayó al piso y fue suficiente para que uno de los ladrones lo baleara en la cabeza. El autor del disparo se retiró a pique del lugar, mientras que los otros dos huyeron en un Ford Escord blanco que estaba estacionado a metros del comercio.

La causa recayó en el juzgado de Instrucción 15, a cargo de Jorge Baclini, quien ordenó la detención de un sospechoso el mismo día del crimen –el 28 de abril–, y una semana después la de otro hombre. No obstante, ninguno de los dos detenidos fueron reconocidos por los testigos y recuperaron la libertad por falta de mérito. En el marco de la investigación se realizó una tercera detención que al igual que las anteriores no dio resultados positivos, por lo que en el mes de junio pasado todo indicaba que el homicidio iba a quedar sin resolver.

Sin embargo, la causa dio un giro de 180 grados a principios de octubre a partir de los resultados que dejó un amplio procedimiento realizado por la Agrupación Unidades Especiales de la UR XVII de San Lorenzo, en cercanías del camping municipal de la localidad de Monje, ubicada 70 kilómetros al norte de Rosario. Según los uniformados, habían recibido una información sobre un posible intento de asalto a un camión de caudales o del Correo Argentino que se iba a realizar en la autopista Brigadier Estanislao López. Con ese dato, la Policía rastrilló la zona hasta que halló en un casco urbano tres pistolas, dos calibre 9 mm y otra calibre 40; una escopeta 12,70 y una carabina calibre 22 y entre 400 y 500 municiones de escopeta, y calibres 22 y 9 mm. En ese operativo quedaron detenidas cuatro personas, entre ellas el Mafia, quien tenía un pedido de captura por el homicidio del policía Caro y que finalmente resultó procesado por esa causa los últimos días de diciembre. También fueron arrestados sus dos hermanos, Cristian y Walter Abregú, apodados “Pato” y “Dulce”, sospechosos de haber sido autores de una balacera ocurrida en el Fonavi de zona oeste días antes de su detención, en octubre, y que provocó la muerte de una beba de ocho meses.

 “Me lo mataron”

 Uno de los empleados de la agencia “Autos Uno”, en donde ocurrió el robo seguido de homicidio, declaró que poco antes de las 11 de la mañana del 28 de abril tomaba mates de espalda a un escritorio cuando sintió que alguien le puso algo en la cabeza y le dijo: “tirate al piso”. El empleado obedeció la orden y le dio su celular y 750 pesos al ladrón. Luego escuchó una voz que decía: “Quédense tranquilos, sabemos lo que hacemos, sabemos trabajar, queremos la plata y nos vamos”. Según su declaración, hasta ese momento el trato por parte de los ladrones era muy bueno. Pero de repente escuchó tres detonaciones, una de las cuales acabó con la vida del policía Caro.

Otro empleado declaró que cuando entraron a robar, el policía Caro –a quien el vendedor conocía porque era cliente del lugar– intentó esconder el arma reglamentaria entre las piernas y que el ladrón que estaba armado, al ver eso, le disparó en la cabeza. Luego, los tres asaltantes huyeron corriendo. Fue entonces que el padre del policía tomó el arma de su hijo herido y persiguió a los ladrones a los tiros. “Mi único hijo, me lo mataron, dónde está el revólver, dones está el revólver”, dijo el hombre quien persiguió en vano al asesino de su hijo.

Tras su arresto, Damián Abregú negó todos los hechos que se le imputan. En la declaración indagatoria, el Mafia dijo que el día del robo, en horas de la mañana que fue cuando ocurrió todo, se encontraba en su casa junto a su mujer y a su hija y que también una vecina tomó mates con ellos. También aseguró que no tienen ningún auto, en relación al Ford Escord blanco en el que abría espado, y que no sabe conducir vehículos. Sin embargo, el juez Baclini no tuvo en cuenta esta situación ya que el hecho ocurrió minutos antes de las 11 de la mañana y la vecina del imputado dijo que estuvo en su casa hasta las 10.

Asimismo, el punto principal en el que se basó el Tribunal para procesar a Abregú fue la rueda de reconocimiento que dejó un resultado positivo.

Aunque cinco de seis personas no apuntaron al Mafia, el que señaló al imputado fue el padre del policía asesinado, ya lo había identificado al muchacho por medio de fotografías. Esa coincidencia, además de otras ruedas anteriores en las que los resultados fueron negativos, convenció al juez sobre la prudencia del hombre en cuanto a su afán de hallar al homicida de su hijo. Cuando lo señaló, el padre de Leonardo Caro dijo que el muchacho fue el primero en entrar al local, y el que exigió “que nos quedemos quietos y nos mandó al suelo”.

El hombre también dijo que era el que portaba el arma, aunque en el momento de los disparos no alcanzó a ver quién de los tres fue el que gatilló.

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