La silueta de las manitos advierten desde el cartel improvisado que no hay gas desde el año pasado. La Escuela Especial Nº 2013 para niños sordos María Ana Mac Cotter de Madrazzo, de Moreno 366, tiene cortado el suministro con un cepo en su medidor desde agosto de 2014. Casi cien alumnos hipoacúsicos y con otras discapacidades asisten al establecimiento que en marzo cumplió sesenta años.
“El Ministerio de Educación está al tanto y Litoral Gas quedó en hacer los planos. Ha venido gente del FAE a inspeccionar, se pasaron presupuestos, concurrieron gasistas, pero todo está en promesas”, detalló resignada Claudia Alonso, su vicedirectora.
“Se pasan la pelota”
En la vereda un grupo de padres se suma al reclamo y la presidenta de la cooperadora, Mónica Contreras, señala que la semana pasada, cuando desde Amsafé se movilizó a la sede local del Ministerio de Educación para denunciar problemas edilicios en establecimientos educativos del departamento, entregaron una nota a su responsable, Marta Díaz, reiterando el reclamo.
“El tema es que todos se pasan la pelota y en medio están los chicos que corren el riesgo de perder días de clases porque hay amenazas de cierre. El año pasado, cuando el gas se cortó en agosto, los chicos la pasaron mal, y como burla, este año, vinieron inspectores de Litoral Gas para ver las estufas y no hay gas”, dice.
Un servicio indispensable
En la planta alta de Moreno 366 funciona la Escuela Especial Nº 2058 Crecer Juntos y desde allí advirtieron olor a gas en el ambiente y llamaron a la empresa que suministra el fluido, que envió una inspección que constató que el escape estaba en la planta baja.
Desde entonces, responsables del Fondo de Asistencia Educativa (FAE) hicieron los relevamientos pertinentes y acompañaron los reclamos a Litoral Gas.
“A los alumnos hay que ayudarlos y cerrar la escuela para un chico especial un día es como si la cerraran toda una semana para un chico común. La empresa (Litoral Gas) todavía no hizo los planos y sólo hay promesas atadas con pinzas. Pareciera que como no son muchos alumnos no tiene importancia, con lo cual los chicos sufren doble discriminación”, subrayó Contreras en representación de los padres.
A la escuela especial no sólo asisten niños de Rosario, sino de localidades de la región del Gran Rosario.
Alonso confirmó que “para supervisar y ver qué hay que hacer vinieron distintos gasistas, pero hasta la fecha estamos sin arreglos”.
El agua caliente es muy necesaria para la higiene del comedor, “y hasta ahora tuvimos suerte de que no hayan llegado los fríos y la necesidad de contar con calefacción para los chicos”, señaló la vicedirectora.
“Incluso la copa de leche, la chocolatada la servimos natural porque no tenemos cómo calentarla”, añadió.
“Los niños hacen extensión horaria, desde las 8.30 hasta las 15.30 y es mucho tiempo para que no contemos con un suministro indispensable como el gas”, cerró Alonso.
Otro invierno sin suministro
Otro cartel pegado por los docentes sobre la ventana dice: “Somos una escuela que sufre la falta de gas desde el año 2014”.
Algunos vecinos pasan indiferentes frente al establecimiento y Mónica Contreras insiste con el reclamo: “Nuestros chicos pertenecen a esta sociedad y no puede ser que se tomen tanto tiempo para resolver esta situación”, reprocha.
“El edificio es antiguo, con algunos entrepisos y realmente el año pasado fue cruel cuando hubo días de mucho frío. Esperemos que se tomen cartas en el asunto”, concluye.