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A la Casa Rosada para que Baigorria siga siendo verde

Defensores de la Reserva Ecológica entregaron una carta para la presidenta con una “propuesta turística”.

Los integrantes de la “Campaña Nacional en Defensa de la Reserva Natural Playa Granadero Baigorria”, remitieron una nota a la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner a través de la cual proponen el aprovechamiento turístico del lugar sin alterar el espacio de bosque nativo de ese sector de barrancas del Paraná y preservando el hábitat de especies de animales y aves autóctonas que viven allí. Por ello piden que el Ministerio de Turismo de la Nación estudie la propuesta que contempla un plan de “turismo ecológico, histórico, cultural y de inclusión social”, aprovechando el potencial de las costas de Granadero Baigorria “y del islote ubicado a su frente”, donde además realizan su actividad pescadores artesanales que desde antes de la mitad del siglo pasado residen en la zona.

En la carta –que ingresó el 18 de agosto pasado en la mesa de entradas de Casa de Gobierno– mencionan que “los 4 kilómetros de costa han podido mantener su perfil natural, como prolongación silvestre de los barrios residenciales ubicados en el sector norte de la costa rosarina: Alberdi y La Florida”.

Posteriormente indican en la nota que “la situación de conflicto” relacionada con la existencia misma de la reserva “es demostrativa de que la misma constituye una pieza clave en cuanto a la definición del destino futuro de esta valiosa porción de la costa”. En otras palabras, lo que sostienen sus defensores es que la reserva está bajo la mira de intereses inmobiliarios privados que poco tienen que ver con la ecología, pese a que esa franja costera quedó marcada en rojo en el ordenamiento territorial de bosques nativos efectuada por el gobierno de la provincia.

En ese marco, consignan que “la preservación de los territorios naturales del país está yendo de la mano del aprovechamiento turístico de los mismos, pues en gran medida depende de ello que no sean destinados a otros fines productivos que terminen haciéndolos desaparecer”.

Explican en la carta dirigida a la presidenta en la que plantean un plan turístico para el área que la Reserva cuenta con 600 metros de costa sobre el río Paraná, con barrancas de 20 metros de altura en estado no modificado “con muestras relictuales” –es decir donde la naturaleza no fue modificada por la mano del hombre– del Sistema del Espinal, con ejemplares de tala, espinillo, sombra de toro, molle y ombú, entre otras especies, y numerosa avifauna asociada”.

El área ocupa las seis manzanas costeras del barrio Paraíso “en el lugar ocupado anteriormente por un vivero de especies forestales, el «Vivero Persegani», instalado a fines del siglo XIX en la época de la fundación del pueblo Paganini, denominación originaria de Granadero Baigorria”, según relatan.

Explican en la nota dirigida a la titular del Poder Ejecutivo Nacional que “las costas de dicho sector, aún antes de habérsele dado el carácter de reserva natural, en 1979 constituyeron tradicionalmente un sitio de recreación y esparcimiento costero, abierto a la población, con carácter de espacio público”.

Recuerdan también la lucha de vecinos y ecologistas para la preservación del lugar y los fallos favorables que obtuvieron en tal sentido, incluso ratificados por la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Hacen igualmente mención al pedido de realización de un plan de manejo del sector previsto por la Administración de Parques Nacionales, dado que la reserva integra el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

En esa línea, consideran “oportuno” que desde el Ministerio de Turismo de la Nación “se evalúe el potencial turístico de la zona costera de Granadero Baigorria, incluyendo la extensa isla que se encuentra a su frente”, revalorizando así la Reserva desde la propuesta del ecoturismo.

Para ello, en otro tramo de la carta sostienen los defensores de la Reserva que “por su valor estratégico, dada su contigüidad con la ciudad de Rosario y su acceso directo desde el puente Rosario-Victoria ofrece todas las condiciones para constituirse en un polo turístico de nivel nacional e internacional”.

“Ello será viable –continúan– en la medida que se tenga la sensibilidad necesaria para apreciar y valorar el tesoro existente, en su dimensión natural, histórica, cultural, social y humana”.

Aseveran que “el modelo turístico a implementar en este caso debe valorar lo existente como paisaje natural y cultural, esto es con la inclusión de quienes viven en estas costas, y no considerándolos como un estorbo que es necesario erradicar”.

Explican que “puestos en valor los caseríos de pescadores artesanales, uno de los cuales se encuentra en la Reserva Natural Playa Granadero Baigorria, constituyen puntos de partida capaces de despertar el interés de los visitantes, sin necesidad de tener que realizar escenografías pintoresquistas o lugareñas”.

En el mismo sentido consignan que “no se necesita parquizar la barranca, cuando la flora autóctona del Sistema del Espinal constituye la masa verde que la tapiza”. De hecho, una intervención significaría reemplazar variedades locales por el típico césped implantado: por el contrario, se proponen aceptar los aportes de flora nativa que puedan hacerse “para reimplantar ejemplares en los lugares faltantes”, como ceibos, alisos y otra vegetación costera. Y mencionan que ya recibieron ofrecimientos en tal sentido.

Finalmente, los promotores de la Campaña mencionaron la posibilidad de realizar construcciones muy livianas con materiales “que no modifiquen el entorno”, y destacan que podría servir tanto para espacios gastronómicos, como para guardería de embarcaciones menores de tipo kayak, entre otras.

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